Los logros de los avances tecnológicos actuales son muchos y variados. Uno que muy pocos esperaban encontrar era revisar las cicatrices de eventos pasados como la Segunda Guerra Mundial con una nueva vista. Es lo que han logrado los investigadores del Ocean Exploration Trust que, usando una serie de nuevas tecnologías de imagen, han 'reconstruido' un submarino japonés hundido en 1946.
Hablamos de un submarino de clase I-201, una clase desarrollada por la Armada Imperial Japonesa durante la Segunda Guerra Mundial. Se fabricaron únicamente 3 modelos, los I-201, I-202 e I-203, aunque se preveían hasta 8 ejemplares. Una vez Estados Unidos consiguió derrotar a Japón, el I-201 fue hundido sin haber podido siquiera combatir, ya que cuando se completó, la guerra había acabado.
Fue entonces cuando Estados Unidos ordenó hundir todos los navíos japoneses capturados. Así, el I-201 acabó partido por la mitad en dos pedazos separados, con sus restos terminando sus días en el fondo marino al sur de Oahu, Hawái. Gracias a la expedición realizada por el Ocean Exploration Trust, se ha logrado crear una representación tridimensional del I-201, que muestra su estado más de 77 años después.
Una imagen tridimensional
Todo comienza el pasado 3 de noviembre, cuando el Ocean Exploration Trust visita el naufragio en una expedición documentada en YouTube. En dicha expedición, el equipo usó un sistema de mapeo en alta resolución llamado K2, usando una ecosonda multihaz Norbit para generar las imágenes.
El vídeo ya de base es impresionante, ya que revela claramente el estado del I-201 y de sus restos, situados a más de 800 metros de profundidad y en una zona que nunca antes había sido cartografiada. Según recoge el Miami Herald, el único material fotográfico recogido del submarino pertenecía al Laboratorio de Investigación Submarina de Hawái, que envió un sumergible no tripulado a la zona.
Kristopher Kranosky, desarrollador principal del sistema de mapeo acústico de alta resolución usado para crear la representación visual del I-201, explica que el navío acabó partiéndose en dos pedazos que acabaron separados unos 200 metros. Las imágenes recogidas por el equipo de Ocean Exploration Trust sirven para confirmar efectivamente la impresionante historia que rodea a este submarino.
Y es que la tragedia de este submarino es que entró en servicio el 2 de febrero de 1945, cuando la guerra estaba ya prácticamente en su recta final. El submarino ni siquiera pudo entrar en servicio oficial; solo 3 submarinos de la clase I-201 pudieron ser completados antes de que acabara la guerra. De esta forma, Estados Unidos decidió estudiarlos.
El I-201 se trasladó al puerto de Pearl Harbor el 13 de febrero del año siguiente, el 46, junto al I-203 para su estudio después de la contienda. No fueron los únicos; junto a estos estaban los I-400 e I-401, submarinos portaaviones de gran tamaño y que prácticamente corrieron la misma suerte. La historia en torno a estos navíos reside en la orden de la Unión Soviética para acceder a estos buques capturados.
Tras la petición, Estados Unidos ordenó a sus tropas hundir todos los submarinos japoneses capturados. Según los historiadores, el I-201 fue hundido por un torpedo lanzado por el USS Queenfish el 23 de mayo de 1946. Más de 70 años después, se está realizando una reconstrucción en forma de imágenes 3D de este submarino para estudiar su historia.
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Y es que Madison Dapcevich, reportera científica en IFL Science, explica que el uso de estas tecnologías es vital para proporcionar contexto no solo sobre la construcción del propio submarino, sino "determinar mejor los métodos mediante los cuales se hundieron y cómo estas estructuras ahora están formando sus propios ecosistemas".
Las imágenes pudieron dar mucha información sobre la plataforma de madera usada en el submarino, incluyendo además la ornamentación usada por la Armada Imperial japonesa en sus navíos. La imagen 3D resultante del submarino acabó publicándose en Facebook por el Ocean Exploration Trust.