El paro cardíaco es un de los problemas de salud más conocidos y frecuentes, aún así sería fácil evitar más muertes de las que provoca, alrededor de 30.000 personas en España cada año. Un reciente informe de la Fundación MAPFRE asegura que menos de la mitad de los testigos de un paro cardiaco realiza maniobras de reanimación, RCP, en este país, una tasa por debajo de la media europea y que podría salvar muchas vidas si aumentara su práctica, lo que implica tener acceso a un desfibrilador como este diseñado para ser portátil y que no requiere conocimientos médicos.
Conocer las técnicas de primeros auxilios y tener a mano un desfibrilador fácil de usar puede ser crucial para la vida de un familiar o cualquier persona cercana que lo necesite. Cada minuto cuenta para salvar una vida. La probabilidad de supervivencia actual está en torno al 5%, pero podría aumentar al 15% si se practican las maniobras de RCP, y hasta el 30% si, además, se tiene un desfibrilador cerca. Esto se traduce en entre 4.500 y 9.000 muertes menos al año sólo en España.
Este problema no es exclusivo de los españoles, "más de 11 personas mueren cada minuto, en algún lugar del mundo, por un paro cardíaco extrahospitalario", recuerda el inventor de CellAED. Donovan Casey tuvo la idea cuando su mujer sufrió un infarto; el susto le animó para inventar CellAED, un desfibrilador personal portátil, el cual puede usarse también para evitar la muerte de los bebés.
El producto no ocupa más que un smartphone, un bolso pequeño ya que una tablet resulta más grande. Tras dos años de desarrollo, este inventor consiguió su objetivo, crear este producto para emergencias fácil de usar, transportar y asequible (menos de 400 euros). Con la aprobación europea a partir de 2024 comenzará su distribución en numerosos países.
Un desfibrilador siempre a mano
¿Sabe dónde se encuentra el desfibrilador más cercano? La muerte súbita o parada cardíaca es un problema de salud repentino y rápido. En muchos casos, ocurre porque el corazón se para a consecuencia de una arritmia letal. Reconocer el fallo y actuar con urgencia es vital para la persona, pero el 80% de los casos ocurren en domicilios o en la vía pública, donde es difícil acceder a un DESA (desfibrilador semiautomático) mientras llega la ambulancia.
Este equipo portátil que se pueden encontrar en centros comerciales y otros lugares públicos en España, tiene el tamaño de un libro o una caja pequeña y es sencillo de utilizar en situaciones de mucho estrés. Un enfoque similar es el que plantea el CellAED creado por Donovan, pero con mayor autonomía y portabilidad.
La Fundación del corazón, indica que primero se debe llamar al 112 y pedir ayuda y seguimiento telefónico. Mientras se activa y coloca el DESA en el enfermo, no se debe dejar de realizar el RCP. Los electrodos de este dispositivo se colocan en el pecho como unos parches adhesivos, tal y como indican las instrucciones sonoras y visuales del DESA. Para quien no lo haya usado nunca, las descargas se aplican pulsando el botón rojo con el símbolo del rayo cuando el equipo informa que es necesario.
El CellAED propone un funcionamiento similar, pero con ciertas variaciones pensadas para simplificar aún más la responsabilidad de quién atiende al paciente sin experiencia previa. Este dispositivo se parte por la mitad para poder aplicar los electrodos.
Primero se debe retira el revestimiento protector de las almohadillas de gel y después pegar las almohadillas al pecho desnudo del paciente. Los gráficos que lo cubren indican como aplicar el dispositivo tanto en adultos como en bebés. Incluso, cuenta con un botón para adaptar el sistema a bebés que pesen menos de 10 kilogramos.
Más autónomo y accesible
La clave de su estilo es el diseño compacto, cabe en una mochila o bolso. El dispositivo pesa 450 gramos, incluyendo la funda protectora. Mide 19,6 cm de longitud, 9,3 cm de ancho y 1,7 cm de profundidad.
Tras partirlo por la mitad, una voz surge del aparato para guiar en la asistencia de reanimación. El equipo no solo aplica descargas, sino que analiza el ritmo cardíaco para aplicar la potencia en caso de que sea necesario. De esta forma, quien asiste al enfermo no necesita formación previa y la ayuda es accesible para todo el mundo.
Ya cuenta con aprobación regulatoria en más de 70 países en todo el mundo y se está comenzando la fabricación del mismo a gran escala para poder enviarlo a los clientes, usuarios u empresas, a mediados de 2024. Comenzarán con los envíos a Australia, pero CellAED está actualmente aprobado para su uso en países del Reino Unido, el Espacio Económico Europeo, Australia y Nueva Zelanda.
Con la intención de que el desfibrilador portátil sea accesible para todos los locales y llegue a más personas, su precio se sitúa en 370 euros. Se encuentra en fase de precompra para poder recibirlo a partir del año que viene, los primeros envíos están previstos para mediados de 2024.
También hay que tener en cuenta la caducidad del producto que es de 2 años. El reemplazo cuesta 18 euros y se puede contratar el servicio CellAED for life para tener siempre el sistema actualizado.