Los coches eléctricos prosiguen su evolución en el mercado y serán decisivos en la lucha contra el cambio climático, pero sus ventas no alcanzan el ritmo necesario para los ambiciosos planes de descarbonización de la Unión Europea. En 2023, sólo el 4,7% de los coches matriculados en España fueron eléctricos, según datos de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Europa (ACEA). La respuesta, como en tantas otras ocasiones, está en la tecnología, con avances decivisos como el ingenioso motor tan pequeño que cabe en las ruedas.
Aunque esas cifras suponen un importante incremento con respecto a años anteriores, siguen siendo insuficientes. Entre las causas los expertos apuntan a las mejoras necesarias para disparar la autonomía de este tipo de vehículos. Por eso, marcas como Hyundai y Kia parecen empeñadas en cambiar los coches eléctricos por completo. La última aportación en ese sentido de estas dos empresas coreanas es la tecnología Active Air Skirt (AAS), que busca ampliar la autonomía y mejorar la estabilidad de la conducción.
Este nuevo elemento, todavía pendiente de patente y sin fecha definitiva para su entrada en producción, minimiza la resistencia aerodinámica cuando se alcanzan altas velocidades, controlando el flujo de aire que entra por la parte inferior del parachoques. Una especie de cortinas automáticas para las ruedas delanteras que consiguen mejorar coeficiente de resistencia aerodinámica (Cd) y, con ello, la cantidad de kilómetros que se pueden hacer sin necesidad de cargar la batería.
Mejora aerodinámica
Uno de los elementos decisivos a la hora de decidirse por un coche eléctrico u otro tiene que ver con su autonomía. Desde los primeros vehículos de este tipo, que apenas podían cubrir 150 km antes de necesitar una recarga, hemos pasado a los más de 700 km que alcanzan los modelos más punteros. Sin embargo, ingenieros y fabricantes de todo el mundo buscan seguir mejorando esas cifras para ofrecer más posibilidades a los conductores.
En el caso de AAS, la última apuesta de Hyundai y Kia, no se centra en las baterías, sino en mejorar la relación aerodinámica del vehículo. Además, eso no sólo permite ampliar la distancia que se puede recorrer sin necesidad de enchufar el coche a una estación de carga. La menor resistencia al aire también tiene "un impacto significativo no sólo en el rendimiento de potencia, sino también en la estabilidad de conducción y el ruido del viento", señalan en un comunicado de prensa.
Para conseguirlo, buscan reducir el coeficiente de resistencia del aire que actúa en sentido contrario al movimiento del vehículo, es decir, la Cd o resistencia aerodinámica, muy influyente con respecto al consumo de los coches. Hyundai, que ya es líder mundial en este sentido gracias al IONIQ 6 (con un Cd de 0,21), ha querido añadir un elemento más a los ya existentes, como los alerones traseros, las aletas de aire activas, los reductores de huecos en las ruedas o las trampas de separación.
El AAS parece bastante simple: unas piezas que se instalan entre el parachoques y las ruedas delanteras del vehículo y 'bajan' cuando se superan los 80 km/h, controlando eficazmente las turbulencias generadas alrededor de las ruedas. A esas velocidades, la resistencia aerodinámica es mayor que la resistencia a la rodadura y eso incide tanto en la velocidad como el consumo de energía.
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Cuando se reduce la velocidad por debajo de los 70 km/h, esta especie de cortinas que cubren parcialmente la parte delantera de los neumáticos se retraen de nuevo, lo que permite evitar el desgaste y el funcionamiento frecuente en rangos de velocidad específicos.
El diseño de esta tecnología se corresponde con las características de la plataforma E-GMP de Hyundai, propia de sus vehículos eléctricos y de otros fabricantes como Kia o Genesis. Como el suelo de la E-GMP es plano, el AAS es la mejor solución para optimizar el rendimiento aerodinámico, ya que también sirve para mejorar tanto la tracción como la estabilidad cuando se circula en carretera o autopista a altas velocidades.
Por lo que revelan los fabricantes coreanos, este sistema también puede funcionar a velocidades superiores a los 200 km/h, para los países en los que está permitido. Eso es gracias al material de caucho con el que está fabricada la parte inferior, muy resistente frente a las piedras o cualquier otro objeto que pueda dañar los bajos del coche durante la conducción.
Pruebas realizadas
Para comprobar la eficacia del AAS, los técnicos de Hyundai lo instalaron en un modelo Genesis GV60. Tras las pruebas realizadas en laboratorio y diferentes condiciones, los ingenieros concluyeron que habían conseguido reducir el coeficiente de resistencia aerodinámica en 0,008, una mejora del 2,8%. Según sus cálculos, eso permitiría ampliar la autonomía del coche en unos 6 km.
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Es una cifra que puede parecer irrisoria, pero a la hora de añadir autonomía a los coches eléctricos, todo suma. Además, es un resultado provisional que aún puede mejorarse, ya que Hyundai y Kia de momento sólo han solicitado las patentes relacionadas con el invento en Corea del Sur y EEUU. Todavía deben realizar nuevas pruebas de durabilidad y rendimiento con distintos modelos, que pueden ofrecer mejores alcances. De ser así, las compañías coreanas lo llevarían a la producción en serie y lo incluirían en sus futuros vehículos.
"Se espera que esta tecnología tenga un mayor efecto en modelos como los SUV, en los que es difícil mejorar el rendimiento aerodinámico", aseguró Sun Hyung Cho, vicepresidente y jefe del Grupo de Desarrollo de Carrocerías de Movilidad de Hyundai Motor Group. "Seguiremos esforzándonos por mejorar las prestaciones de conducción y la estabilidad de los vehículos eléctricos mediante mejoras en la aerodinámica".
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