El enchufe inteligente que vigila a los mayores: así utiliza la señal del WiFi para detectar caídas
Una compañía gala ha presentado un dispositivo que avisa a cuidadores o familiares si detecta una caída en un rango de 75 metros cuadrados.
1 febrero, 2024 03:11El cuidado de las personas mayores requiere en algunos casos de supervisión constante o de asistencia para algunas tareas. En ese sentido, la tecnología puede ser el mejor de los aliados, como demuestran el gadget para tener un médico en casa que vigila la salud y llama a urgencias si algo va mal o el dispositivo que detecta el párkinson antes de que aparezcan los síntomas.
Uno de los aspectos más delicados tiene que ver con las caídas, que son frecuentes en los mayores de 75 años y pueden derivar en graves consecuencias para la salud, sobre todo si nadie atiende a tiempo a la persona en cuestión. Ya existen algunos dispositivos en el mercado diseñados para avisar a familiares o personal sanitario en caso de caídas, pero la mayoría representan ciertos riesgos para la privacidad de los usuarios. Hasta ahora, ya que la startup francesa Zoe Care acaba de presentar en el CES de Las Vegas su solución Zoe Fall, que utiliza las señales WiFi para la detección de estos peligrosos accidentes caseros.
"Zoe Fall es una manifestación de nuestra misión de ayudar a las personas mayores a mantener su independencia", afirma Thomas Saphir, cofundador y consejero delegado de Zoe Care, en declaraciones a TechCrunch. "Nuestra innovadora solución de detección de caídas basada en WiFi respeta la privacidad y [tiene el potencial] de ofrecer tranquilidad a millones de personas mayores".
Cómo funciona Zoe Fall
Las tecnologías convencionales de monitorización remota no siempre son sencillas de usar, lo que supone una barrera inicial para su adopción por parte de personas mayores o con discapacidad. Además, suelen ser intrusivas, ya que en la mayoría de los casos son wearables, y plantean ciertos riesgos en cuanto a la privacidad de los usuarios y sus familias.
Para el desarrollo de Zoe Fall, los ingenieros de la compañía gala han tenido en cuenta estos riesgos y por eso han apostado por una tecnología que no necesita de intervención humana y que tampoco representa ninguna amenaza para la intimidad. Se trata de un dispositivo que funciona como un enchufe inteligente que incorpora un sensor encargado de recoger y analizar las variaciones en las señales WiFi.
Como demostró una reciente investigación con sello español, se puede detectar el cuerpo en movimiento de las personas a través de las paredes gracias a algoritmos que interpretan las oscilaciones en las señales que emiten los routers. En este caso, la IA integrada en el dispositivo analiza las variaciones de las ondas, lo que le permite reconocer los movimientos de los ocupantes de la vivienda, especialmente las caídas.
La puesta en marcha de Zoe Fall es muy sencilla: basta con enchufarlo en cualquier toma de corriente y empezará a hacer su función de manera silenciosa e inadvertida para los ocupantes de la casa. Lo mejor es su gran cobertura, que alcanza unos 75 metros cuadrados, y la posibilidad de añadir más dispositivos para ampliarla. Si detecta una caída, envía inmediatamente una alerta al smartphone de un cuidador o familiar, que previamente deben haberse descargado la app de Zoe Care.
Fase de pruebas
Otras soluciones implican una gran potencia de computación, lo que deriva en dispositivos más voluminosos, o procesan todos los datos que recogen en la nube, lo que implica el riesgo de hacer accesible información privada. Según sus responsables, Zoe Fall "se centra en la forma de la onda WiFi, no en su contenido. No se transmite información a la nube. La única salida es el mensaje de alerta que se envía a los cuidadores o familiares cuando se detecta una caída", asegura Antonik.
Para ponerlo a prueba antes de lanzarlo al mercado, Zoe Fall está en fase beta en varias residencias de ancianos francesas. Está previsto que su versión definitiva para el público general esté disponible a finales de 2024 y no tendrá coste inicial, sino que funcionará por suscripción, con un precio de unos 20 o 25 dólares al mes (el equivalente a 18,40 o 23 euros) en Estados Unidos.
Además, los responsables de Zoe Care pretenden ampliar esta tecnología y hacerla útil también para la monitorización de pacientes con enfermedades crónicas. La mejora en la detección de las variaciones de las señales WiFi podría incluso "proporcionar informes sanitarios mensuales para controlar afecciones como las cardiopatías".
Zoe Fall no es el único dispositivo destinado a detectar las caídas de personas mayores que se ha podido ver durante el CES 2024. Otra compañía, la británica Cherish Health, ha aprovechado la feria tecnológica para presentar Serenity, que utiliza tecnología de radar avanzada e IA para rastrear hasta dos individuos, incluso a través de las paredes, para "ofrecer información detallada sobre sus actividades sin comprometer la privacidad".
Sin embargo, esta propuesta sí implica la instalación de un aparato bastante más voluminoso, con un coste inicial de más de 275 euros por dispositivo (más una suscripción mensual de 36 euros) y tiene un alcance muy limitado de 4,5 metros cuadrados.
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