Son muchas las compañías que actualmente trabajan en el desarrollo de sus propios robots humanoides, que en un futuro se podrían ver en España y todo el mundo. Tesla, de Elon Musk, es una de las principales propulsoras de esta tecnología y ya tiene a Optimus, que da paseos diarios por sus laboratorios. Incluso la empresa noruega X1, financiada por OpenAI, cuenta con EVE, que aprende cualquier tarea en minutos; y Boston Dynamics con Atlas, que realiza tareas complejas. Ahora es Toyota quien da el salto presentado a Punyo, su robot humanoide capaz de agarrar objetos con todo su cuerpo.
La gran mayoría de los robots humanoides que se han presentado a lo largo de los años son capaces de coger cosas. Sin embargo, estas máquinas utilizando para ello únicamente las manos; cuando el ser humano en ocasiones también usa el pecho, las caderas y los brazos. A partir de esa idea nace Punyo, el robot humanoide de Toyota que se ha diseñado con el objetivo de ayudar a las personas con las tareas cotidianas "que requieren algo más que nuestras manos y dedos", según señala la empresa.
Punyo es un robot humanoide que cuenta con el torso erguido y con un diseño adorable, con una cara simpática y un aspecto mimoso; y que recuerda en gran medida a Baymax, el robot protagonista de la película de animación Big Hero 6 de Disney. Una máquina que aparenta llevar un jersey fabricado con materiales adherentes que proporcionan una capa blanda y flexible sobre el esqueleto metálico.
Y ahí reside una de las claves de este robot humanoide, y es que el tejido está cargado con una serie de sensores táctiles que permiten a Punyo sentir exactamente lo que abraza o agarra, ya sea un objeto que transporta -como las bolsas de la compra o una garrafa de agua- o una persona. Una de las curiosidades de esta máquina es que, por el momento, no cuenta con manos, sino que tiene una especie de pezuñas hinchables o patas, como las llama Toyota.
Unas patas que terminan en unas almohadillas inflables y deformables, que vienen con patrones de puntos en el interior que están controlados por cámaras. De esta manera, cuando estas tocan algo y el patrón se deforma, Punyo puede tanto ver como saber que ha tocado algo, ya sea un objeto o una persona. En cuanto a los brazos del robot humanoide de Toyota, resultan suaves gracias a que la empresa ha colocado 13 vejigas de aire que van desde el hombro hasta la muñeca; y que se pueden regular de forma individual en función de lo que haga la máquina.
Toyota explica que a través de la teleoperación, sus especialistas en robótica del Grupo de Investigación han entrenado a Punyo para que pueda manipular objetos de gran tamaño. Para ello, el robot humanoide se inclina hacia delante, abraza los objetos contra su pecho y se inclina hacia atrás para levantarlos. Incluso puede subir una garrafa de agua al hombro y sostenerla firmemente, al igual que un ser humano. Incluso esta máquina es capaz de apilar objetos en sus brazos.
Punyo utiliza un proceso de aprendizaje mediante inteligencia artificial (IA), aunque también cuenta con variables sobre el grado de seguimiento de los movimientos y da prioridad a aspectos como la velocidad, la eficiencia o la importancia de hacer bien el trabajo. Una máquina diferente a lo visto hasta ahora y que puede ser de gran ayuda en una variedad de situaciones. Además, no es la primera vez que Toyota se adentra en un proyecto de este tipo, ya que hace unos años presentó un robot mayordomo que sabe limpiar la encimera de la cocina.
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