Los robots están muy presentes en una variedad de industrias, como en la construcción, uno de los sectores más importantes en España. Unas máquinas que permiten ahorrar tiempo y cubren la escasez de la mano de obra; y que han ido evolucionando dejando modelos que construyen una casa al día, levantan edificios altos y muros de más de 6 metros sin ayuda humana. El último avance en este campo es una nueva máquina autónoma y con inteligencia artificial (IA) que pone 100 ladrillos por hora con la misma precisión que un albañil.
Los robots albañiles no son precisamente un concepto sin explotar. Son populares en Estados Unidos, pero aún no están muy extendidos en Europa. La empresa Monumental, con sede en Ámsterdam (Países Bajos) y fundada en 2021, es una de las que más está apostando por este tipo de máquinas. De hecho, la compañía ha logrado recientemente recaudar algo más de 23 millones de euros para ampliar sus robots de construcción autónomos e impulsados por inteligencia artificial en todo el continente.
Unas máquinas eficientes y dotadas con IA que levantan muros rápidamente; y con las que la compañía quiere transformar el sector de la construcción y, en un futuro, poder construir edificios en un solo día y con una mano de obra mínima. "Nuestro principal objetivo ahora mismo es paliar la grave escasez de mano de obra que hay en esta parte de Europa. Nuestros robots tienen la ventaja de que permiten realizar literalmente el trabajo de construcción", explica Salar al Khafaji, uno de los fundadores y CEO de Monumental, a EL ESPAÑOL - Omicrono.
100 ladrillos por hora
En toda Europa, se calcula que el 57% de los países se enfrentan actualmente a una grave escasez de mano de obra y al aumento de los costes, principalmente en la albañilería, según detalla la empresa en un comunicado. Dos elementos que están frenando la productividad de la industria. Para hacer frente a esta situación, Monumental está trabajando actualmente en varios robots diseñados específicamente para resolver estas necesidades.
La empresa cuenta concretamente con dos tipos de robots: un carrito autónomo que transporta cargas pesadas, como pueden ser los propios materiales de construcción; y otro con pequeñas grúas capaz de colocar los ladrillos y el mortero, que es el material firme de color gris que resulta de mezclar cemento, arena y agua que se utiliza en la obra para unir los bloques. "Tenemos dos grúas robotizadas. Una de ellas recoge y coloca los ladrillos, mientras que la otra pone el mortero", señala Salar al Khafaji.
Dos grúas que "trabajan en tándem, coordinadas por software". El directivo de la empresa también resalta que cuentan con "varias unidades de suministro construidas sobre la misma plataforma: una proporciona los ladrillos a las grúas y la otra el mortero". Unos robots que están equipados con cámaras, sensores avanzados, IA y visión por ordenador de última generación; lo que les permite colocar estos materiales en muros industriales y residenciales con la misma precisión y eficiencia que un humano.
"Dependiendo del tipo de muro, de las uniones, etcétera; los robots actualmente están colocando entre 60 y 100 ladrillos por hora, una cifra que es similar a la de un albañil humano", explica el CEO de Monumental. El directivo también resalta que su objetivo "no es aumentar significativamente la velocidad, sino mantener los robots pequeños y baratos para poder desplegar grandes cantidades de ellos cuando sea necesario; como cuando hay que poner muchos ladrillos en un tiempo determinado".
En ese sentido, y en cuanto a la velocidad de trabajo de sus máquinas, Salar al Khafaji asegura que para levantar la parte de ladrillos de una casa típica holandesa, sus robots "necesitarían aproximadamente una semana para terminar el trabajo, que también es similar a la de los albañiles humanos. Aunque se puede acelerar la construcción e ir más rápido desplegando varios robots que trabajen juntos, como si fueran un equipo de albañilería más grande".
Un software con IA
Cada uno de los robots de Monumental se ha diseñado para llegar a cualquier sitio de una obra, como a esquinas estrechas, y funcionan con Atrium, que es un software propio de la empresa que está basado en inteligencia artificial. Un programa informático en "el que trabajan tres componentes juntos". El primero de ellos es "un sistema de localización que determina dónde se está con precisión milimétrica, si cerca del muro que hay que construir, utilizando cámaras y otros sensores".
Atrium también cuenta con "un sistema que reconoce el ladrillo que el robot coge, y ajusta las pinzas del robo a su posición y forma, ya que cada ladrillo es diferente; y rechaza automáticamente aquellos ladrillos que no sean aptos para la obra". La última rama del software con inteligencia artificial de la empresa es "un sistema de control de calidad que observa los ladrillos y el mortero después de colocarlos".
Para ello, el sistema emplea "una cámara especial de visión profunda, que sirve para garantizar que la calidad de cada ladrillo y de toda la pared se mantiene constante". Todo el proceso de la construcción se rastrea digitalmente y se genera de forma automática un archivo para la Ley de Garantía de Calidad, que incluye fotos de cada ladrillo antes y después de su procesamiento.
[Este robot instala pladur más rápido y con mayor calidad que una persona]
Estas máquinas pueden manipular la mayoría de los revestimientos de mampostería y trabajar con materiales comunes, como diversos formatos de ladrillo y mezclas de mortero. Los robots trabajan siempre de forma conjunta y se desplazan por la obra de forma independiente; mientras que sus cámaras y la inteligencia artificial registran constantemente el entorno. "Siempre hay un único operador (proporcionado por nosotros) que controla todo el sistema", señala el CEO.
Ya se han probado
Monumental ha estado realizado pruebas de su tecnología en su país natal, Países Bajos. Entre ellas se incluye la primera construcción realizada por sus robots: unas fachadas de exterior de 15 metros para un edificio de oficinas y almacenes realizado en 2023. Desde entonces, la empresa ha ido desplegando sus máquinas en otros proyectos, incluidas viviendas sociales, y ha colaborado con 25 contratistas.
"Nuestros robots y software ágiles, inteligentes y adaptables combinan la experiencia humana con la eficiencia robótica de una forma nunca vista en el sector. No sólo revolucionarán la forma de construir edificios, sino que transformarán la economía del propio sector de la construcción", afirma Salar al Khafaji. Una tecnología que, además de hacer frente a la escasez de mano de obra, ofrece una serie de beneficios.
Por ejemplo, la empresa detalla que su cadena de construcción está completamente libre de deposición de nitrógeno y de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Por lo que es un sistema sostenible. Además, y debido a que los robots pueden construir más rápido y trabajar durante 24 horas al día los siete días de la semana, también pueden reducir el tiempo total de la obra. Incluso minimiza los accidentes, la carga de trabajo y mejora la eficiencia.
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