Cada mes, la mitad del planeta se enfrenta a varios días de dolor agudo, hinchazón, cansancio y cambios de ánimo, entre otros problemas. Son una extensa lista los síntomas provocados por el ciclo menstrual que pueden llegar a ser incapacitantes. En España ya se ha aprobado la baja laboral en estos casos. Aunque la medicina aún no ha dado una solución definitiva, la reciente ruptura del tabú ha propiciado que en los últimos años se incremente el estudio de estas dolencias y se inventen nuevos dispositivos enfocados en dar masajes o aplicar neurotecnología en esos incómodos días del mes.
"Si el hombre tuviera dolor de testículos tres días al mes, el mundo se pararía", declaraba a EL ESPAÑOL el Doctor Francisco Carmona, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínic de Barcelona. Sobre la endometriosis hay más estudios clínicos y recursos médicos, aunque en España pueden tardar meses en diagnosticarlo. Pero sobre el dolor de la regla, la dismenorrea, la atención es mucho menor. Tampoco hay muchas soluciones, en general el uso de analgésicos y anticonceptivos que regulan el proceso hormonal, los cuales no suponen una respuesta definitiva para muchas pacientes.
En contraposición surge ahora el uso de la neuroestimulación o tDCS, que se ha planteado previamente como tratamiento para dolores crónicos. La start-up británica Samphire Neuroscience ha creado una diadema, Nettle, que promete rebajar a la mitad el dolor de la menstruación, así como suavizar los cambios de ánimo habituales en los días previos. Dos síntomas que sufren tanto las mujeres, como algunas personas no binarias y hombres trans. Esta técnica se presenta como el rival de medicamentos y otros tratamientos con la ventaja de no producir dolor, no ser invasiva, no requerir anestesia ni cirugía.
¿Cómo funciona?
La diadema Nettle (nombre en inglés de la planta ortiga) se basa en la neuroestimulación o tDCS que consiste en aplicar corriente eléctrica constante para aumentar la neuroplasticidad del cerebro, es decir, su capacidad para cambiar y adaptarse formando y reorganizando conexiones sinápticas. Esta técnica se ha propuesto antes para otros tratamientos, por ejemplo, para ayudar a adelgazar a personas con obesidad o contra el dolor crónico.
En este caso, Samphire sostiene que existe un vínculo claro entre los niveles hormonales y la actividad del cerebro, es decir, que el ciclo menstrual genera cambios en el cerebro que pueden afectar al "estado de ánimo, la energía y la sensibilidad". Nettle no se promociona en su web como un producto pensado para tratar la endometriosis, aunque asegura que puede servir de ayuda a estas personas que sufren un dolor incapacitante.
Su objetivo es bloquear la sensibilidad al dolor en vez de bloquear los receptores que preceden al dolor como los analgésicos. La forma de la diadema está pensada para apuntar el tratamiento a las zonas concretas del cerebro, independientemente del tamaño o forma de la cabeza de cada paciente.
El dispositivo dirige la corriente eléctrica a dos regiones del cerebro que están asociadas con el dolor menstrual y el síndrome premenstrual, como indica la empresa, la corteza motora y la prefrontal. La primera se encarga de la percepción del dolor y la segunda del estado de ánimo.
En una entrevista para Tech Crunch, la cofundadora y directora ejecutiva de Samphire, la doctoranda en neuropsiquietría Emilé Radytė, explica que al mejorar el estado de ánimo los días previos a la menstruación, la paciente mejora también su predisposición a manejar el dolor, consiguiendo así mejores efectos que los que estarían obteniendo otros proyectos enfocados solo al dolor en personas con fibromialgia, por ejemplo.
El uso del tDCS se ha enfocado recientemente en tratamientos del dolor crónico, pero también en la depresión, aunque este segundo enfoque está menos extendido y estudiado. Samphire no es la única, otras empresas como Flow Neuroscience han centrado su tecnología en tratar la depresión independientemente del género.
La idea de Samphire se basa, según explican, en dos trabajos de investigación centrados en el dolor menstrual y el síndrome disfórico premenstrual. Realizados en Australia y Brasil, encontraron fuertes efectos de esta tecnología para ambos problemas. En la web afirman que su tecnología está respaldada por más de 8.000 artículos de investigación revisados por pares, incluido su propio ensayo clínico.
El dispositivo
Con este objetivo en mente, Radyté y su equipo han desarrollado un dispositivo para la cabeza que pueda portarse a cualquier lado y pase lo más desapercibido posible. No hay que olvidar que la menstruación sigue siendo un tabú en muchos ambientes. Se coloca sobre el cabello y dos bandas en la parte inferior aplican la pequeña descarga.
La diadema se debe usar los días previos al periodo, cuando los niveles hormonales cambian en gran medida y se produce el llamado síndrome premenstrual. Durante un espacio de cinco días antes de padecer la fase de mayor dolor.
La usuaria debe rociar una solución salina sobre las esponjas conductoras en la parte inferior de la diadema para garantizar que la corriente fluya correctamente durante el tratamiento de 20 minutos y a través del pelo.
El ensayo clínico contó con un 67% de personas racializadas para comprobar los efectos en todo tipo de cabellos y pieles. Por ello, descubrieron que el pelo grueso y con mucho volumen de las personas afro puede dificultar el funcionamiento salvo que se usen pequeñas trenzas.
Para cuando el dispositivo se pueda comercializar, Samphire pretende desarrollar una aplicación que facilite las instrucciones de uso y avise a la mujer en el momento correcto para aplicarlo. Esta herramienta también serviría como sistema de seguimiento detallado del ciclo menstrual. La empresa también aspira a abordar los síntomas de la menopausia y la depresión posparto en adelante
En cuanto a la seguridad del dispositivo, los efectos secundarios registrados son leves, cierta picazón u hormigueo hasta que la piel se acostumbra al principio. Comparan las emisiones eléctricas de la diadema asegurando que son mucho más bajas que las que emiten los teléfonos móviles.
Solo unas pocas mujeres han sufrido migrañas que se disiparían a los 30 minutos de haber usado la diadema. No obstante, la empresa asegura que es un método seguro y lo quiere demostrar consiguiendo la aprobación de la Unión Europea para poder vender el dispositivo en este mercado antes de ampliar a otros países.
Pruebas y certificación
La compañía espera que los reguladores europeos aprueben la comercialización de su primer dispositivo. Se espera que la certificación CE se consiga a finales de año. Su precio estaría en los 409 euros, es posible apuntarse a la lista de espera. Para conseguir esta certificación, la start-up ha realizado un ensayo clínico con 50 mujeres (Flow Neuroscience utilizó 150 participantes en su ensayo) que puntuaron el dolor y estado de ánimo durante un ciclo menstrual usando el dispositivo y otra prueba con el modelo portátil en un periodo de cinco días antes de que les llegara la regla. Una muestra recibió un equipo falso para comprobar el efecto placebo.
También se analizó el siguiente ciclo, sin tratamiento alguno para comprobar si los efectos se prolongan en el tiempo. El dolor de las personas disminuyó en un 52 % cuando usaban el dispositivo activo, y siguió disminuyendo el mes siguiente
No se necesitará la aprobación de un médico para comprarlo pues, según aclaran, su estudio ha revelado que las mujeres siguen teniendo muy poca confianza en los médicos para manejar este tipo de problemas de salud y escuchan más los consejos de una amiga. No obstante, también trabajan con especialistas y hospitales para llevar a la atención sanitaria esta alternativa a los medicamentos.