Las lluvias que han tenido lugar durante la Semana Santa en España han mejorado la situación general de las reservas de agua en los embalses, dando un respiro a la sequía. Aun así, este líquido sigue siendo un bien cada vez más escaso, por lo que no hay que desperdiciarlo. En ese sentido, varias empresas han acudido a la tecnología para buscar alternativas, como en Andalucía, donde hay un invento que produce mil litros al día u otro que ahorra un 30% de este recurso en el riego de jardines. Ahora, una compañía ha sorprendido con unas tejas que recogen, filtran y almacenan el agua de lluvia.
El agua es un recurso vital que escasea cada vez más a causa de la contaminación y del cambio climático. Alrededor de un tercio de la Unión Europea está expuerto a escasez de este líquido permanente o temporalmente, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Para reducir este riesgo lo máximo posible, Jean-Baptiste Landes, un francés especialista en hidroelectricidad y gestión caudales fluviales, ha dado con una solución: Cactile, una revolucionaria teja que optimiza la recuperación y almacenamiento del agua de lluvia.
Una teja que se ha inspirado en la evolución del cactus y cuyo desarrollo ha sido el resultado de una colaboración entre expertos en diveros campos, entre los que se incluyen ingenieros industriales, diseñadores y profesionales de la construcción. Además, Cactile permite a cada edificio contribuir a la adaptación al cambio climático y es una interesante solución para los tejados inclinados, que representan miles de millones de metros cuadrados y que están ideados para evacuar el agua de lluvia. En este caso, Landes ha intentado sacar partido a estas superficies con su invento.
Almacena agua de lluvia
Cactile es una teja que está fabricada en acero galvanizado que es un elemento de acero recubierto por varias capas de zinc mediante un proceso que ayuda a proteger la pieza de la oxidación. Gracias a ello y a su diseño, este invento ralentiza la escorrentía del agua de lluvia en los tejados y optimiza su absorción. Una de sus ventajas es que durante una tormenta, estos paneles pueden captar aproximadamente el 94% del agua de lluvia y, en caso de precipitaciones moderadas, este porcentaje aumenta hasta el 96%, según sus creadores.
La recogida del agua de lluvia que fluye sobre la superficie de estas tejas se realiza a través de unos sumideros cuyas formas y tamaños se han diseñado especialmente para captar la mayor cantidad posible de este bien tan preciado. No sólo eso, sino que gracias a estas entradas ideadas con precisión este sistema también previene e impide al mismo tiempo el paso de desechos y hojas. Aunque actualmente se está desarrollando una nueva versión que vendría con una rejilla y que debería filtrar aún más el agua gracias, según Jean-Baptiste Landes.
Además de por su capacidad para captar grandes cantidades de agua de lluvia, Cactile también destaca por otras de sus características: su capacidad de almacenamiento. Según su creador, estos paneles cuentan con un depósito que les permite guardar hasta 40 litros de agua por metro cuadrado. Gracias a esta característica, los usuarios podrían utilizar esa cantidad de agua de lluvia para una variedad de tareas domésticas y de riego de plantas; por lo que también se potencia la autosuficiencia de los hogares y se reduce la dependencia del suministro municipal.
Y es que este sistema es capaz de proporcionar agua de lluvia gratis allí donde esté instalada. Su instalación "es sencilla y eficaz", según su página web, pero hay que tener en cuenta que para ello es necesario fijar los receptáculos que luego albergarán los depósitos, cubiertos por los paneles del tejado. Igualmente, Cactile está totalmente equipado con sensores que permiten controlar los niveles de agua y, en caso de fuertes lluvias, el sistema puede evacuar el agua si se desborda.
Asimismo, y con el objetivo de garantizar su adaptación a las estructuras de tejados existentes, su creador ha tenido en cuenta las limitaciones vinculadas a las distancias entre ejes, así como las relativas a las cargas. Landes diseñó estos paneles para que no pesaran más de 60 kilogramos por metro cuadrado, es decir, 20 kilogramos por metro cuadrado de materiales y 40 litros de agua. Por lo que el invento dispone de un peso reducido e inferior a algunas cubiertas de tejas convencionales, que pueden alcanzar los 70 kilogramos por metro cuadrado.
Apta en varios escenarios
La innovadora teja Cactile se puede instalar en una gran variedad de escenarios. Por ejemplo, su creador señala que esta teja está ecodiseñada y gracias a su diseño único y elegante se podría usar en edificios nuevos o a reformar. Además, su sistema de control automatizado facilita la gestión del agua en la parcela y, por tanto, la ejecución de proyectos en zonas urbanas. También es apta para propietarios privados, quienes al instalar estos paneles en sus casas pueden sacar provecho a la recogida de agua de lluvia sin bomba eléctrica ni consumo energético.
Cactile también es apta para las comunidades, ya que ayuda a combatir las inundaciones por escorrentía. Incluso estos paneles se pueden aprovechar en los edificios públicos para dejar espacio al agua de lluvia en la ciudad sin tener que realizar obras en el suelo y sin sacrificar otros usos que tenga dicha localidad. Una teja que podría redistribuir el agua almacenada para limpiar las calles y apoyar la ecologización urbana, según detalla su creador en la web del proyecto.
Este proyecto está aún en unas primeras fases y ya hay programado un piloto para finales de este año; y se espera que los primeros tejados que utilicen este sistema de recogida de aguas pluviales vean la luz a principios de 2025. Un sistema que se posiciona como una solución prometedora frente a los retos de la escasez de agua que se afrontan actualmente; y que pone de manifiesto el potencial de las tecnologías sostenibles en la adaptación al cambio climático.