La jornada electoral en Cataluña comenzó con la paralización de una buena parte de los trenes Rodalies que conectan Barcelona y su extensa aérea metropolitana entre sí. Un importante problema de movilidad que se ha alargado durante toda la jornada y en el que los técnicos de Adif llevan trabajando desde que se detectó en las primeras horas del domingo, todavía sin fecha de reapertura dado el alcance de los daños.
El responsable de este caos el día que la Generalitat llamaba a las urnas a millones de catalanes es el robo de cobre en las inmediaciones de la estación Montcada Bifurcación, situada al norte de Barcelona y en el término municipal de Montcada y Reixach. "El robo de un cable del sistema de electrificación en Montcada Bifurcación ha provocado desde las 4 de la mañana diversos incendios en el cableado del sistema de señalización y de enclavamiento en el entorno de Barcelona, afectando a todas las líneas de la red de cercanías", publicaron desde Adif en la mañana del domingo.
"Están afectadas las instalaciones de señalización, comunicaciones y seguridad, cambios de agujas y otros equipos, lo que impide la circulación", indicaron. "También se han evacuado los andenes de la estación de Paseo de Gracia por la presencia de humo en el túnel".
Este humo al que hace referencia Adif es fruto de sendos fuegos eléctricos provocados por la sustracción del cobre original. Uno de ellos se ha producido en el cableado entre Clot y Sant Adrià, que está afectando a las circulaciones en el túnel de Plaza Cataluña. El humo también ha estado presente en la estación de Sagrera. Al cierre de este artículo, una parte importante de la circulación de trenes continuaba paralizada y no se espera que se reanude la frecuencia de paso normal próximamente.
Fuentes del Ministerio de Transportes han apuntado a Efe que las características del suceso no concuerdan con un robo de cobre ordinario. La sustracción del metal sí se ha confirmado, aunque en poca cantidad como para considerarse un motivo puramente económico. las mismas fuentes remiten a la investigación policial para aclarar si tiene algún tipo de relación con las elecciones.
Sistemas de seguridad
Más allá del propio robo del cobre, algo a lo que en Adif están muy acostumbrados, o del boicot planificado, el responsable de la paralización de la circulación de trenes de cercanías en Barcelona ha sido la caída de un feeder. Un feeder de alimentación es el cable que, partiendo de la subestación eléctrica, alimenta en un punto determinado a la línea aérea de contacto (LAC, por sus siglas), popularmente denominada catenaria.
Estos feeder sirven, por tanto, para proporcionar corriente eléctrica a los trenes que se conectan a él mediante el pantógrafo. Son cables de alta tensión que en España van desde los 3.000 a los 11.000 voltios y depende del uso al que esté destinado la vía sobre la que está tendido.
Según las primeras investigaciones, un cable de la LAC habría caído sobre una señal ferroviaria aledaña a la vía, lo que habría provocado la transferencia de corriente eléctrica desde la línea que alimenta al tren hacia parte de los sistemas de seguridad presentes la red de Rodalies. Este hecho habría provocado picos de tensión inasumibles por los circuitos eléctricos de estas instalaciones de más baja tensión y, debido a ellos, el incendio en diversos puntos de la red ferroviaria.
Por su parte, los enclavamientos ferroviarios a los que hace referencia Adif son los sistemas encargados de controlar el funcionamiento de todos los dispositivos situados en la vía para que se cumplan todos los estándares de seguridad. Uno de los más importantes son las agujas que controlan los cambios de vía y que son esenciales para la gestión del tráfico ferroviario entre estaciones.
También son los encargados de gestionar las señales para que los trenes puedan avanzar hacia su destino conociendo el estado de la vía y que permiten al maquinista anticiparse a las posibles paradas o restricciones que pueden ocurrir más adelante. Del mismo modo, los enclavamientos se encargan de la gestión de los calces y las semibarreras de paso a nivel.
De esta forma, el problema es doble para los técnicos. El primero es restablecer el tramo de cobre sustraído o malogrado y el segundo es reparar todas las instalaciones de seguridad dañadas, algo que podría llevar incluso más tiempo al tratarse de sistemas más avanzados con elevada carga tecnológica.
"La situación es muy compleja y minuto a minuto vamos viendo lo que se puede hacer y cómo se puede ampliar la circulación. Hoy es un día muy complicado en Rodalies", ha asegurado el director de Rodalies, Antonio Carmona, que ha señalado que se ha pedido a los Mossos que "extremen" la vigilancia en la red de transporte.
Nudo clave
Fuentes del Ministerio de Transportes han apunta a Efe que el corte del cable se ha producido en un punto de difícil acceso, en un paso debajo de la autopista, rodeado de cañas y al que hay que subir por un terraplén. Este punto y, por tanto, la señal quemada por la caída de la línea aérea de contacto se encuentra a 300 metros de la estación de Montcada Bifurcación.
La ubicación del problema técnico surgido es en sí mismo otro quebradero de cabeza más para Adif. La estación afectada es uno de los puntos más importantes del sistema de Rodalies barceloneses al que se suman al resto de instalaciones dañadas en varios puntos dispersos de las infraestructuras.
Se trata de un "nudo ferroviario clave en el norte de Barcelona", señalan las mismas fuentes. Una ubicación con muchas vías, cambios de agujas y señales; así como un centro de mantenimiento de Adif y un taller de Renfe.
Los trenes que circulan los por tramos más al sur de la red de Rodalies tan sólo pueden alcanzar las estaciones de Bellvitge y L'Hospitalet de Llobregat. Por su parte, que por el norte las últimas estaciones con líneas operativas al momento de escribir esto son las de Cerdanyola y Montcada Ripollet. Se trata, por tanto, de una avería de grandes magnitudes dada "la gravedad, la dispersión y el alcance de los daños", según recoge Adif.
El Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios ha pedido que se abra "una investigación judicial que trascienda el mero robo de cobre" y que tenga en cuenta "el cúmulo de boicots que está sufriendo la red de Rodalies de Cataluña en los últimos años". También han indicado que son "unos sabotajes que parecen dirigidos a impedir el correcto funcionamiento del servicio" y no se llevan a cabo de forma aislada. El sábado se registraron varios sabotajes y uno de ellos logró inutilizar el núcleo de la red, situado en la ciudad de Barcelona.