Los megayates se han convertido en uno de los últimos caprichos de los multimillonarios. Unas embarcaciones que en verano se pueden ver por los mares de España y que han ido evolucionando al adoptar tecnologías innovadoras y diseños impresionantes, como Colossea, cuya cabina de mando se transforma en un dirigible, o Deep Sea Dreame, uno que se convierte en submarino para navegar a 100 metros de profundidad. Aun así, hasta ahora no se había visto algo como EXO-X, ideado para explorar el océano y que viene con un observatorio emergente.
EXO-X es obra de Finn Berg, un diseñador británico que acaba de terminar una licenciatura en Diseño de Automóviles y Transportes en la Universidad de Coventry, En Reino Unido. Se trata de un megayate de lujo pensado para explorar que cuenta con una interesante característica pionera en el sector: un "ascensor observatorio" telescópico que se eleva desde el techo para ofrecer a los navegantes unas vistas panorámicas ininterrumpidas para explorar y poder ver mejor las ballenas o los delfines, por ejemplo.
Berg no explica qué significa el nombre de su megayate, solamente señala que está pensando "para ir a sitios y viajar" y que forma parte de su proyecto de fin de carrera. Los megayates exploradores, de los que forma parte EXO-X, son una clase relativamente nueva de grandes embarcaciones privadas y cuya popularidad ha aumentado en los últimos años, ya que son capaces de llegar a lugares remotos, van cargados de material de exploración y cuentan con características específicas para la investigación.
Un observatorio emergente
El EXO-X es un megayate de lujo con una eslora de 63,3 metros, una manga de 11,3 metros y un calado de 2,2 metros, lo que le permite llegar a todas partes. Su principal atractivo es su "ascensor telescópico" de observación, que es exactamente lo que su nombre indica: un ascensor que se eleva desde el techo del solárium para ofrecer las mejores vistas a los navegantes. Según se muestra en la imagen, es como una extensión tubular en la que podrían caber dos personas a la vez.
Un punto de observación que nunca antes se había diseñado en un megayate, según Berg. Otra de las grandes características de esta embarcación es su salón subacuático -algo que ya se había visto en otros barcos-, que tiene un buen tamaño y un aspecto de lujo. Un espacio que está situado justo debajo del nivel del agua para ofrecer una buena visión tanto de la superficie como de la profundidad del mar; y que se ha ideado como una sala de proyecciones grande con cómodos sofás frente a una ventana que va del suelo al techo.
EXO-X también dispone de una proa casi vertical y un casco robusto que ayuda al megayate a surcar las olas. En cuanto al sistema de propulsión, el diseñador asegura que imagina a su embarcación funcionando con tres pilas de combustible de metanol que formarían parte de un sistema "preparado para el futuro". Y aquí cabe señalar que algunos astilleros ya están experimentando con estos mecanismos para reducir las emisiones, aunque por el momento no las han integrado.
Un sistema que está ideado para frenar las emisiones y reducir el impacto en los entornos vírgenes que están destinados a explorar. Y es que el EXO-X es un megayate idóneo para realizar exploraciones privadas o incluso expediciones científicas. De hecho, la cubierta principal de este barco está equipada con un laboratorio totalmente equipado en el que un equipo de científicos puede llevar a cabo sus investigaciones.
El EXO-X evoca al refinado diseño japonés y cuenta con unos elegantes interiores que están adornados con muebles contemporáneos y elegantes; además de tener llamativas obras de arte y una gran iluminación. Un megayate de lujo que tiene capacidad para alojar a 12 invitados, más una tripulación de 14 personas y a un equipo de científicos de cuatro personas. Como curiosidad, la suite del propietario se distingue por sus generosas proporciones y un ventanal gigante.
De helipuerto a piscinas
Además de las distintas funciones para la exploración de los océanos, el megayate EXO-X también ofrece otra serie de elementos que también merecen la pena señalar. Por ejemplo, en la cubierta principal tiene unas puertas de ala de gaviota que conectan el salón con la piscina de popa; y más adelante hay otro espacio para darse un chapuzón y un garaje con capacidad para dos embarcaciones auxiliares de 9 metros, un par de motos acuáticas y un bote de rescate.
En la popa también se encuentra un helipuerto y un solárium diseñado para relajarse y para tomar el sol, que está ubicado junto con un salón panorámico. El barco también dispone de varias zonas de descanso al aire libre. Por el momento EXO-X es tan sólo un concepto de un superyate de lujo, por lo que todavía se desconoce si terminará pasando a la siguiente fase de desarrollo si aparece alguien o un astillero interesado. Aun así, no deja de ser un barco de exploración realmente impresionante y único.