Dinamarca es el país del audio por excelencia. A la intensa y extensa cultura por la alta fidelidad se une toda una industria potente con multitud de compañías experimentadas que se apoyan en instituciones académicas de primer orden. Un ecosistema de colaboración que propicia la investigación y desarrollo de las tecnologías más punteras que después llegan a la cotidianidad de millones de usuarios de este tipo de dispositivos.
Para poner esto en perspectiva, más del 50% de todas las ventas de audífonos del mundo proceden de fabricantes daneses, y en la actualidad hay más de 60 programas de licenciatura y máster en instituciones educativas donde el sonido es una parte esencial del programa docente. Harman Kardon es la más reciente e importante incorporación con la apertura hace unas semanas de su primer laboratorio de ingeniería de audio de consumo en suelo europeo.
Las instalaciones de Harman Kardon se encuentran en Kvistgård, a unos 40 kilómetros al norte de Copenhague, donde disponen de varias salas dedicadas a la experimentación y creación de nuevas tecnologías que poco a poco se irán incluyendo en los equipos de audio de consumo tanto de la misma compañía como de JBL. En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos podido entrar, observar y experimentar de primera mano —o de primer oído— algunas de ellas.
"Como ingeniero danés que ha desarrollado toda su carrera en el sector del audio, la apertura de nuestro nuevo laboratorio es un momento de gran orgullo para mí", señaló durante la presentación de la visita Carsten Olesen, presidente de audio para el consumidor de Harman. "Con la ampliación de nuestra sede danesa en Kvistgård estamos creando infraestructuras y cultivando un espacio para la innovación, la colaboración y los avances pioneros que impulsarán la industria de audio".
Cancelación de ruido
El laboratorio recién inaugurado incluye una cámara de sonido difuso donde los ingenieros pueden probar el rendimiento sonoro de los diseños. Para ello emplean la denominada Curva de Escucha Harman, una referencia mundial para medir la calidad de audio. Se trata de una sala pequeña convenientemente aislada y provista de los prototipos de los dispositivos que algún día llegarán al mercado.
"Lo primero de todo, necesitamos hacer muchas grabaciones para nuestra simulación y verificación de conceptos", señala un ingeniero de la compañía. En el centro de la sala sorprende una dispositivo al que se han colocado dos orejas artificiales simulando un pabellón auditivo estándar donde probar los diseños.
Los prototipos de dispositivos allí presentes cuentan con una serie de medidores que se unen a los sensores integrados en la propia sala del laboratorio. El foco está en poder captar toda la información posible sobre cómo suenan los auriculares cuando se los coloca una persona en sus orejas.
Aunque el aspecto más importante de este laboratorio es el que sirve para investigar la cancelación de ruido. En esa misma sala, los técnicos de Harman han colocado una serie de altavoces que simulan ruidos cotidianos. "Como puede ser el de una cafetería". La oreja artificial —integrada en el sistema de medición— junto con el auricular que se está probando en ese momento experimentan exactamente las mismas situaciones que cualquier usuario en su periplo diaro.
Los ingenieros también emplean ruido rosa para realizar las mediciones de cancelación. Se trata de un ruido muy característico con una serie de propiedades acústicas que se utilizan en la industria para realizar mediciones, ecualizar salas y habitaciones y para calibración de material sonoro.
Dentro de la misma sala también disponen de un maniquí que puede llevar auriculares. "Se asemeja mejor a la forma humana", explican, lo que proporciona mejores resultados en las mediciones, aunque reconocen que las orejas simuladas permiten una mejor estandarización.
Anexo a la sala, cuentan con una pequeña estación de mandos desde donde controlan todos los sensores. "Utilizamos software comercial para los análisis sonoros, pero también empleamos herramientas desarrolladas por nosotros mismos y que se ajustan a la tecnología que tenemos".
Audio espacial, clave
Una de las novedades más destacadas de la visita es la que está preparando Harman y JBL para sincronizar sus dispositivos y proporcionar audio espacial. El escenario ideal de esta tecnología es un televisor al que se ha conectado de forma directa una barra de sonido y, alrededor del usuario una serie de altavoces que son los que proporcionan diferentes fuentes de audio.
El secreto tecnológico detrás del audio espacial de la compañía radica en Auracast, un estándar Bluetooth que permite compartir el sonido entre varios dispositivos al mismo tiempo y en el que Harman Kardon está trabajando para incorporar en más altavoces.
La experiencia dentro del laboratorio de Harman consistió en sentarnos frente a un televisor al que estaban conectados una serie de altavoces. Una persona del equipo de la compañía reprodujo un breve vídeo y, tras él, se nos planteó la pregunta de cuántos altavoces creíamos que estaban conectados. Las respuestas fueron muy variadas, pero los allí presentes coincidimos que, mínimo, había media docena.
La sorpresa surgió cuando el ingeniero de Harman indicó que sólo 3 habían sido los responsables de proporcionar la experiencia sonora. En el cortometraje reproducido, el audio parecía venir de todas partes. Los truenos de la tormenta se escuchaban desde el techo, la fauna selvática de detrás y el resto de ruidos de prácticamente de cada ángulo, la sensación era de estar rodeados de altavoces.
Harman se encuentra desarrollando actualmente una aplicación para gestionar esta interconexión que se combina con el software y el hardware incorporados en cada uno de sus dispositivos, entre los que se incluyen los de JBL. Los altavoces —que también tienen micrófonos— son capaces de saber dónde están situados en el espacio respecto al resto de sus compañeros y cómo es la sala donde se encuentran. Con esta información, el software es capaz de repartir el audio entre los dispositivos y consigue así ser espacial.
La malla de audio estaba compuesta por una barra de sonido de gama de acceso, un altavoz portátil como esos que se pueden llevar a la playa y otro más portátil más enfocado al hogar. La barra estaba debajo del televisor, el primer altavoz portátil a su derecha sobre una repisa y el último detrás del personal. Los dispositivos "hablan entre sí a través de la tecnología patentada por Harman e incluso saben dónde están situados en el espacio", explicaron en la demostración.