Los residuos plásticos y la dificultad para extraerlos y eliminarlos de la naturaleza se han convertido en uno de los grandes desafíos de la humanidad. A esto se suma la necesidad de generar más energías renovables y limpias, a nivel industrial o doméstico. Dos problemas que requieren de soluciones urgentes y para los que hay abiertos numerosos proyectos de investigación, algunos incluso plantean solucionar ambos con un mismo invento.
En sólo 20 años, la producción anual de residuos plásticos en todo el mundo se ha duplicado, se ha pasado de 180 millones a más de 350 millones de toneladas, según indica un informe de Perspectivas Mundiales del Plástico de la OCDE. En España solo se recicla menos del 12% de esta basura.
Lo mismo ocurre en otros países donde cada vez hay personas con mayor conciencia del problema, como el inventor de este producto, CarisMatic, un pequeño generador del tamaño de una caja de zapatos que convierte el plástico en electricidad para tener luz en casa por la noche, cargar la batería del coche o a una escala mayor a nivel industrial. La empresa que ha creado este veterano de la ingeniería a partir de su invento aspira a limpiar el planeta, mientras suministra energía limpia.
Una caja de zapatos
Dan Caris se topó hace años con un problema con el que muchas personas se sentirán identificadas. Tenía unos cartuchos de impresora comerciales y quería reciclarlos, le dijeron que no se podía reciclar y los cartuchos acabaron en el vertedero. Este simple gesto sirvió para que Caris tomara conciencia del problema global que suponen los desechos plásticos actualmente y tratara de darle solución.
Más del 99% del plástico está fabricado a partir de combustibles fósiles —eminentemente petróleo y gas— y su reciclaje es complejo. Es, en esencia, combustibles endurecidos, por lo que este inventor decidió idear la forma de extraer esa energía. "No solo producirá energía, sino que también producirá casi cero emisiones mediante el uso de tecnología de captura de carbono ya existente", afirman desde el proyecto.
El prototipo se ha conseguido diseñar como una caja de zapatos, "más pequeña que la mayoría de las unidades de aire acondicionado", aseguran. El dispositivo es autónomo, diseñado con tecnología ya existente y solo requiere, según explica su inventor, un puñado de la basura más extendida en el mundo, el plástico. Su intención es crear diferentes modelos con distintos tamaños para que puedan servir como generador domésticos o a mayor escala.
Aunque su inventor ahora es una persona de avanzada edad, el desarrollo de esta máquina hasta conseguir las patentes le ha llevado más de 10 años de trabajo, teniendo a sus espaldas 40 años de experiencia en ingeniería.
Así funciona
Tras conseguir las patentes en 2022, el inventor reveló que el generador se compone de entre ocho y diez sistemas independientes, una combinación electroquímica, térmica y mecánica. El invento no requiere de ningún otro tipo de combustible o fuente de energía, solo basura compuesta de plásticos, como las botellas, bolsas y otros productos que acaban en casa en el recipiente para reciclar.
La máquina produce una nube de plástico pulverizado que se calienta a alta temperatura en una cámara cerámica, este pasa a una unidad de intercambio de calor, donde el vapor que se genera hacer girar a una turbina y así se acaba produciendo electricidad. La turbina es de capa limite, un invento de Nicola Tesla de 1913 y su principal cualidad es que no utiliza aspas.
Mientras este proceso se completa, el plástico sobrecalentado se reduce a un nivel molecular, donde se combina químicamente con un convertidor. La empresa menciona la captura de carbono, un proceso ampliamente utilizado por las industrias más contaminantes como las eléctricas y que se está aplicando en otras iniciativas ecológicas.
La empresa no indica la capacidad que tiene su actual prototipo para generar electricidad según los gramos de plásticos reciclados. Aunque el plan de la compañía era iniciar la fabricación de las primeras unidades a finales del año pasado, este proyecto aún está lejos de darse por finalizado, las últimas publicaciones de la empresa muestran que el diseño sigue evolucionando: en vez de utilizar cerámica, el equipo de ingenieros se ha decantado por mejorarlo con aluminio anodizado.
Otros proyectos similares
El generador de Caris no es el único invento que en los últimos años ha propuesto alcanzar dos nobles objetivos a la vez: la eliminación de residuos plásticos y la generación de energía limpia. Puesto que el mar es uno de los lugares donde más preocupa la contaminación por este material, diferentes proyectos han planteado que los barcos se impulsen convirtiendo los residuos en energía.
Por lo general el funcionamiento de estos inventos es similar, por ejemplo, mediante la licuefacción hidrotermal. Este que permite convertir residuos como el plástico en un biocarburante al calentar y despolimerizar el material a temperaturas de hasta 500º C y a presiones de 250 a 300 veces mayores que las del nivel del mar.
En otros casos, simplemente se han diseñado redes o barcos que van recogiendo la suciedad del mar. Al separar los desechos plásticos de otros residuos como el vidrio, los primeros se pueden reconvertir en combustible en pleno mar, para llevar los segundos a las plantas de reciclaje que ya hay en tierra firme.