Cuando en 2020 se presentó en España PlayStation 5 con una versión sin lector de discos, un hecho quedó claro: la supremacía del formato digital. Si bien existen inventos que reinterpretan los DVD y los vinilos, elementos como los CD o los disquetes han quedado en el olvido. Sorprendentemente, Japón seguía usándolos en sus sistemas gubernamentales, hasta ahora.

Así lo relata Reuters, que expone cómo Japón se ha librado por fin de los disquetes en su Gobierno. Ya el mes pasado, la Agencia Digital del país había puesto en marcha su plan para eliminar progresivamente estos disquetes, derogando más de 1.000 regulaciones que regulaban su uso dentro del gobierno.

Taro Kono, ministro de Medios Digitales de Japón, relató a la agencia de noticias que por fin habían "ganado la guerra" a los disquetes el pasado 28 de junio. Eso sí, no todo está logrado, ya que el ministerio de Kono aún se enfrenta a otras tecnologías ya obsoletas, como las famosas máquinas de fax masificadas durante años en Japón.

Adiós a los disquetes décadas después

Los disquetes, también conocidos como floppy disk, fueron unidades de almacenamiento magnéticas que dominaron el mercado entre las décadas de los 70, 80 y 90. Básicamente eran pequeños discos conformados por láminas circulares que estaban guardadas en cubiertas de plástico. Se insertaban en una ranura dedicada en los equipos informáticos compatibles.

Los más populares fueron los disquetes de 3,5 pulgadas, pero sus formatos eran muy variados; iban desde las 3 hasta las 8 pulgadas, y dependiendo del formato, tenían más o menos capacidad. El problema es que este tipo de dispositivos eran engorrosos y ocupaban mucho espacio. La estandarización y abaratamiento de otros formatos como el DVD, el CD o los más recientes SSD los ha acabado por descontinuar.

Tanto es así, que los disquetes llevan descontinuados desde al menos el año 2011, con las clásicas excepciones en fabricantes y empresas que siguen usándolos. Los sistemas gubernamentales de Japón seguían no solo valiéndose de este tipo de disquetes, sino que aún mantenían mucha tecnología obsoleta que a nivel de consumo estaba en total desuso.

Es aquí donde entra en juego la Agencia Digital, que nació en los peores momentos de la COVID-19 en el año 2021, como parte de un esfuerzo gubernamental para extender tanto las pruebas de COVID como las propias vacunas por la población. Esto arrojó luz sobre la preocupante dependencia del gobierno japonés sobre estas tecnologías analógicas.

Esta Agencia ha sido precisamente la impulsora del sistema My Number de Japón, o tarjeta de número personal que sirve como sistema de identificación para cuestiones fiscales y de seguridad social. Sirve tanto para los ciudadanos propios de Japón como para los residentes habituales del país, y consta de 12 dígitos. Esta iniciativa aún no está todo lo extendida que al ministerio de Kono le gustaría.

Con estos esfuerzos y con la eliminación de hasta 1.034 regulaciones oficiales que aún exigían el uso de estos disquetes, la victoria del ministerio parece clara. De hecho, solo queda una única normativa que aún se mantiene en torno a los disquetes; una restricción medioambiental que tiene relación con el reciclado de vehículos que, presumiblemente, acabará por suprimirse también.

Solo hay que ver algunas de las características intrínsecas de estos disquetes para saber que hoy en día son inútiles. Los disquetes más amplios podían almacenar en torno a 1,44 megabytes de capacidad, algo irrisorio si tenemos en cuenta que las imágenes modernas superan por decenas ese tamaño. Solo algunos fabricantes los mantienen para evitar el uso de drivers en sus dispositivos.