Los amantes de la aviación en España que esperan con fuerza la irrupción de los coches voladores están de enhorabuena. No faltan ejemplos que llegarán en el futuro, como el taxi volador de Joby Aviation capaz de alcanzar los 320 kilómetros por hora. Esta misma empresa acaba de llevar a cabo un logro tremendo en el futuro de los taxis aéreos libres de emisiones: un vuelo de más de 840 kilómetros usando hidrógeno.

Joby Aviation afirma haber conseguido realizar un vuelo con un avión demostrador de despegue y aterrizaje vertical hidroeléctrico con una longitud total de 841 kilómetros, usando únicamente agua como único subproducto para su funcionamiento. La empresa desea que este avance sirva como piedra angular para los futuros vuelos regionales libres de emisiones contaminantes. 

Pese a que ha sido anunciado ahora, el avión de demostración pudo completar el vuelo el pasado 24 de junio. El dispositivo completó el vuelo de 841 kilómetros sobrevolando sobre la zona de Marina, California, sin realizar una sola emisión contaminante. Lo más sorprendente es que ni siquiera agotó el combustible de hidrógeno al completo, ya que en el momento del aterrizaje, al avión le quedaba un 10% de su carga.

841 kilómetros usando hidrógeno

Joby Aviation, con sede en Santa Cruz (California) explica que pudieron realizar este vuelo de 841 kilómetros sobre su base en el estado californiano, siendo este el "primer vuelo hacia adelante de un avión de despegue y aterrizaje vertical propulsado por hidrógeno líquido".

La prueba pudo contar con el apoyo de Agility Prime, el programa de la Fuerza Aérea que pretende revolucionar la industria aeroespacial impulsando la industria comercial de vehículos eVTOL y conseguir sistemas de propulsión eléctricos (o híbridos). Jacob Wilson, jefe interino de la división AFWERX de Agility Prime ha visto con buenos ojos la prueba de vuelo, y ha alabado sus resultados.

Diagrama de los sistemas hidroeléctricos que usó el avión. Joby Aviation Omicrono

El demostrador usado en la prueba es totalmente eléctrico y ha sido impulsado por hidrógeno. Es el fruto de la colaboración entre la propia Joby y H2FLY2, su filial alemana adquirida en 2021 ya que integra la tecnología desarrollada por ambas entidades. De hecho, el avión de demostración se basa en el programa de desarrollo de taxis aéreos eléctricos de Joby.

Tanto es así que el avión en cuestión era un prototipo de preproducción Joby que fue reconvertido a un avión eléctrico de batería, el cual además integraba un tanque de combustible criogénico con una capacidad de 40 kilos de hidrógeno líquido. Un aspecto muy llamativo es que el avión contaba con un sistema de baterías reducido, porque este contaba con el mismo fuselaje y arquitectura que los aviones eléctricos de batería de Joby.

Demostrador de Joby. Joby Aviation Omicrono

El avión también incluyó un sistema de celdas de combustible procedente de H2FLY que usó el hidrógeno para generar calor, agua y energía. El hidrógeno ubicado en el tanque se encargaba de alimentar el sistema H2F-175 desarrollado por la firma generando electricidad a través de una reacción electroquímica, produciendo agua y calor como subproductos y eliminando de la ecuación las emisiones contaminantes.

La electricidad generada de esta manera pudo alimentar los seis rotores del avión de demostración. Eso sí, contaba con una batería que se usó principalmente en los procedimientos de despegue y aterrizaje de la prueba, la cual se recargaba gracias a este sistema construido por H2FLY. En definitiva, las baterías proporcionaban una pequeña energía extra, crítica en el despegue y el aterrizaje. 

Joby Aviation asegura que el avión, ya convertido, pudo completar pruebas de más de 40.000 kilómetros como un avión eléctrico de batería en la base de Joby de Marina. El CEO y fundador de Joby, Joe Ben Bevirt, cree que esta tecnología "cambiará fundamentalmente la forma en la que nos movemos por las ciudades", además de redefinir "los viajes regionales usando aviones eléctricos de hidrógeno". 

Así, Bevirt puso sobre la mesa un escenario idílico que su demostrador podría abrir. "Imagínese poder volar de San Francisco a San Diego, de Boston a Baltimore o de Nashville a Nueva Orleans sin necesidad de ir a un aeropuerto y sin emisiones excepto el agua. Ese mundo está más cerca que nunca", dijo el CEO en el comunicado.