El transporte de mercancías está en una encrucijada histórica. La electrificación va ganando terreno, también en España, con la llegada de los primeros camiones, barcos y aviones totalmente eléctricos e incluso autónomos. Sin embargo, en países como Japón están buscando nuevas alternativas logísticas, como un sistema automatizado para trasladar millones de toneladas de carga de forma totalmente automatizada, equivalente a la presencia de 25.000 camiones en las carreteras.
Es un ambicioso proyecto de largo recorrido promovido por el Ministerio de Territorio, Infraestructuras, Transporte y Turismo japonés, que desde febrero de este mismo año está trabajando con un grupo de expertos encargado de proponer distintas alternativas para hacerlo realidad. El primer enlace, previsto para 2034, se construiría entre Tokio y Osaka, una especie de gigantesca cinta transportadora de 500 km de longitud que evitaría la emisión de miles de toneladas de CO2 al medioambiente, según figura en el borrador del primer informe provisional.
"Las carreteras logísticas automatizadas están diseñadas para aprovechar al máximo el espacio vial mediante la utilización de arcenes, medianas y túneles bajo la calzada", explica Shuya Muramatsu, alto funcionario de la oficina de investigación de Economía Vial del Ministerio, en declaraciones recogidas por The South China Morning Post. Así, ya sea en la superficie o de forma subterránea, estos enlaces funcionarían las 24 horas del día durante los 7 días de la semana, y conectarían las principales ciudades niponas para paliar la congestión logística que vive el país asiático.
Un proyecto a largo plazo
El ministerio lleva desde principios de los años 2000 planteando la necesidad de un cambio en cómo se transportan mercancías en el interior de Japón. El Libro Blanco sobre Suelo, Infraestructuras, Transporte y Turismo de 2023 se recogen propuestas como la de la empresa suiza Cargo Sous Terrain, unos túneles en los que vehículos autónomos se encargan de trasladar los artículos entre hubs o nudos logísticos.
El primer tramo de la red que propone la compañía en Suiza irá de Härkingen-Niederbipp a Zúrich, tiene unos 70 kilómetros de longitud y cuenta con 10 puntos de conexión intermedios. En esos hubs se cargan y descargan los vehículos de forma totalmente automatizada, utilizando elevadores verticales para introducir las mercancías en el sistema de transporte, ya que estarán interconectados con todos los sistemas de tráfico, tanto el ferroviario y el de carretera como el fluvial y el aéreo.
Está previsto que los túneles tengan 6 metros de diámetro y se construyan a una profundidad de entre 20 y 100 metros bajo tierra. Está previsto que las unidades de transporte modulares de Cargo Sous Terrain circulen a 30 km/h por los carriles de carga y, además de las mercancías normales, también pueden transportar artículos perecederos y refrigerados.
Otras fuentes de inspiración del proyecto son los sistemas de cintas transportadoras de gran capacidad ya existentes, sobre todo en la industria minera. En la rueda de prensa en la que se dio a conocer el primer informe se mencionó la cinta de 23 km de la mina de piedra caliza de Torigatayama, en el propio Japón, o el sistema de 100 km que transporta fosfato desde una mina del Sáhara Occidental hasta el puerto más cercano.
Aunque todavía faltan por ultimar todos los detalles técnicos de la iniciativa, el objetivo es reducir al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes, pero también solventar el grave déficit de conductores de reparto del país nipón. Según un reciente estudio del Instituto descenderá de 660.000 en 2020 a 480.000 en 2030, una caída del 36% que puede afectar especialmente a las zonas rurales. Además, las nuevas normas laborales aprobadas en Japón limitan a 18 las horas extraordinarias máximas de los conductores a la semana.
Alto coste
"Nuestro estudio examina el impacto en el tráfico por carretera, incluidas las carreteras circundantes, y los costes", señaló Muramatsu durante la rueda de prensa. Y las cifras son mareantes: si finalmente se deciden por un túnel, el presupuesto oscilaría entre 40 y 460 millones de euros por cada 10 km. Si la infraestructura se extendiera desde Tokio hasta Osaka, el coste sería superior a los 21.000 millones de euros, sin contar con el importe de las cintas transportadoras ni los vehículos autónomos.
El borrador plantea la necesidad de contar con el sector privado para financiar el proyecto, además de la creación de una organización o consorcio de origen público que permita a distintos tipos de empresas participar en la iniciativa. "Nos gustaría avanzar rápidamente en las conversaciones sobre el asunto", aseguró Tetsuo Saito, el actual ministro de Territorio, Infraestructuras, Transporte y Turismo de Japón.
En Europa, las discusiones al respecto parecen centrarse en un sistema de transporte de mercancías más rápido y seguro gracias a una iniciativa de Hyperloop TT llamada Express Freight, que ya se está estudiando en Italia, con una licitación de 800 millones de euros. Para operar utiliza una combinación de tubos de vacío, cápsulas levitantes, cintas transportadoras y puertas eléctricas que permiten cargar y descargar la mercancía de forma totalmente automatizada.
Este sistema "transformará fundamentalmente la forma en que se transportan mercancías a nivel mundial. Al incorporar innovaciones clave como sistemas de carga rápidos y automatizados, capacidad de carga maximizada y configuraciones flexibles, hemos desarrollado un diseño de Hyperloop optimizado para transportar carga a velocidades sin precedentes, a tarifas más económicas que las que ofrece actualmente aéreo y por carretera", según explicó Andrés de León, CEO de HyperloopTT.