En los últimos años, se han podido ver en España megaproyectos de todo tipo en el mercado de los aerogeneradores industriales. Un ejemplo, sin ir más lejos, fue el que sería el aerogenerador más grande del mundo, el modelo de Mingyang con 22 MW de potencia. Sin embargo, fue el proyecto de Wind Catching Systems (WCS) para conseguir un aerogenerador gigante mediante decenas de turbinas el más loco e ingenioso del momento. Y cada vez está más cerca de ser una realidad.
La compañía noruega WCS anunció en 2021 el que sería uno de los proyectos más curiosos de toda la industria. Mientras otras firmas abogaban por crear aerogeneradores titánicos de gran potencia, WCS cambió de tercio y buscaba crear un megaconjunto de turbinas, con la idea de maximizar la generación de energía en un área concentrada. En vez de usar una única turbina enorme, pensaron en usar una multitud de turbinas pequeñas.
El proyecto ha ido avanzando con el paso del tiempo, con WCS luchando por mantenerlo a flote. El diseño ha recibido la aprobación inicial por una sociedad de clasificación y registro para el desarrollo de un sistema de 40 MW. WCS explica que esta será el primer conjunto de un grupo de 4 unidades, que conformarán un proyecto de demostración en la costa de Øygarden, en Noruega, relata la propia empresa.
El proyecto avanza
Si bien es cierto que las turbinas eólicas son una gran alternativa limpia y renovable frente a los sistemas contaminantes que se basan usualmente en la emisión de gases contaminantes, los modelos de mayor tamaño no están exentas de problemas. Sufren de una importante dependencia de las condiciones climáticas y de la intensidad del viento en cuestión.
Es aquí donde han entrado en juego los aerogeneradores de amplio tamaño, que se basan en estructuras increíblemente grandes. WCS se cuestionó sobre si las tecnologías que actualmente sustentan las instalaciones de los aerogeneradores ubicados en el agua (u offshore) eran correctas, y descubrieron fallos en este planteamiento.
Por ende, llegaron a la conclusión que ha dado vida a este proyecto: pasar de grandes aerogeneradores a un megaconjunto repleto de turbinas más pequeñas. En su forma ideal, esta idea de multiturbinas conformaría una red gigantesca de aerogeneradores capaces de generar 126 MW. Unas cinco veces la energía que podría generar una sola turbina de 15 MW, sin ir más lejos.
La construcción de esta estructura consistiría en montar unidades de 1 MW dispuestas en varios pilares, una encima de la otra. La estructura resultante tendría numerosas ventajas respecto a la instalación de una turbina única; la instalación sería sustancialmente más sencilla y el mantenimiento sería mucho más fácil, gracias a que sería más accesible.
El proyecto se ha enfrentado a un conjunto bastante serio de avances; en junio de 2022, se consiguieron 10 millones de dólares en una ronda de inversión y entre septiembre de 2022 y febrero de 20233, lograron subvenciones por valor de 2,59 millones de euros. La idea de WCS acaba de conseguir el beneplácito de la sociedad DNV respecto al diseño del proyecto.
DNV o Det Norske Veritas es una sociedad dedicada la clasificación y registros dentro de un conjunto de industrias, incluyendo las marítimas y las de energías renovables. La entidad ha otorgado a WCS una aprobación inicial sobre el diseño de WCS para crear un sistema de 40 MW.
La idea detrás de este tipo de aprobaciones es la de realizar una evaluación técnica por parte de una entidad de terceros, con el objetivo de descubrir si el diseño cuenta con obstáculos conceptuales o si debe modificarse para adecuarse a las normativas vigentes. Es la antesala para conseguir que el diseño cumpla con los criterios que requiere una clasificación de la DNV.
Actualmente, WCS ha iniciado los procedimientos para obtener una licencia que les permita desarrollar un proyecto de demostración en la costa de Øygarden, en Noruega; de hecho, este diseño de 40 MW será el primero de un conjunto de hasta 4 unidades que conformarán el proyecto, por lo que supone un paso de gigante.
Muchas turbinas en un megaconjunto
El megaconjunto de turbinas tendría una vida útil bastante superior a la de las unidades de una única turbina (50 años frente a 30) y una mayor escalabilidad, que favorecería las tareas de mantenimiento. La idea sería montar los soportes flotantes entre las turbinas, formando enormes conjuntos de andamios estructurales distribuyendo el peso de los ventiladores y los generadores de las turbinas, además de la fuerza proporcionada por el viento, en un área mayor.
Todo suma; el andamio permitiría la instalación de pequeños ascensores que subirían y bajarían por detrás de los generadores, y su distribución permitiría una instalación bastante más sencilla. Además, el reducido tamaño de la infraestructura (con aspas y generadores más pequeños) haría que los costes logísticos y humanos de fabricación y transporte fueran mucho menores.
Una sola de estas estructuras de WCS podría producir energía para 80.000 hogares europeos medios. Desde la firma aseguraron que se conseguiría un descenso del 80% en la ocupación de superficie acuática y una cuantiosa reducción en los costes de producción. En general, se conseguiría generar electricidad a precios más reducidos o a precios fijos, gracias al reducido coste del mantenimiento.
Queda por ver si este proyecto de demostración demuestra la viabilidad del proyecto de WCS. En el hipotético caso de que esto acabe por funcionar, podríamos ver una revolución en el sector de la energía eólica marítima, con la creación de multitud de redes ultra eficientes que destierren la idea de aerogeneradores titánicos.