No es un misterio que España y el resto del mundo está siendo dominado poco a poco por la inteligencia artificial. Para lo bueno y lo malo, ya que la IA encierra grandes peligros que ya se están viendo en la sociedad actual. Esto llevó a que gobiernos como el del actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aprobasen regulaciones para la IA con una serie de salvaguardas. Unas que Apple ha aceptado adoptar.

Tal y como revela Bloomberg, Apple se ha unido al plantel de compañías operadoras de inteligencia artificial que han prometido acogerse a la orden ejecutiva del gobierno de Biden. La administración estadounidense ha anunciado que Apple ha decidido adherirse al conjunto de salvaguardas aprobadas por su gobierno, las cuales son totalmente voluntarias.

Si bien Apple es la última en sumarse a esta orden ejecutiva, otras empresas como Alphabet, Amazon, Meta, Microsoft u OpenAI ya prometieron acogerse a la normativa de Biden. Una decisión por parte de los de Cupertino que llega muy poco después del anuncio de Apple Intelligence y de su acuerdo con OpenAI para integrar sus modelos de IA en esta suite de funciones de inteligencia artificial.

Apple cumplirá con Biden

En octubre de este mismo año, Joe Biden firmó una orden ejecutiva que tenían como objetivo regular el uso de la inteligencia artificial generativa y abarcar varios de los puntos que expertos en materia han resaltado como vitales. Esta orden, por ejemplo, busca crear una serie de nuevos estándares para la seguridad de la IA y que promuevan tanto la equidad como la privacidad y otros derechos civiles.

Se compone de 8 puntos bien diferenciados, que van desde el apoyo a los trabajadores relacionados con la IA hasta la promoción de la innovación. Uno de sus puntos clave, sin ir más lejos, implica requerir que los desarrolladores de los sistemas de IA más poderosos "compartan sus resultados de tests de seguridad y otra información crítica con el gobierno de los Estados Unidos" y con la misma sociedad civil.

Cabe aclarar que aunque la orden ejecutiva es extensa en lo que a materia de inteligencia artificial refiere, no es de obligado cumplimiento. Es decir, que son las empresas las que tienen la libertad de cumplir o no estas normas, causando que el gobierno estadounidense tenga que confiar en la palabra de dichas compañías. Sea como fuere, Apple ha decidido acogerse a estas normativas.

Además de los puntos ya mencionados, la orden ejecutiva de Biden obligará a los desarrolladores de IA para que estos creen estándares, herramientas y tests que ayuden a la sociedad civil, al gobierno y al mundo académico a determinar "que los sistemas de IA son seguros y fiables". En este sentido, la administración cede el testigo al Instituto Nacional de Estándares y Tecnologías, para implantar estos estándares.

Otras salvaguardas incluyen protecciones contra los riesgos intrínsecos sobre el uso de IA para diseñar materiales biológicos peligrosos y establecer medidas para evitar fraudes y engaños generados por IA, implantando mejores prácticas y sistemas para detectar el contenido generado por esta tecnología y autentificar el contenido genuino. Sin embargo, el punto álgido de la orden habla directamente de la privacidad del usuario.

La administración de Biden reconoce en la orden que la IA hace que sea más fácil "extraer, identificar y explotar" información personal. Los puntos sobre la privacidad reflejados en la normativa pasan, por ejemplo, por acelerar el desarrollo de técnicas para la preservación de la privacidad o reforzar la investigación de las tecnologías destinadas a este fin.