El reciclaje se ha instalado con fuerza en España. En 2021, cada español produjo 472 kilos de esa basura conocida como urbana, un 32,5% menos que a principios de siglo, y menor que la media europea. Sin embargo, todavía queda mucho por delante para reaprovechar todos los plásticos que se desechan, hacer un uso del agua más responsable, así como reciclar los residuos orgánicos. Medidas que pueden revolucionar la agricultura tanto como el consumo en los hogares.

Más de la mitad de los residuos domésticos son orgánicos, desde la piel de la fruta, los restos de las comidas o incluso los desechos de limpiar el jardín o plantas en la terraza. Estos no suelen eliminarse de forma apropiada y acaba en los vertederos, generando emisiones de metano que contribuyen al calentamiento global. Este problema se suma al gran uso de fertilizantes para la plantación de jardines, terrazas o huertos urbanos.

Vapra pretende ser la solución a este desperdicio. Pavani Lolla, ingeniera de la Vignana Bharathi Institute of Technology en India ha inventado este depósito para hacer compost casero en tiempo récord. Frente a los 45 o 60 días que puede tardar el compost en formarse, el diseño de esta joven promete una mezcla en solo 7 días con los residuos caseros. 

Compost en una semana

Las familias empiezan a ser conscientes de la cantidad de residuos que desechan a diario y que podrían servir como nutrientes para dar vida a nuevos alimentos, por ejemplo, en un huerto urbano. De esta forma, se crea una economía circular más sostenible para el medioambiente.

Las cáscaras de huevo, las pieles de las frutas, desechos de la poda del jardín, residuos orgánicos y vegetales o flores viejas, son algunos de los desechos que pueden servir para crear ese rico abono para plantas que es el compost. En España cada vez más familias se animan a producir su propio compost casero, aunque se trate de un proceso algo laborioso si no se cuenta con máquinas diseñadas para acelerarlo como Vapra.

Esta pequeña máquina portátil, que parece imitar el diseño de una hormigonera, consiste en un pequeño recipiente sujeto por dos soportes laterales que gira sobre sí mismo para mezclar a diario el compost. Dentro, unas barras horizontales tienen la función de remover y golpear la mezcla para activar la transformación. En los laterales, unas perforaciones permiten entrar el aire para que el proceso continue, pero no genera olores y la tapa evita que la mezcla se derrame al dar vuelta, como indican sus creadores.

"Nuestro kit consta de un compostador giratorio y un paquete de 2 kg de mezcla verde. Añada el paquete completo de mezcla verde al compostador, agregue 400 ml de agua el primer día y mézclelo con la mano. Luego, puede añadir cualquier residuo de cocina, como cáscaras de frutas y restos de comida. Una vez añadido el residuo, cierre la tapa y gire el compostador cinco veces", explican en su web.

Es necesario girar el depósito varias veces cada día para acelerar la mezcla. Solo se recomienda evitar los desechos de carnes, jugos de frutas y el exceso de agua para conseguir el mejor compost. También se advierte, que los residuos del jardín tardan más días en descomponerse que los residuos orgánicos de la comida como vegetales y frutas.

Parte del éxito de este invento no está en la propia máquina, si no en la mezcla de especial con la que se nutren los residuos para generar el compostaje. Esta mezcla verde es el acelerador del compostaje que facilita conseguir ese tiempo récord de una semana de proceso. Una base microbiana ayuda a descomponer la materia orgánica más rápida. Además, como explican en Vapra, este polvo puede retener hasta el 60% de la humedad creada en el proceso de compostaje, por lo que puede evitar que el líquido se escurra del compostador doméstico o del balde.

En un mes, la máquina es capaz de convertir al menos 30 kilogramos de residuos de cocina en abono útil. Hasta el momento, Future Steps, la organización tras este proyecto, ha vendido más de 6.000 kits de compostaje en Telangana, Maharashtra, Nueva Delhi y Karnataka. En su contador celebran haber creado 10 millones de kilogramos de compost.

Además, de la máquina de pequeño tamaño para uso casero, esta iniciativa ha diseñado varios equipos de mayor tamaño para uso comunitario. El Vapra más grande, se parece aún más a una hormigonera y cuenta con una trituradora, un mezclador, sistema de curado y polvo Green Mix para convertir en compost los residuos de hasta 1.000 pisos.

Inventos similares en España

En España, diferentes localidades y ayuntamientos han abrazado el compostaje comunitario. Ejemplo de ello es la Diputación de Segovia que el año pasado inició un programa con el que 16 ayuntamientos podrán realizar en una parcela pública compostaje municipal de restos vegetales de los vecinos. 

Un programa similar se ha emprendido en Vigo, donde se han repartido en viviendas unifamiliares 1.000 unidades de contenedores ideados para el tratamiento de biorresiduos.

Desde Estados Unidos también llegan a España inventos ingeniosos como este cubo de basura para integrar la producción de compost en las casas y simplificar su uso. Reencle, por ejemplo, es uno de los modelos más sofisticados, aunque con un funcionamiento muy similar al de Vapra.

Su principal peculiaridad es que el cubo se encarga de remover la mezcla de forma automática para agilizar la transformación de los residuos. La máquina cuenta con un filtro de carbón cerca de la tapa que retiene todas las moléculas de olor. 

El dispositivo no requiere mucha más instalación y se vende con una pequeña pala para recoger la mezcla y combinarla con tierra cuando se vaya a usar en el cultivo de plantas. Para abrir la tapa, la máquina cuenta con sensores de pies y manos, así no es necesario tocar el recipiente.