La explosión de inteligencia artificial vivida hace más de un año ha impulsado otra industria tecnológica directamente conectada como es la robótica. En los últimos meses se han acelerado las presentaciones de robots, principalmente con forma humanoide capaces de conversar con humanos, prepararles un café o realizar contorsionismo con sus cuerpos. Pero estas máquinas llegan con la meta de ayudar en los trabajos más peligrosos o pesados como la fabricación de coches.
Si en enero se presentaba el Figure 01, sorprende que poco más de seis meses después esta empresa ya pueda anunciar a su sucesor. Este trabajador metálico de BMW puede cargar con 20 kg de peso, alcanzar una velocidad de 1,2 metros por segundo y aprender a preparar café en pocas horas en su primera versión.
Con el nuevo Figure, la empresa californiana asegura que han conseguido avances en tecnologías críticas como la inteligencia artificial, la visión artificial, las baterías, la electrónica, los sensores y los actuadores. Todas estas nuevas cualidades las pondrá a prueba también fabricando coches.
Las mejoras se empiezan a ver a simple vista. Donde antes había un robot rodeado de cables que conectaban sus diferentes extremidades, ahora hay una máquina más pulida. También evoluciona su destreza. Sus andares siguen siendo rígidos, pero es capaz de mover la mano con mayor libertad, su muñeca gira 16 grados y cuenta con "fuerza similar a la humana".
Entre las mejoras técnicas está el impulso de capacidad de cálculo e inferencia de IA disponibles a bordo, 3 veces superior en comparación con la generación anterior. Según vaya aprendiendo tareas nuevas deberá realizar más cálculos y requerirá de mayor rendimiento y autonomía. En cuanto a la batería, crece hasta los 2,25 kWh, lo que le confiere un 50% más de tiempo en movimiento, por ejemplo, "corriendo".
Al igual que su predecesor la planta de ensamblaje de BMW es la base de pruebas de estos robots. Su labor incluye demostrar su capacidad a la hora de agarrar diferentes piezas con las dos manos a la par o sujetar varios objetos de forma independiente en cada extremidad.
Las redes neuronales de las que se sirve el cerebro del robot relacionan cada píxel con acciones directas y manipulación de objetos. Así aprenden dónde debe colocar cada pieza con una tolerancia de menos de 3 centímetros; menos de un centímetro en el caso de la inserción de las piezas. Incluso puede corregir la posición del objeto si al depositarlo ha quedado movido.
Figure afirma en redes sociales que el sistema de visión se ha impulsado integrando 6 cámaras RGB de las que se sirve la inteligencia artificial para analizar el entorno, comprenderlo y actuar en consecuencia. También la IA se encarga de comunicarse con los humanos en conversaciones cada vez más fluidas.
La carrera ha comenzado, Figure 02 no es el único robot humanoide que se presenta como candidato para realizar trabajos pesados en fábricas u otras labores. Phoenix, el robot humanoide de Sanctuary AI, se ha sumado a la lista de empleados de la empresa austríaca Magna, encargada de fabricar y ensamblar automóviles de todo tipo de fabricantes europeos, como BMW o Jaguar.