La tecnología ha revolucionado la medicina, posibilitando la creación de dispositivos que antes parecían imposibles. Por ejemplo, en hospitales de España, las impresoras 3D se utilizan para realizar cirugías más seguras, mientras que en otros países se han desarrollado vendajes que monitorizan lesiones crónicas en tiempo real a través de aplicaciones móviles. Unos avances que suponen un paso significativo en el cuidado de la salud y a los que ahora acompañan unas nuevas vendas inteligentes que curan más rápido las heridas y se comunican con el médico.

Unos investigadores están actualmente trabajando en el desarrollo de nuevos vendajes inteligentes que administran tratamiento con pulsos luz o electricidad para acelerar el proceso de curación y que permiten la monitorización para que los médicos puedan vigilar las heridas a distancia y reducir así las cicatrices, como señalan desde The Wall Street Journal. Estos vendajes podrían acabar jubilando a las clásicas tiritas y gasas que se utilizan en la actualidad, encargadas de proteger, aplicar presión y permitir que una crema o pomada se mantenga en su sitio. 

"Practicamos una medicina medieval en el cuidado de heridas. Se utilizan muchas cataplasmas y ungüentos. No ha habido mucha innovación", señala al mismo medio Geoffrey Gurtner, jefe del departamento de cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona en Tucson (EEUU). Sin embargo, cabe señalar que desde hace tiempo se viene trabajando en diferentes tipos de vendas inteligentes, aunque de momento son prototipos, como la que se presentó hace ahora 4 años y es capaz de curar las heridas más difíciles.

Administra antibióticos

Uno de los nuevos vendajes inteligentes, obra de investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Rutgers (ambas en Estados Unidos), se ha presentado en diferentes congresos médicos y cuenta con pequeños componentes electrónicos que pueden detectar cómo se está curando una herida y transmitir información de forma inalámbrica a un médico. Incluso permite al doctor administrar tratamientos a distancia, lo que podría salvar vidas en el caso de que una persona sufra de una herida grave que necesite atender rápidamente.

"Podría haber centros sanitarios que supervisaran estos dispositivos y se pusieran en contacto con los pacientes cuando hubiera un problema potencial y les aconsejaran sobre los pasos a seguir. Creo que realmente es el futuro", indica William Tettelbach, especialista en cuidado de heridas y presidente de la Asociación Profesional Estadounidense de Cuidado de Heridas. Una venda inteligente que se encuentra en su fase inicial y de experimentación, y que todavía se desconoce si terminará saliendo al mercado.

Un prototipo de la venda inteligente. Universidad de Southampton Omicrono

Los investigadores están probando en ratones y ratas su nuevo vendaje, capaz de detectar infecciones y administrar electroterapia, es decir, un chorro de electricidad, para acelerar la cicatrización de las heridas. Existen varios estudios anteriores que ya han demostrado que la estimulación con luz o electricidad puede aumentar la migración de las células inmunitarias para acabar con los gérmenes y células muertas en el lugar de la herida. Incluso hay ensayos clínicos aleatorizados que han indicado que la estimulación eléctrica puede mejorar la cicatrización.

En el caso de este nuevo dispositivo, Yuanwen Jiang, ingeniero y profesor adjunto de la Universidad de Pensilvania que trabaja en el proyecto, señala que esperan probarlo el año que viene en humanos y prevé que su venda inteligente sea capaz de enviar información a través de una aplicación de teléfono móvil. "El vendaje será capaz de transmitir las señales de la herida en tiempo real al médico, de modo que se le avisará si ocurre algo que se salga drásticamente de lo previsto", explica el investigador.

Asimismo, los investigadores indican que su nuevo vendaje inteligente también sería capaz de administrar antibióticos, que podrían estar almacenados en una pequeña cápsula o hidrogel. De esta manera, y en el caso de una infección, un médico podría ordenar a distancia que se abriera una válvula para que se administrara la pomada en la herida. La teoría dice que si el antibiótico se aplica en el momento adecuado, la herida se cicatriza con facilidad, lo que también ayudaría a evitar una sobreproducción de colágeno, que puede producir cicatrices.

Otro tipo de vendajes

Este vendaje inteligente no es el único que está en desarrollo. Investigadores de la Universidad de Northwestern están trabajando en dos modelos que ya han probado en ratones y ahora en cerdos. Uno de ellos puede dispensar un fármaco, un compuesto llamado citrato de pantenol, que tiene propiedades antioxidantes y antibacterianas y puede estimular el crecimiento de los vasos sanguíneos. Mientras que el otro tiene dos electrodos que envían corrientes eléctricas para medir el grado de humedad; que si existe indica que la herida está aún intentando cicatrizar y se es un entorno seco significa que está más avanzada.

Un circuito flexible para un vendaje inteligente. Universidad de Stanford Omicrono

Este último vendaje también transmite de forma inalámbrica los niveles de humedad al médico para que este pueda programar a distancia los electrodos para administrar electroterapia. La venda tiene una pequeña bobina que alimenta el sistema y cuyo aparato eléctrico está cubierto por una cinta protectora transparente. Está diseñada para que se disuelva entera una vez que termine con su función.

Por otro lado, un equipo de la Universidad de Southampton (Reino Unido) está desarrollando un vendaje que utiliza diminutas luces LED para emitir luz ultravioleta C y esterilizar la herida a medida que cicatriza. Incluso estos últimos también están trabajando en una venda para controlar la dermatitis atópica mediante un sensor que detecta los niveles de humedad de la piel.

La información, como en los casos anteriores, se envía a los médicos para que puedan determinar si un tratamiento está funcionando. Por último, unos ingenieros de la Universidad de Stanford (EEUU) también preparan un vendaje que usa estimulación eléctrica y biosensores para aumentar el flujo sanguíneo al tejido lesionado, cerrar las heridas más rápidamente y reducir la infección.