Los ríos de las grandes ciudades no suelen ser aptos para bañarse. Hace muchos años que los madrileños no disfrutan de un buen chapuzón en las aguas del Manzanares. Otra gran ciudad de Europa como es París ha vivido varias polémicas por realizar algunas competiciones de los Juegos Olímpicos 2024 en el Sena. Sin embargo, esto no desanima a un pequeño equipo de emprendedores que va a construir una piscina flotante a los pies de Manhattan, en Nueva York.
El East River será el escenario de esta innovadora piscina que ha requerido más de una década de planificación. +POOL se ubicará en el muelle 35, cerca del Lower East Side de Manhattan. El estado de Nueva York y el ayuntamiento de la ciudad financiarán este proyecto para que los neoyorquinos puedan bañarse en el río sin miedo a peligros como las bacterias E.coli.
En forma de cruz, esta piscina tendrá cabida para realizar competiciones y albergará otras zonas recreativas para todas las edades. Mientras los veraneantes y habitantes de la ciudad estadounidense se bañan, la construcción de la piscina se encargará de filtrar cualquier peligro sin usar ningún producto químico. El proyecto ha contado con la ayuda de investigadores de la Universidad de Columbia, expertos en contaminación y arquitectos navales.
Una piscina flotante
Nueva York lleva intentando desde hace años ofrecer una vía para refrescarse a las personas que pasan el verano en su sofocante jungla de asfalto, donde la mayoría de edificios y comunidades de vecinos no cuentan con espacio para una piscina. De hecho, propuestas como convertir grandes contenedores de basura en piscinas improvisadas tuvieron un gran éxito, aunque a algunos pueda parecerles una locura.
Este nuevo plan fue concebido por primera vez en 2010 por un pequeño equipo de ingenieros, que lanzaron +POOL con el sueño de nadar de forma segura en el East River. El resultado es una estructura con forma de cruz para separar hasta cuatro áreas. Cada extremo se destinará a una actividad: una sección para niños que tendrá menos profundidad, otra para que los adultos se relajen; una tercera para juegos y competiciones como el waterpolo, y la cuarta para entrenamientos con hasta 4 calles para natación con dimensiones olímpicas
Su construcción final será dentro de varios años, pero este verano de 2024 el proyecto ha empezado a coger forma, dando esperanza a sus vecinos. Durante este mes de agosto se está realizando una demostración del sistema de filtración del agua que durará tres meses. Le seguirá un proyecto piloto de 186 metros cuadrados a finales de 2025. Más adelante se ampliará al proyecto final en el que los habitantes de la gran manzana se bañarán en 3.785.412 litros de agua, que se filtrarán de forma diaria según se mueva el río a su alrededor.
Ante posibles fenómenos medioambientales extremos, como la piscina está diseñada para flotar y permanece anclada al lecho del río, se adaptará a las olas y las fuertes mareas como ocurre con los barcos. "Uno de los principales desafíos es evitar que otros desechos se arrastren hacia la piscina y choquen con ella durante una gran tormenta", afirman, por lo que siguen investigando para evitar este tipo de incidentes.
La prueba de tres meses recopilará datos que ayudarán a +POOL a avanzar a la siguiente fase de diseño de la piscina flotante con filtrado de agua, incluida la determinación del tamaño final. Sobre el papel, la piscina de tamaño olímpico filtrará más de 2.271.250 litros de agua de río diariamente, lo que hará una contribución mensurable a la limpieza de los cursos de agua de la ciudad.
Proceso de filtración
"Como un coladero gigante". Así es como describen sus diseñadores esta ingeniosa estructura. La piscina flotante se ha diseñado para filtrar el agua del río a través de sus paredes sin usar químicos ni aditivos.
Los responsables del proyecto explican en un documento que la piscina contará con cartuchos de filtración modulares, fabricados con telas geotextiles prensadas y un armazón para mantenerlos fijos.
Estos elementos, que hacen las veces del skimmer de toda la vida, se colocarán dentro de un recipiente que se ubicará entre la primera pared de contención que dejará pasar al agua del río y una segunda pared con la que acceder a la piscina.
De esta forma, el sistema de filtración comienza con una bomba sumergible que recoge 83 litros de agua sin tratar por minuto. Esta agua se acumula en un tanque con capacidad para más de 1.890 litros, en el que un primer filtro bloquea los elementos más grandes.
Después el agua pasa por una bomba de alimentación y un sistema de filtración con membrana. Su labor es reducir la turbidez y aumentar la claridad del agua. Aquí se eliminan las partículas orgánicas, las bacterias y todos los restos que puedan encontrarse en el río y no hayan recogido las anteriores etapas de filtración. El toque final para proteger la salud de los bañistas es desinfectar el agua entrante con luz ultravioleta.
Aún se está valorando qué hacer con los residuos filtrados del río. Entre los planes de los responsables del proyecto está extraerlos de los cartuchos y llevarlos a un centro de tratamiento de residuos. Sin embargo, también contemplan la opción de usar humedales flotantes y arrecifes de ostras para facilitar la eliminación de residuos o incluso exhibir parte de la basura con fines educativos.