Cuando se piensa en robótica, marcas como Figure o Boston Dynamics son las primeras en venir a la mente, sobre todo la segunda, famosa por las coreografías recreadas por sus robots. Algunos hemos podido verlos también en España. Sin embargo, Disney tiene un peso importante en la historia de la robótica y siguen consiguiendo avances muy interesantes.
La factoría de las princesas revela cada cierto tiempo sus logros en los animatronics que pueblan sus parques. Estos están pasando de contar con una serie corta de movimientos a tener más naturalidad y libertad, como los droides inspirados en Star Wars que han dado la vuelta al mundo. Su última sorpresa es un robot humanoide que baila mejor que muchos humanos.
Los ingenieros de Disney o imagineerings han enseñado a un robot humanoide a bailar partiendo de una representación animada por ordenador. En colaboración con ETH Zurich, el equipo de Disney ha desarrollado un sistema de IA que puede transferir a los robots los movimientos que recibe a partir de entradas de texto o imágenes.
El proyecto sirve de puente entre la animación y la robótica, dos campos que la empresa domina desde hace décadas. A largo plazo, ayudará a los robots humanoides a moverse de forma más natural y a adaptarse mejor a nuevas situaciones. El video muestra a un robot bípedo hacer el Moonwalk (el célebre paso de Michael Jackson) e intentar algún giro de baile hasta caerse, pero la mayoría de movimientos son bastante fluidos.
El método utiliza un enfoque de dos etapas, una técnica que toma el movimiento cinemático de referencia como entrada y lo asigna como comandos a los actuadores del robot. El primer paso, según describe el informe, extrae una representación latente
del movimiento cinemático a partir de un conjunto de datos no estructurados.
La segunda etapa consiste en entrenar el sistema para imitar movimientos del conjunto de datos, "condicionado tanto al marco actual del movimiento de referencia como al código latente que corresponde a una ventana desplazada en el tiempo", indican. Las distintas etapas se pueden apreciar en la imagen digital representada en diferentes colores, del azul al amarillo, siendo este último el paso en el que se generan comandos de actuador que ejecutan el movimiento "mientras obedecen las leyes de la física".
El estudio publicado por este equipo de investigadores comienza alabando los avances conseguidos con la técnica de aprendizaje por refuerzo impulsado por la imitación. La mayoría de empresas de robótica recurren a este sistema. De hecho, recientemente Tesla ha vuelto a publicar una oferta de empleo para servir de modelos con los que enseñar nuevos movimientos a su robot humanoide Optimus.
Disney, sin embargo, concluye el estudio reconociendo que su propuesta no puede abordar movimientos más sofisticados como pueden ser acrobacias como backflips, saltos mortales hacia atrás. Aún así se muestran satisfechos con el resultado: "estamos entusiasmados con la posibilidad de dar mayor agilidad y expresividad a personajes más físicos".