Limpiar las ventanas de casas es una tarea no solo engorrosa, sino peligrosa según las situaciones de cada vivienda. La robótica se ha propuesto liberar a los humanos de esta responsabilidad, igual que lo está haciendo con los robots aspiradores que se encargan de forma autónoma del suelo de muchas casas en España. En el mercado se pueden encontrar soluciones para viviendas unifamiliares con roombas que limpian los cristales sin esfuerzo, pero cuando se trata de limpiar un edificio de 45 pisos, la cosa cambia.
El edificio 1133 Avenue of the Americas en Nueva York ha instalado un sistema de limpieza de ventanales robótica. El robot Ozmo recorre sus 45 pisos rociando el vidrio tres veces más rápido que los equipos de limpieza humanos y evitando que empleados de carne y hueso arriesguen su vida.
Los operarios se mantienen a salvo en el techo del edificio controlando las operaciones del robot, pues todavía no es completamente autónomo. Skyline Robotics ha estado desarrollando y probando el sistema durante años, pero la implementación en el esta torre, propiedad de Organización Durst, representa el comienzo de una implementación global. En adelante podría llevar su tecnología a ciudades como Londres.
Ozmo se compone de una plataforma que se desplaza por la fachada integrando brazos robóticos de la empresa Kuka que se encargan de las tareas de limpieza. Los brazos utilizan un cabezal de cepillo y agua. La marca Kärcher, especializada en herramientas y limpiadores, también es socio de este proyecto. Limpiar un cristal puede parecer una tarea muy sencilla para un robot, pero la misión se complica al tener en cuenta la altura, el viento y la debilidad de los cristales ante un mal movimiento de los brazos robóticos.
Por este motivo, Ozmo se ha equipado con una serie de sensores que le facilitan información sobre estas complejas condiciones en las que trabaja. El robot de limpieza utiliza sensores de fuerza para determinar la fragilidad del cristal que está limpiando y aplicar la presión adecuada. Por otro lado, utiliza sensores LiDAR para la localización y el posicionamiento, mientras que los algoritmos de inteligencia artificial garantizan la estabilidad incluso en condiciones de viento fuerte.
Este es un nuevo ejemplo de cómo la inteligencia artificial y la robótica están uniendo fuerzas para sustituir a los humanos en tareas peligrosas y monótonas. La tecnología aspira a crear máquinas capaces de aprender cualquier actividad física, desde vigilancia, rescates, hasta las tareas domésticas, muchos robots humanoides ya se entrenan en este ámbito, mientras tanto, el mundo recurre a diseños más específicos como Ozmo, desarrollado para especializarse en una misión.