Con el fin del verano y la llegada del otoño, las temperaturas comienzan a descender gradualmente, y con ellas, la necesidad de preparar nuestros hogares para el invierno se hace más evidente. Durante esta temporada, los sistemas de calefacción se vuelven esenciales para mantener un ambiente cálido y acogedor en el hogar. Cada año, muchas personas evalúan las diferentes opciones disponibles en el mercado, buscando alternativas que ofrezcan una combinación ideal de eficiencia, coste y facilidad de uso.

En respuesta a esta demanda estacional, Lidl ha introducido una serie de soluciones para enfrentar el frío que se avecina. Entre estas, destaca un producto innovador que está capturando la atención de los consumidores en España: un radiador de aceite de la marca SilverCrest, que se presenta como una alternativa eficiente y sin complicaciones a los radiadores convencionales. Este dispositivo no requiere de instalación, lo que lo convierte en una opción ideal para aquellos que buscan practicidad sin sacrificar el confort.

El radiador de aceite de SilverCrest, con una potencia de 1500W, se distingue por su capacidad de proporcionar calor de manera uniforme y eficiente. Equipado con siete elementos de calentamiento y un sistema antihielo, este radiador asegura que el hogar se mantenga confortable incluso en los días más fríos. Además, su termostato de regulación continua y sus tres niveles de temperatura permiten a los usuarios personalizar el calor según sus preferencias, garantizando un ambiente siempre a la medida.

Radiador de aceite 1500 W. Lidl

Una de las características más atractivas de este radiador es su diseño pensado en la seguridad y la movilidad. Con un precio de 37,99 euros, el dispositivo incluye protección antivuelco y contra sobrecalentamiento, con un sistema de apagado automático que minimiza los riesgos. Además, su diseño portátil, con ruedas de deslizamiento suave y un hueco de agarre, facilita el traslado del radiador de una habitación a otra, adaptándose a las necesidades de cada momento y espacio en el hogar.

En resumen, este radiador de aceite de SilverCrest se posiciona como una opción destacada para quienes buscan una solución de calefacción práctica, segura y asequible. Con su capacidad para calentar eficazmente diferentes espacios sin la necesidad de instalaciones complejas, Lidl ofrece un producto que promete convertirse en un imprescindible de este invierno en muchos hogares españoles.

Ventajas y desventajas de los radiadores de aceite

Este radiador de aceite que vende Lidl es una opción muy interesante para calentar el hogar una vez que llega el invierno, pero como sucede con el resto de sistemas de calefacción, tiene sus ventajas y desventajas, las cuales se deben conocer antes de optar por su compra, de forma que se pueda saber si realmente cumplirá con las expectativas.

Antes de hablar de sus pros y contras, conviene tener claro que cuando hablamos de radiador de aceite nos estamos refiriendo a un calefactor eléctrico que tiene como principal característica que usa un fluido térmico interno con el que calentar las resistencias metálicas. Este fluido es aceite y es lo que marca la diferencia con respecto a otros modelos y tipos de radiadores.

Estos equipos funcionan conectados a la corriente, sin necesidad de instalación, puesto que son portátiles. El aceite que poseen en su interior, que tiene una fórmula específica, se calienta y se encarga de distribuir el calor a las placas metálicas (resistencias), para que ese calor, una vez que alcanza la superficie, comience a extenderse por todo el ambiente, en un proceso conocido como convección natural. De esta forma, se mantiene la temperatura en las zonas mientras el radiador permanece encendido.

Una vez explicado en qué consisten, como principales ventajas de los radiadores de aceite nos encontramos:

  • Bajo consumo: sobre todo en el caso de los modelos más actuales, como en el caso del radiador de Lidl, mantienen un consumo eléctrico contenido, trabajando con una energía que es similar a la que necesita una nevera. Además, se pueden regular con termostatos y apagarse cuando no se necesitan.
  • Regulación de temperatura y apagado: una de sus principales ventajas es que disponen de un sistema de regulación y de apagado automático, al menos en la mayoría de los modelos. De esta forma, es posible determinar la temperatura deseada y, una vez que se detecta el calor necesario en la estancia, se apagan hasta que el ambiente se enfríe, momento en el que se volverán a activar.
  • Mantenimiento del calor: otro punto a su favor, sobre todo si se compara con los radiadores eléctricos convencionales, es que los radiadores de aceite consiguen mantener el calor en el ambiente durante 45-60 minutos tras ser apagados gracias al aceite de su interior. De esta manera, hasta que ese líquido no se enfríe por completo, las placas metálicas continuarán desprendiendo aire caliente.
  • Portabilidad: la mayoría de estos radiadores incorporan ruedas que permiten llevarlos de un lugar a otro del hogar, sin necesidad de instalación y siendo suficiente con enchufarlos a la corriente eléctrica.
  • Poco ruido y fácil mantenimiento: se trata de aparatos que funcionan de forma silenciosa, sin prácticamente emitir zumbidos ni ruido alguno. Además, no necesitan cambiar ni recargar su fluido térmico, y para su mantenimiento es suficiente con limpiarlos cada cierto tiempo, recordando que para ello deben estar apagados y fríos.

    Sin embargo, no todo son ventajas, y es que tienen algunos inconvenientes frente a otros tipos de calefactores, sobre todo para quienes buscan un calor inmediato:
  • Periodo de calentamiento: el proceso de los radiadores de aceite es calentar su fluido interno para después hacer que el calor se expanda por el ambiente, por lo que puede tardar entre 30 y 45 minutos, en función del tamaño de la habitación.
  • Consumo eléctrico: aunque no se use de forma excesiva la energía eléctrica, tienen un consumo eléctrico considerable cuando se dejan encendidos durante muchas horas.
  • Uso localizado: no sirven para ser usados como calefacción centralizada en el hogar, sino que están pensados para habitaciones o ambientes en específico.
  • Espacio: para aquellas personas que no dispongan de suficiente espacio en su hogar pueden llegar a resultar un tanto incómodos de utilizar, pues por sus dimensiones y peso, a pesar de que tengan ruedas, puede ser complicado ubicarlos en un lugar en el que no molesten o en el que guardarlos cuando no se desean utilizar.