La electrificación en España no avanza al ritmo deseado y todavía son muchos los que ven con cierta desconfianza dar el paso al coche eléctrico o al híbrido enchufable, ya sea por sus elevados precios o por la escasez de puntos de recarga. Hay una tercera vía, cada vez más popular en Europa, que pasa por adaptar los coches de gasolina y diésel a versiones menos contaminantes, con lo que pueden entrar al centro de las ciudades sin miedo a multas ni restricciones. Los conocidos como retrofits apuestan por kits que permiten alargar la vida de los motores permitiendo que utilicen biocombustibles, pasándolos al hidrógeno o convirtiéndolos en 100% eléctricos.
Muchos conductores podrían apostar por un paso intermedio, el de transformar sus vehículos convencionales en híbridos enchufables. De momento hay pocas opciones en el mercado, algo que puede cambiar de aquí a final de este año gracias a la compañía francesa Green Corp Konnection (GCK), responsable del desarrollo de Twin-E. Este kit ofrece "ventajas técnicas, ecológicas, económicas y sociales muy significativas" y puede convertir en híbridos enchufables la mayoría de vehículos con motor diésel en menos de un día.
Los coches con Twin-E estarán homologados, al menos en Francia, y recibirán una etiqueta Crit'Air 1, equivalente a la etiqueta Eco española. Eso permitirá, además del significativo ahorro en combustible, acceder sin restricción a las Zonas de Bajas Emisiones, obligatorias en las ciudades de más de 50.000 habitantes para cumplir con las medidas de descarbonización aprobadas por la Unión Europea.
Este kit implica integrar en el vehículo un motor eléctrico de 30 a 40 kW acoplado a un tren de engranajes epicicloidal, que ocupa el lugar de la caja de cambios, lo que convierte el coche en automático. A eso hay que añadir la batería, instalada en el fondo plano del maletero para modificar mínimamente la arquitectura del coche. "Es una solución de transición para muchos conductores que no tendrán los medios para comprar un vehículo eléctrico", aseguró Eric Boudot, presidente GCK, en declaraciones a Le Parisien.
La batería de 11 kW/h ofrece una autonomía de hasta 70 km en modo 100% eléctrico, e incluye una toma de carga que acepta 1,2 kW y 3 kW, lo que implica unos tiempos de carga completa de 7 y 3 horas, respectivamente. Además, el dispositivo se beneficia de la regeneración de energía durante la frenada, lo que aumenta la autonomía sin necesidad de consumir combustible.
El conductor podrá elegir entre tres modos desde una pantalla táctil integrada en el salpicadero, donde también se pueden consultar datos sobre la autonomía y la duración de la batería. El primero permitirá circular exclusivamente con energía eléctrica hasta una velocidad de 70 km/h, el segundo sólo utiliza energía térmica y el tercero combina los dos motores.
El precio sigue sin hacerse oficial, y los 7.500 euros de los que se habla en las noticias publicadas en Francia sobre el tema pueden ser excesivos, ya que el gobierno francés estudia aprobar medidas financieras para subvencionar la conversión. El objetivo de GCK es que el precio final esté en torno a los 5.000 euros, equivalente al ahorro de combustible durante un período de entre 3 y 4 años, con un uso principalmente urbano.
Los primeros kits Twin-E, que si todo va bien empezarán a instalarse este mismo año, estarán adaptados a los modelos Renault con motor 1.5 dCi como Kangoo y Clio III, aunque ya está previsto el desarrollo de versiones para los coches Peugeot y Citroën propulsados por motores 1.4 y 1.6 HDi. Lo que está por ver es si GCK hace extensivo este sistema a más vehículos y a otros países como España.