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Los juegos de mesa están más de moda que nunca, pero según los expertos tienen cerca de 5.000 años de antigüedad. Con el paso del tiempo se han ido sofisticando, ofreciendo nuevas mecánicas y posibilidades, y si hay un título responsable de la actual fiebre por este sano entretenimiento ese es Los colonos de Catán, también conocido como Catan a secas, distribuido en España por Devir. El juego creado en 1995, que apasiona a personalidades del mundo de la tecnología como Mark Zuckerberg, tiene ahora un nuevo y célebre fan: Bill Gates, "encantado" con una nueva versión que incluye la crisis climática y la gestión de energías renovables como táctica ganadora.

El nuevo Catan Energías, ya disponible en nuestro país, mantiene la esencia del juego original, pero va un paso más allá en la gestión de la isla y la producción de materias primas como madera, piedra, ganado o trigo. Para hacerse con la victoria, los jugadores tendrán que "explorar el equilibrio entre el crecimiento económico y la sostenibilidad", a la vez que se enfrentan a las consecuencias del cambio climático.

Los 40 millones de unidades vendidas del Catan original son un buen indicativo del tirón de este eurogame clásico que, sin embargo, sigue añadiendo nuevas variantes para adaptarse a la realidad actual. Y el fundador y ex-CEO de Microsoft, que en los últimos años está centrado en promocionar a través de su fundación placas solares y aerogeneradores revolucionarios, no ha dudado en mostrar su entusiasmo por la nueva versión: "Me encantó ver esta nueva versión de Catan, donde la energía renovable es una estrategia ganadora, al igual que en la vida real".

Catan Energías Devir Omicrono

Uno de los principales cambios en la mecánica del juego es la inclusión de la variable energética. Los jugadores tienen que elegir entre construir plantas de combustibles fósiles, que son más baratas pero aumentan la velocidad del cambio climático, o energías renovables, una decisión más costosa de inicio pero más rentable a largo plazo y capaz de generar un futuro más sostenible. 

Además, en el juego se incluyen también elementos como la contaminación atmosférica, las lluvias torrenciales o eventos como cumbres climáticas y el uso ayudas públicas. La huella ecológica es decisiva e incluso hay penalizaciones por aumentar la contaminación, e incluso se puede acabar la partida antes de tiempo si la contaminación excede los límites permitidos. 

Para contribuir a la sostenibilidad, los componentes del juego son de madera y otros materiales naturales, en lugar de plástico. Las partidas duran aproximadamente 90 minutos y en ellas pueden participar entre 3 y 4 jugadores a partir de los 12 años. El objetivo, como en otras versiones de Catan, es conseguir 10 puntos de victoria y para conseguirlos será fundamental ser el jugador con más plantas de energías renovables construidas. Así, el juego pretende aunar diversión y aprendizaje sobre sostenibilidad y cambio climático, y ya está disponible en España por 54 euros.