La energía eólica se ha convertido en una de las principales fuentes de energía renovables en España, junto a la solar. El paisaje de diferentes regiones se dibuja ahora con altos molinos blancos que transforman la fuerza del viento en electricidad. Pero esta no es la única tecnología que en el futuro puede ser clave para llevar electricidad barata a las casas. Son muy diversos los inventos que se plantean, desde turbinas flotantes en el mar hasta modelos aéreos que imitan a las cometas a gran altura.
Mientras se respete el uso del viento para ejercer el movimiento del motor de la turbina y así generar electricidad, estas máquinas pueden adoptar casi cualquier forma. Así lo demuestran una gran variedad de propuestas, llegando incluso a plantear un aerogenerador sin aspas.
Importan el diseño así como la altura de la instalación. Si los vientos son más fuertes a mayor altura, las turbinas cada día se construyen más altas. Pero hay una tendencia que descarta la instalación de grandes molinos de viento y los reemplaza por estructuras flotantes como cometas o divisibles que aprovechan las corrientes altas ocupando menor terreno.
Investigadores de China se han inspirado en el clásico teledirigible inflable para generar electricidad mediante el viento. Se trata de BAT (Buoyant Airborne Turbine) un aerogenerador suspendido en el cielo que se ha puesto a prueba en la provincia de Hubei.
Instalación rápida
El dirigible S500 ha sido desarrollado por la empresa Beijing SAWES Energy Technology. Durante su última prueba, realizada a mediados del mes de octubre, la empresa afirma haber marcado un hito en la altura alcanzada y la potencia generada por una turbina aérea de este tipo. El equipo se elevó a 500 metros sobre el suelo de la ciudad de Jingmen, logrando generar electricidad a un ritmo superior a los 50 kilovatios (kW).
Para ponerlo en contexto, entre los aerogeneradores tradicionales más altos del mundo existen estructuras que superan la altura de la Torre Eiffel. El molino MySE de 22 MW de potencia tiene un diámetro de raptor de 320 metros. La propuesta del dirigible no es equivalente por sí solo, a menos que se reúna un gran número de unidades, creando una granja de estas nuevas turbinas, pero plantea otras ventajas.
En comparación con las turbinas eólicas tradicionales estas alternativas aéreas presentan se pueden instalar más rápido, pues bastaría con inflar con helio la estructura externa para elevar todo el equipo. Al depender sólo de un anclaje en lugar de una enorme torre también permite reducir los costes de su energía a casi la mitad de la producida por los parques eólicos tradicionales a escala de megavatios.
Teniendo en cuenta esto, es comprensible que sus creadores lo propongan como medida de emergencia. "El S500 está desarrollado para escenarios como rescate de emergencia, topografía y mapeo, y seguridad urbana. Cuando ocurre un terremoto o una inundación, se puede lanzar rápidamente para garantizar el suministro de energía y las comunicaciones en el sitio", dijo el director de tecnología de la compañía, Weng Hanke.
Por otro lado, gracias a su diseño y a que opera a gran altura, este tipo de aerogeneradores sería apenas visible, por lo que también se reducen las obstrucciones visuales y la oposición pública, lo que facilita la realización del proyecto, según sus creadores. Su huella de carbono también es menor que la de las turbinas convencionales, no sólo porque necesiten menos materiales para su construcción, sino porque se pueden empaquetar en contenedores de envío estándar y reducir la logística.
Es importante recordar que las inmensas aspas de algunas turbinas suponen un riesgo en el transporte de las piezas para colocar energía eólica en localidades de difícil acceso como montañas. De igual manera, no necesitan equipo pesado ni personal de montaje altamente especializado para su construcción y mantenimiento, mientras que su diseño permite desplegar estas máquinas en cualquier parte.
Alternativas
Como la turbina de un avión, flotando en el aire, este proyecto pretende seguir batiendo récords. El siguiente objetivo es probar una generación de energía de 100 kW a una altura de 1.000 metros utilizando la turbina. Así lo ha explicado el director de Beijing Sawes Energy Technology, Weng Hanke.
El proyecto también se ha llevado a cabo junto a la Universidad de Tsinghua y el Instituto de Investigación de Información Aeroespacial de la Academia de Ciencias de China. Sin embargo, como es habitual en proyectos de innovación promovidos por el gobierno de China, no se aporta mucha más información al respecto. Al contrario que otras propuestas similares que se han visto con anterioridad.
Un ejemplo es el prototipo de Kitekraft, un aerogenerador con forma de planeador que se mantiene en el aire igual que una cometa y cuyas hélides impulsan la generación de electricidad mientras está volando. Sus creadores planear tener a partir de este año este aerogenerador volador de 100 kilovatios con una envergadura de 10 metros.
Por otro lado, la empresa Wind Fisher presentó el año pasado un prototipo similar a una cometa cilíndrica que se eleva al ser inflado con helio. El modelo final tendrá una envergadura de 25 metros y podrá desplazarse hasta los 500 metros de altitud, como el diseó chino.