Marta Sanz
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Pasaron años hasta que New Glenn pudo despegar con éxito por primera vez el pasado 16 de enero. La empresa no quiere esperar tanto hasta volver a poner en el aire su cohete, aquel con el que quiere competir con SpaceX como transportista espacial. Podría volver a probar suerte a finales de primavera e intentar corregir los errores que llevaron a perder el cohete en la última fase de la misión

Según recoge el medio SpaceNews, Dave Limp, director ejecutivo de Blue Origin ha sugerido en la 27ª Conferencia Espacial Comercial los planes de la compañía. Limp ha explicado también los motivos que habrían provocado el fallo. Blue Origin trataba de calcar el formato de vuelo que ya hace SpaceX con su cohete reutilizable Falcon 9, quizás a la segunda vez lo consiga.

En el primer despegue de este cohete, la empresa perdió el cohete por un problema de propulsión, como ha indicado Limp. "Teníamos la mayoría de las condiciones adecuadas en el motor, pero no pudimos hacer que todo llegara correctamente desde los tanques", dijo. "Creemos que entendemos cuáles son los problemas".

Según se pudo seguir durante la transmisión del lanzamiento, la telemetría del cohete se perdió aproximadamente en la marca T+7:55, durante un encendido de reentrada de tres de los siete motores BE-4 del cohete. Esto supuso que el programa de este primer lanzamiento no se completara, aunque esto no impidió que se considerara un éxito el viaje.

La empresa aún no ha detallado si llevará carga útil dentro del cohete para su segundo lanzamiento. Limp aseguró que están valorando un "par de opciones diferentes". Serían tres primeros vuelos de prueba para perfeccionar el desarrollo del cohete, pero aún así tratarán de aprovecharlos para desplegar cargas como satélites.

Hay que recordar que la NASA iba a utilizar este cohete en octubre del año pasado para lanzar la misión ESCAPADE con rumbo a Marte. Limp sugirió que un próximo lanzamiento será de la versión Mark 1 de su módulo de aterrizaje lunar Blue Moon, un módulo de aterrizaje robótico que sirve como demostrador de tecnología para su módulo de aterrizaje tripulado más grande, Blue Moon Mark 2, que está desarrollando para el programa del Sistema de Aterrizaje Humano de la NASA.

Se avecina un año completo en la carrera espacial. SpaceX está ya poniendo a prueba los motores de su cohete Starship para una nueva prueba. Sería el octavo lanzamiento y tendría que evitar los errores que llevaron a la pérdida del cohete; los restos del vehículo estallado provocaron el desvío de aviones. Por su parte, la empresa española PLD también prueba su tecnología en Teruel de cara a su primer lanzamiento de Miura 5.