En muchos de los hogares de España, se repite siempre el mismo problema con la conexión Wi-Fi. Resulta prácticamente imposible que llegue a todas las estancias de una vivienda con la misma intensidad. Por lo general dispondremos de una mejor conexión en aquellos espacios que están más próximos al router.
Sin embargo, la calidad de la conexión puede verse mejorada con una serie de conocimientos básicos que no te requerirán tampoco de un gran esfuerzo o desembolso. No es necesario que sepas lo mismo que un informático.
Pero sí que debes tener presente que en los fallos de conexión suelen entrar en juego una serie de factores que en muchas ocasiones pueden llegar a resultar desconocidos para nosotros. En ocasiones resulta interesante analizar otros modelos de router que puedan mejorar la señal y que además tampoco implicarán un gasto demasiado elevado. También hay disponibles amplificadores de señal que pueden ayudarte a salir de un apuro en un momento dado. Su precio no es tampoco alto y se le puede sacar mucho rendimiento, sobre todo si haces uso de Internet en habitaciones distintas a donde se encuentra el router.
No obstante, hay un truco casero que puede dejar boquiabiertos a todos los que visiten tu casa. En muy poco tiempo y con un producto que todos tenemos en nuestro frigorífico será suficiente. Sí, no hace falta recurrir a nada extraño y además los resultados están garantizados.
Una solución casera
Es lógico que te lleves las manos a la cabeza después de leer que con un artículo que tenemos en la nevera puedes mejorar la señal de internet. Eso sí, tampoco te pienses que la velocidad va a mejorar una barbaridad. Los milagros en este sentido, los dejamos para otros.
El papel del router es bien claro. Tiene la misión de enviar y recibir paquetes de información por medio de ondas electromagnéticas. De ahí que si conseguimos contar con una fuente que permita reflejarlas en dirección a los aparatos que deseamos habrá muchas posibilidades de la capacidad de conexión mejore un poco.
El producto al que recurriremos y que puede sorprenderte es una lata de bebida, ya sea de cerveza o de un refresco. Obviamente, cuanto más grande sea, mejor. También será preciso que le pongamos un poco de maña a la hora de realizar el proceso.
Para sacarle el mayor rendimiento posible a este experimento es preciso vaciar la lata previamente. Así que disfruta de tu bebida sin prisas y una vez que finalices ya puedes empezar con el proceso. A partir de ahí lavaremos bien el interior de la lata con agua, y durante unas cuantas horas dejaremos que escurra el líquido sobrante.
Tener un poco de destreza
El siguiente paso nos llevará a retirar la parte inferior del bote, ya sea con un cuchillo o unas tijeras. Habrá que realizarlo con cierto cuidado ya que se trata de aluminio y puede provocar cortes profundos si no tenemos una cierta destreza en la operación. A continuación, habrá que eliminar el otro extremo, pero sin llegar a romperlo por completo, ya que precisaremos de una base, al tiempo que se despliega el interior de la lata. La abriremos como si se tratara de un libro. Aprovecharemos aquí para limpiar bien el interior si todavía queda algún tipo de rastro de la bebida o no se ha secado bien.
En la zona inferior de la base pondremos una cinta de doble cara, que nos permitirá, entre otras cosas para que el potenciador de señal no se caiga con demasiada facilidad. No hay olvidar que se trata de un material bastante sensible.
Por último, solo habrá que poner este invento en la parte posterior del router o de las antenas en el caso de tenerlas. Hay que situarlo siempre en dirección al aparato que se desee potenciar, ya sea un ordenador, una tablet o un teléfono móvil. Al medir la velocidad de conexión se puede comprobar cómo los resultados son visibles, y podrás disfrutar de una mejor señal de internet en tu hogar. Todo ello de una forma casera y sin necesidad de gastar dinero. Solo necesitarás una lata y un poco de destreza para abrir el bote.
Por qué es recomendable hacerse con un amplificador de señal Wi-Fi
La mayor parte de las casas solo disponen de un router que es el que proporciona la señal de Internet. Por eso en ocasiones es preciso hacerse con un amplificador de señal Wi-Fi para poder disponer de cobertura en todos los rincones de la vivienda. No hay nada más desagradable que estar viendo un vídeo o hacer click sobre una noticia y quedarnos a medias por problemas en la conexión.
Es un indicativo de que precisamos de un repetidor o amplificador Wi-Fi. Se trata de un dispositivo que va enganchado a la corriente, que se limita a recoger la señal Wi-Fi que recibe para multiplicar su potencia y de esta forma extender la cobertura.
No hay que olvidar que la Wi-Fi va perdiendo potencia a medida que nos distanciamos del router. En el caso de que al repetidor le llegue una señal muy baja, la señal que transmitirá será de mala calidad. De ahí que sea importante saber colocar el aparato en un lugar adecuado para que nos permita mejorar la conexión en toda la vivienda. Lo aconsejable es que se ponga próximo al router.