Sí 378 días soñando con este momento (volver a escribir mi sección mundana/mundial tras un año de abstinencia obligada por un contrato de no competencia) y hoy, cuando llega la hora, los dedos se me aturullan, no me obedecen del todo. Estarán oxidados por el parón sabático, me digo. Lo intento de nuevo. Incontrolados, se retuercen sobre el teclado, convertidos en una especie de pinza de crustáceo.
Será el síndrome del marisco navideño, me respondo... No. Pronto soy consciente de la naturaleza del problema. No está en las manos, está en la mente. Porque mi cerebro se pregunta a sí mismo: ¿Qué necesidad tienen los lectores de El ESPAÑOL de más preguntas si el país es una interrogación sin final? Mala semana, pues, para iniciar esta colaboración dominical con “Las preguntas de la semana”.
Hay mucha tela de sinvergüenza que cortar, cazuela de comisionista que denunciar y trasero gordo de politicastro que patear
Como la suerte acompaña a los valientes, continúo con mi propósito de escribir hoy. Shakespeare lo dijo de manera vibrante: “El miedo quita fuerza. Temer es ser muerto; peor no ocurre en combate. Morir luchando es muerte matando muerte; vivir temiéndola es vivir servilmente”. Adelante con la sección.
Hay mucha tela de sinvergüenza que cortar, cazuela de comisionista que denunciar, trasero gordo de politicastro que patear, espíritus frívolos con capacidades decisorias que desentrañar... Y, además, en clave positiva, un escaparate limpio y terso como el de EL ESPAÑOL es la pantalla ideal para recuperar píldoras de sabiduría que ayuden a entender qué coño nos pasa en España.
Franklin nos ilustró sobre la importancia decisiva de poner el clavo en su sitio exacto para evitar el descoyuntamiento
Escribió Franklin en su Almanaque de 1732: “Por culpa de un clavo se perdió la herradura; por culpa de la herradura se perdió el caballo y por perderse el caballo se perdió el jinete, que acabó siendo alcanzado y asesinado por el enemigo. Todo por no prestar atención al clavo de la herradura”. Atención, pues, al clavo en este momento procesal en que se encuentra España, del “procés”, a punto de cometerse un patricidio, el de un país que ha sido así siglos y siglos.
Franklin nos ilustró sobre la importancia decisiva de poner el clavo en su sitio exacto para evitar el descoyuntamiento. Llegados a este punto de desbarajuste nacional, sólo nos queda un herrador de referencia, el Jefe del Estado. (Un amigo suyo de la infancia llama a don Felipe “Felileti”, contracción de Felipe y Letizia. “Leti no es el apócope de Letizia, sino de Le-ón y Ti-gre. Así es ella”, me dice con contenida admiración. Porque así de importante es el papel de la consorte profesional en la corte de esta España casquivana).
¿Cuidado con la Historia?
sí No se ha valorado suficientemente (mal) la decisión de Felipe VI de cambiar de escenario en su discurso navideño. Mejor en un albergue social, con la desmelenada alcaldesa Carmena de árbol navideño, que en los salones del Palacio Real. La inoportunidad no es cuestión de metros cuadrados sino de evocaciones históricas.
Querían los edecanes del Rey sintetizar la Historia centenaria de España como unidad de destino a través del majestuoso palacio construido por Felipe V, primer Borbón reinante en España. Pero olvidaron que fue allí donde instaló su despacho el último presidente de la II República, Azaña, tras la victoria del Frente Popular.
La España de 1936 nada tiene que ver con la de 2016, salvo en lo trascendental
Sí, es verdad que la España de 1936 nada tiene que ver con la de 2016. Salvo en lo trascendental: está habitada por los “Hunos y los Otros” (Unamuno), por españoles más dados a la destrucción del contrario que a la construcción del bien general.
Bajada de impuestos, disminución de las rentas abusivas, revisión del sistema bancario, mejora de las condiciones laborales, acabar con la política de desahucios, desarrollo pleno de los principios autonómicos… Con un programa así (¿les suena a estos días?) la coalición de partidos de izquierda más los nacionalistas catalanes, el llamado Frente Popular, ganó las elecciones del 36.
Azaña, nuevo Jefe de Estado, se instaló en el Palacio Nacional, antes Real. Esto me recordó el escenario del discurso de Felipe VI. Para más “inri”, leyó 1.646 palabras. 1646 fue el año en que murió el infante Baltasar Carlos, hijo de Felipe IV, última esperanza para que los Austrias continuaran reinando en España. De los Austrias a los Borbones. En términos conspiranoicos, la longitud de la elocución tampoco fue la adecuada.
¿Iñaki entra en escena?
sí Y su esposa enamorada, Cristina, que no se enteraba de nada porque L´amour est fou, madame. Lo que le faltaba a Felipe VI para empezar este año malcarado. El próximo miércoles, el Jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas vuelve al Palacio Real para celebrar la Pascua Militar. Papelón.
Artículo 8 de la Constitución: “Las fuerzas Armadas tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España”. Artículo 56: “El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia”. Artículo 2: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española”. Ergo… La situación interna de España planeará en el Salón del Trono, pero el Jefe despachará la Pascua Militar como un asunto de trámite, escudado en la obediencia debida.
El guión más favorable para la monarquía es que 'el Urda' entre, raudo, en la cárcel por chorizo
En lo que estará pensando el Rey es en los juzgados de Palma. Cinco días después, el 11 de enero, se sentarán en el banquillo el exduque ex “empalmado”, a punto de ser empalado por latrocinio público cometido a través de la Fundación Nóos, y su esposa, Cristiana de Borbón.
El guión más favorable para la monarquía, con un país en entredicho y un Gobierno en funciones, es que “el Urda” entre, raudo, en la cárcel por chorizo, y que, por el contrario, la hermana de Felipe VI sea exonerada desde el inicio del juicio gracias a la doctrina Botín (no hay caso si no actúan contra ella el fiscal y el abogado del Estado, representantes del perjudicado por fraude, el Estado).
Sobre el banquillo de los abogados planeará el incombustible Miquel Roca
El resto de actores no tiene desperdicio: un tonto de verdad como Urdangarin; una tonta de postizo como la infanta Cristina; un socio caradura, Diego Torres, deseoso de sacar a relucir que Don Juan Carlos estaba en el ajo de la Fundación; más la amante Corinna queriendo hacer también business; o la reina Sofía, supuesta inspiradora de los nombres de Nóos (sabiduría en griego) o de la sociedad instrumental Namaste (saludo en hindú).
Y para rematar el plantel de actores, un juez Castro que rechazó ser candidato a diputado por Podemos. Sobre el banquillo de los abogados planeará el incombustible Miquel Roca, padre de la Constitución y de la exoneración de Pujol en los 80 en Banca Catalana, libre con intercesión del Rey Juan Carlos… No se lo pierdan.
¿Entre Escila y Caribdis?
sí Los barones del PSOE han aprendido una hoja de mitología griega con el resultado del 20-D. En los cuarteles socialistas se ha convertido en frase común comparar el mito de Escila y Caribdis con la posición postelectoral socialista.
Con 90 diputados en la tripulación, el PSOE ha de navegar por un estrecho en cada uno de cuyos lados se esconde un monstruo marino. Si el PSOE se aproxima a la orilla derecha del PP serán devorados por Escila, que según Homero se comía de seis en seis a los marinos de Odiseo. Si se acerca a la orilla izquierda de Podemos, ahí espera Caribdis, gran succionador de agua, capaz de tragarse de un sorbo una nave entera.
Si Rajoy consiguiera ligar esta mayonesa pasaría a la posteridad por legalizar el matrimonio político a tres
Y en esa tesitura agonizan los socialistas. No es verdad que Pablo Iglesias, con sus Mareas y la princesa de todas las olas, Ada Colau, no quiera tender puentes con el PSOE. Quiere construir uno largo para colgar políticamente de cada vano a los dirigentes socialistas. Tampoco es verdad que Iglesias no esté dispuesto a crionizar la promesa del referéndum catalán, pero sabe que si hiciera eso sería él el colgado por Colau.
Atentos al desenlace. Luego, está la coalición a tres. Si Rajoy consiguiera ligar esta mayonesa pasaría a la posteridad por legalizar el matrimonio político a tres, así como ZP hizo con las parejas homosexuales. Una coalición PP, PSOE y C's nacería vieja e impotente, esa es la verdad, por más que nos guste. Sospechosa de amparo mutuo por corrupción.
Salvo que fuera precedida por un harikiri público en el balcón de Génova. Esta coalición, con Rajoy al frente, sería como las fiestas de promociones en sus bodas de oro donde nadie tiene prisa por acostarse, porque ya ni quedan ganas de hacer cosas sucias. Huele a nuevas elecciones.
¿Buen pálpito para 2016?
no La verdad. De la política poco o nada se puede esperar. ¡Dios, tengamos fe en la ciencia! Algunos científicos aseguran que pronto contactaremos con vida extraterrestre. Imagínense un planeta repleto de Pedros Gómez de la Serna clonados, el comisionista del PP elegido diputado con 30.000 votos segovianos pese a existir pruebas previas de su indecencia.
¡Qué horror! Eso no es democracia, es “evacuocracia”. La ciencia promete solucionar infecciones intestinales incurables con fármacos construidos con heces extraídas de pacientes sanos. No habría toneladas suficientes de detritus para curar un metabolismo tan insano como el de un tipejo así.