Sí. ¿Qué pinta el ex líder catalán y padre de la Constitución en el juicio por el 'caso Nóos'? Esa es la pregunta que el jueves por la tarde se hacían muchos españoles al verlo por televisión durante la interminable lista de preguntas que la abogada de Manos Limpias lanzaba contra la infanta Cristina. En el centro de la imagen, ojerosa (¿no maquillada o maquillada para la ocasión?), la hija de Juan Carlos I y ex hermana de Felipe VI (ex si la hermandad es puro sentimiento fraternal) oía cuestiones referidas a justificantes de pagos recogidos en los folios 27.330 y siguientes del sumario.
A la izquierda del plató judicial aparecía el abogado de los ex duques, Jesús María Silva, acompañado por Miquel Roca, jefe de la defensa jurídica compuesta por seis letrados. ¿Qué se le ha perdido a Roca ahí; él, que lo ha sido todo en la política nacional y catalana durante más de 30 años, una de las personas que más ha hecho por mantener firme la costura de Cataluña con el resto de España?
Se podría argüir. 1) “Es abogado”: sí y de los buenos, pero su especialidad es el derecho mercantil, civil, administrativo, no el penal. 2) “El letrado Silva trabaja en su equipo”: no, Silva, el catedrático de Derecho Penal más prestigioso de España, incluso de Europa, está asociado a Molins y Roca, que no es el despacho principal de la firma Roca. 3) “Facturará una importante minuta”: sí, en casos como éste, con abogados del top 10, se cobran entre 400 y 600 euros la hora; o unos 300.000 euros si se cierra un precio en un proceso tan extenso.
Pero no, Roca tampoco está ahí para facturar un cuarto de millón; seguramente no cobrará nada. Tampoco parece que el interés del ex líder catalán sea morboso: conocer al detalle si la infanta enamorada y su marido casquivano cargaron a Aizoon unas botas de señora, el pago en la tintorería Filadelfia….
Roca está en el juzgado de Palma, en un juicio a la Familia Real (la de antes de ser depurada), compitiendo en horario vespertino con Sálvame, porque es un hombre del rey Juan Carlos. Defiende a la hija y al padre, dos por el precio de uno. Como se está viendo, el juicio de Palma se ha convertido en el examen a una manera de actuar en la corte del anterior Jefe del Estado, con actos reflejos propios de un rey absolutista, si se entiende como tal el ejercicio del cargo con los síntomas de impunidad que da ser inviolable.
Sería mucho especular si se atribuyera a Roca, padre de la Constitución, la redacción del artículo 56.3 de la Constitución: “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Pero resulta plausible colegir que apoyaría con entusiasmo el contenido del artículo que, a la larga, ha pasado factura a la institución monárquica. Porque de la inviolabilidad del de arriba se pasa al aforamiento de los demás en el reino de jauja.
A través de esta “irresponsabilidad” en cascada se llega a un capítulo concreto que une al rey anterior con el Roca de ahora. En el año 1984 llegó a Zarzuela un sobre con cinco folios mecanografiados, sin firma, pero con una tarjeta dentro, de Miquel Roca i Junyent. Se relataba el proceloso recorrido de la quiebra de Banca Catalana, fundada en 1959 por Florenci Pujol, padre de Jordi Pujol, el de la herencia que se multiplicó como el milagro de los panes y los peces.
El informe daba cuenta de los intentos de dos fiscales “de conocida ideología y militancia marxista” (Mena y Jiménez Villarejo, que el viernes dejó Podemos por no facilitar la investidura de Sánchez) para empitonar a Jordi Pujol a través de Banca Catalana. Se explicaba cómo se podría obrar para que la querella del entonces Fiscal General del Estado, Burón Barba, se deshiciera como un azucarillo. Felipe González era el presidente del Gobierno. Así sucedió: en 1986, la Audiencia de Barcelona archivó la querella contra Pujol por falta de pruebas. Treinta años después, el remitente del sugerente informe dirigido al Rey defiende a su hija en la Audiencia de Palma.
La Historia es un vaso oscuro cuyo contenido se escapa por el sumidero. Pero los posos que quedan se transforman en lodos. Aquel episodio dejó, eso sí, una intervención divina de Pujol. Balcón de la Generalitat, 30 de mayo de 1984: “Dejadme que os diga una cosa: el Gobierno central ha hecho una jugada indigna. A partir de ahora, cuando se hable de ética, de moral y de juego limpio, podremos hablar nosotros, pero no ellos”.
¿4 de octubre, día de los enamorados?
Sí. Con permiso de San Francisco de Asís, España debería trasladar la festividad de San Valentín. Casarse se casan muchos. Por casar soldados romanos por el rito cristiano pasó a la historia el mártir San Valentín de Terni. Pero el amor se demuestra cuando el matrimonio se convierte en martirio. La infanta Cristina, casada con el incomparable Urdangarin el 4 de octubre de 1997, escribe cada día su página del martirologio.
Dijo su abogado Silva: “Cuando una persona está enamorada de otra, confía, ha confiado y seguirá confiando contra viento y marea…”. Dijo el jueves la juzgada ante el tribunal: “Confío en mi marido”. Dijo Shakespeare en un soneto: “El amor no mira con los ojos, sino con el alma”. Dijo Voltaire: “Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero”. Muchos dimes y diretes. Digo yo (con perdón): "Para aguantar a un marido como Iñaki hay que ser reina de la lealtad y estar loca de amor.
¿Más puertas giratorias?
No. España es un globo mojado, sucio de babas, al que hay que darle la vuelta. Pero con esmero, no metiendo la punta de la navaja cabritera para la operación. La compañía Telefónica es el epítome del enchufismo al más alto nivel. Un modelo de nepotismo para saber qué no debe hacerse y qué hay que hacer. La lista en estos 40 últimos años, como empresa pública y luego privada, es irreproducible… Por larga. Desde el ex presidente Suárez (al que se mantuvo el sueldo hasta fallecer; así la familia soportó económicamente su cuidado en su larga enfermedad), pasando por el ex vicepresidente Serra, el ex ministro Zaplana, el ex jefe de la Casa Real Fernando Almansa, el ex líder de las Juventudes Socialistas Javier de Paz. Y otros nombres de menor nivel como Andrea Fabra (hija), Elvira Fernández (esposa de Rajoy), Alfredo Timermans, Iván de la Rosa (esposo de la vicepresidenta actual)… Buenos profesionales unos, jarrones otros. Las dos últimas incorporaciones son Yolanda Barcina, ex presidenta del Gobierno de Navarra, y Trinidad Jiménez, ex ministra de Exteriores.
Lleva razón Trinidad Jiménez, recién incorporada, cuando advierte al Preguntón que nadie podrá ser político si no puede trabajar después. El problema es que el abuso transforma todo en sospecha.
¿Rivera, el innecesario?
No. Así le ha intitulado un portavoz del PP cuando la opinión pública ha proclamado al líder de Ciudadanos ganador del debate de investidura. Como se dijo en este rincón, antes que otros (ver artículo del 17-I-2016 ¿Demacrado, hundido... y amortizado?), Rajoy es historia. Es el Enrique IV del Pacto de Guisando al que se refirió en el primer día de la investidura. Está por ver quién será la Isabel la Católica ganadora del episodio histórico, hermanastra de Enrique IV. Cuanto más tiempo tarde en admitirlo el PP y el mismo Rajoy (con grandes aciertos como presidente del Gobierno), peor será para el partido. Y para España. Mientras, la sombra de Rivera crece, como lo prueba que le ataquen Rajoy e Iglesias.
Con los toros de Guisando y los leones de la carrera de San Jerónimo, el Congreso de los Diputados es un zoo descontrolado. Si no se remedia, el 26 de junio unas nuevas elecciones parirán un ratón. Los pactos que no se hagan ahora se harán después, tras gastar otros ¡130 millones! de euros en una nueva y estéril campaña, y nueve meses de gobierno en funciones. Definitivamente, los políticos serían el problema número 1 del país.
Como el PP, con Rajoy al frente, tiene mucho que perder, Sánchez no digamos y Podemos necesita tocar poder so pena de que Pablo Iglesias declare a España un Estado revolucionario antes de tiempo, todo es posible en los próximos días. Atentos.
(Conclusión. Imbestidura: investidura fallida donde se escuchan bestialidades y se ven actos impropios de un Parlamento en un momento tan trascendental como la elección de Presidente de Gobierno. Variante: embestidura, acto de embestir en una sesión de investidura fallida y, a veces, zafia).
¿Torres más altas cayeron?
Sí. Nueva York inaugura la estación de Calatrava en el World Trade Center. España es hoy un llamativo edificio como los del genial arquitecto: ni se sabe cómo acabará ni cuánto costará finalizarlo. Ramiro de Maeztu, que dio nombre al instituto donde estudio Pedro Sánchez, dijo: “Vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por lo que muero: para que vuestros hijos sean mejores que vosotros”. Es lo que se merecerán los políticos, en sentido figurado, si no resuelven el problema. La clase política está enferma de narcisismo, esa epidemia del yo, yo y yo, sin tener en cuenta las consecuencias.