Todos los caminos llevan a Austin”, decía Jorge Luis Borges, que fue profesor unos meses en la Universidad de Texas. En ese mismo campus Rosental Alves organiza desde 1999 el simposio sobre periodismo online.
En Austin nació #nohacefaltapapel y de Austin salieron las ideas de El Español que han tenido más éxito. Es un encuentro de periodistas de todo el mundo que produce inspiración y optimismo. Este año lo primero sin duda se ha cumplido. Pero lo segundo cuesta más.
La inquietud era evidente en Austin, o en Perugia durante el equivalente europeo unos días antes, por el dominio casi absoluto de Facebook y la muerte del modelo de negocio tradicional de los medios en internet (clicks a cambio publicidad). En el primer trimestre de 2016, 85 centavos de cada dólar gastado en publicidad online se han ido a Facebook o Google. Mientras, el 26% del contenido en Estados Unidos tiene la publicidad invisible por los bloqueadores; el 62%, en Alemania. Por si faltara algo, Facebook se está quedando con el contenido. Una vez que has visto lo rápido que se descarga un artículo o un vídeo nativo en Facebook tiene que merecer mucho la pena algo para que esperes pacientemente el tiempo de descarga que ofrecen los medios.
Aunque Facebook está empezando a pagar a los medios para que hagan vídeos dentro de su página, entregarse a un gigante con una perspectiva de ingresos incierta a medio plazo da vértigo, especialmente a quienes intentan proteger lo que ya tienen.
Los nuevos modelos son más complicados, pero en muchos sentidos más transparentes, más justos con el buen contenido y más despiadados con el malo. Igual que los lectores tienen ahora poder para quejarse de los titulares equivocados, las faltas de ortografía o los errores en una información, los editores saben qué no se lee, qué usuarios no vuelven al medio después de una historia y cuántos salen corriendo unos segundos después del click.
Ahora Facebook quiere premiar el contenido que realmente se lee. Este jueves anunció que cambiará su deseado algoritmo para mostrar más las historias que sus usuarios leen más incluso aunque no pinchen en ellas: el factor clave es el tiempo. Desde hace un par de años "from clicks to clocks" es tendencia en cualquier sector que esté online, pero ahora ya no hay escapatoria gracias a Facebook.
Tony Haile, el fundador del medidor de tráfico Chartbeat, tuiteó al ver el anuncio “Yep”. Él lleva años defendiendo que las páginas vistas no son un buen parámetro. El tiempo, en definitiva la atención, es una de las pocas herramientas que quedan para los medios. Quien no la utilice bien ya está muerto aunque no lo sepa.