Después de tres meses de bloqueo político e institucional, y a expensas de que Felipe VI reciba a los representantes de unos partidos enrocados en el inmovilismo, nada permite confiar en una solución de última hora que ahorre a los españoles la repetición de elecciones. Y lo que es peor, ni siquiera los estudios demoscópicos publicados auguran un cambio de escenario sustancial en el caso de que -tal como parece- el rey se vea el 2 de mayo en la obligación de disolver las Cortes y convocar comicios para el 26 de junio.
El último sondeo de EL ESPAÑOL confirma una especie de estrechez lampedusiana, pues todo cambiaría apenas de tal modo que el bloqueo continuaría: el PP ganaría con cerca del 27% de los votos, el PSOE se estancaría con un 20,6% de los sufragios, Podemos recogería el 20% de las papeletas y sólo Ciudadanos (casi el 18%) e IU (7,3%) subirían en votos 4 y algo más de 3,5 puntos en comparación con las últimas generales.
Ante esta perspectiva monolítica, EL ESPAÑOL ha preguntado por diferentes cabezas de lista para comprobar si un cambio resolvería el bloqueo. El resultado sorprende, aunque es congruente con la crisis de liderazgo que padece el PP y también con la campaña de imagen que supuso para Pedro Sánchez coger el testigo de la investidura que Mariano Rajoy dejó caer a los pies de Felipe VI.
De sustituir Soraya Sánez de Santamaría a Mariano Rajoy como candidato, el PP lograría hasta un 30,9% de los votos, prácticamente cuatro puntos más pese a que vicepresidenta y presidente en funciones son las dos caras de una misma moneda: no en balde sustituyó a Rajoy en el debate a cuatro y en no pocas vallas de la última campaña. Y algo mucho más curioso: con la presidenta madrileña como cartel, el PP ganaría 2,1 puntos más en intención de voto directo que con Rajoy pese a que Cristina Cifuentes es poco conocida fuera de Madrid. Si una dirigente poco conocida lograría más votos que el presidente, y si quien ha sido compañera de aventuras mejoraría con creces su resultado, la ecuación es clara.
Por lo que respecta al PSOE, el resultado del sondeo también es muy llamativo: si la lista la encabezara Susana Díaz, obtendría el 18,3% de los votos, dos puntos menos que Pedro Sánchez. La presidenta andaluza tiene el mismo problema que Cifuentes, pues no es muy conocida en comparación con el actual secretario general. Del estudio demoscópico del EL ESPAÑOL se desprende que el PP postula un muy mal candidato pese a que él ha dicho este domingo que se siente fuerte y con muchas ganas. También para el PSOE es demasiado tarde para cambiar de cartel.