A poco que los resultados que acaba de publicar el CIS reflejen el sentir de los españoles, el PSOE tiene serios motivos para preocuparse. Sólo un 10,6% de quienes votan a este partido en las generales lo hacen atraídos por la personalidad de su candidato. Baste decir, para poner la cifra en contexto, que el 25,7% de quienes eligen la papeleta de Ciudadanos (15 puntos más) lo hacen seducidos por la figura de Albert Rivera, o que el 17,7% de los votos del PP hay que atribuirlos al gancho -es una manera de hablar- de Rajoy.
No es éste el único dato para la intranquilidad de Pedro Sánchez. El principal motivo que aducen hoy los votantes para optar por el PSOE -en un porcentaje muy superior a lo que sucede en el resto de formaciones- es la costumbre, la rutina, la inercia. Eso supone un riesgo, pues al no tratarse de un voto movido por la ilusión puede ser más volátil que otros.
Un PSOE sin méritos
Pero el CIS todavía ofrece un elemento más para la inquietud de los socialistas. Su trabajo en los últimos cuatro años es muy poco apreciado por sus propios votantes. El PSOE vuelve a sacar aquí la peor nota, con diferencia. Si a todo ello añadimos que estamos hablando de una encuesta realizada entre enero y marzo, esto es, a poco más de tres meses para las nuevas elecciones -lo cual deja poca capacidad de maniobra-, está claro que Sánchez se nos presenta como el candidato más frágil de los que competirán por la Moncloa el 26-J.
El retrato del CIS confirma además la percepción extendida en el PSOE de que puede verse particularmente perjudicado por la abstención. Pero es que tampoco hay que desdeñar que, al margen de los votos que pueda arrebatarle Podemos, que trata de buscar un nuevo impulso de la mano de IU, otros muchos podrían acabar en Ciudadanos, porque el sondeo revela que hasta un 24% por ciento de quienes se decantaron por el PSOE en las elecciones de diciembre, dudó hasta última hora si votar por Ciudadanos.
El riesgo de C's
La imagen grisácea que el CIS ofrece de Sánchez contrasta con la fotografía que extrae de Rivera como auténtico motor de su partido. Albert Rivera es el líder más valorado entre sus votantes, mucho más de lo que lo está por ejemplo Pablo Iglesias entre los suyos. Ahora bien, Ciudadanos puede tener dificultades para mantener los apoyos que recibió en las pasadas elecciones. Y es que la encuesta confirma que aunque el 69% de quienes votaron al PP se plantearon votar a Rivera en algún momento, el 95% se reafirma hoy en su voto a Rajoy. Es decir, a priori es más fácil que el PP le quite votos a Ciudadanos que al revés.
La principal conclusión que cabe extraer del CIS es que el PSOE está en grave riesgo mientras que el PP se mantiene gracias a un voto consolidado al que no le afectan ni a los escándalos de corrupción ni las promesas incumplidas. Además, la polarización de la campaña podría beneficiarle. La duda que queda por despejar es saber qué sería de los socialistas con un candidato más atractivo, pero la búsqueda de una alternativa tendría que haberse hecho hace mucho. Ahora, ya no hay tiempo.