Las medidas que pretenden impulsar Podemos e Izquierda Unida en el caso de que tuvieran responsabilidad de gobierno convertirían a España en una isla dentro de la Unión Europea. Su modelo es subir impuestos, incorporar otros nuevos, incrementar los Presupuestos del Estado, crear una banca pública, acabar con la flexibilidad en la contratación, permitir de facto el derecho de autodeterminación...
Todas estas iniciativas están incluidas en el programa titulado "Cambiar España. 50 pasos para gobernar juntos" con el que Pablo Iglesias y Alberto Garzón sellan su alianza electoral de cara al 26-J. Aun cuando en el medio centenar de propuestas acordadas hay alguna que podríamos suscribir, sobre todo las que tienen que ver con la regeneración democrática, como la reducción del número de altos cargos, la limitación de la financiación bancaria de los partidos o la ampliación de la Ley de transparencia, el documento incluye tal cantidad de medidas disparatadas que cabe hacer una enmienda a la totalidad.
Salir huyendo
Habrá que ver qué piensa de este programa ese 14% de españoles que votaron a Podemos el 20-D y que, según el CIS, se declara "liberal". Lo lógico es que salieran huyendo. Los hechos vienen a dar la razón a Albert Rivera, que este martes acusaba a Podemos de haberse quitado "la careta" al pactar con IU y abrazar públicamente la "política obsoleta" del Partido Comunista.
Habrá que ver, así mismo, cómo encaja el electorado en general de Podemos iniciativas como la de la nueva subida de impuestos, un electorado que, tal y como asegura hoy en nuestra Tribuna José Luis Ábalos, portavoz adjunto del grupo parlamentario socialista, no la compone "la masa sufriente", sino "unas clases medias, urbanas e instruidas que ven amenazadas su situación o sus expectativas de bienestar y reconocimiento social".
España irreal
El documento de Podemos e IU da recetas para una España que no es real, presentada como un solar en ruinas y no como la quinta potencia de Europa, una democracia homologable -con sus virtudes y defectos- a la de los países de nuestro entorno. Por eso se habla de un "modelo productivo explotador de recursos y de personas" y se pone el énfasis en los "millones de trabajadores precarios" y "cientos de miles de jóvenes que han tenido que marcharse por falta de un futuro".
Entre las medidas disparatadas del programa está la de "poner en marcha una potente y eficaz banca pública", lo cual no sólo supone un paso atrás en la historia, sino que choca frontalmente con la normativa de la UE. La banca privada es el chivo expiatorio para Podemos e IU, a la que se proponen aplicar un impuesto sobre transacciones financieras -la famosa tasa Tobin- y otro de "solidaridad" para pagar los rescates de las entidades que hubo que salvar. Pero además se pretende sancionar a los bancos por cada vivienda vacía de que dispongan.
Gasto público
El documento plantea un incremento del gasto público que al final de la legislatura se acercaría a los 78.000 millones de euros, un 19% más que el registrado en 2015. Con ese dinero extra se revalorizarían las pensiones, se ampliaría la atención a la dependencia, se bajaría el IVA a productos básicos, se incrementaría el Salario Mínimo Interprofesional, se habilitaría una renta mínima garantizada, se incrementaría la inversión en sanidad y educación... Claro que para poder financiar todo eso habría que "recuperar y reforzar los impuestos sobre la riqueza, sucesiones y donaciones" así como replantear el de patrimonio. Es decir, más presión fiscal.
El programa se propone desde acabar con la flexibilidad que alumbraron las reformas laborales a dar garantías a los gobiernos autonómicos para celebrar consultas "sobre el encaje territorial del país" o reformar los estatutos del Banco Central Europeo. Sorprendentemente, tras meter los pies en tantos charcos, omite la cuestión del modelo de Estado, y no se pronuncia sobre el debate de monarquía o república tan del gusto de la izquierda radical.
Desde luego estamos ante el programa perfecto para Rajoy, en el sentido de que le facilita las cosas a la hora de plantear su discurso del "o yo o el caos". Sus autores lo han bautizado "Cambiar España. 50 pasos para gobernar juntos", pero bien podría ser un manual titulado "Cómo hundir España en 50 pasos".