El exconsejero delegado de Bankia, Francisco Verdú, ha desarbolado la estrategia de defensa de Rodrigo Rato en el juicio de las 'black' con un declaración demoledora. El presidente de la entidad rescatada ha mantenido en todo momento que estas tarjetas opacas al fisco -y a la contabilidad de la entidad- eran un complemento retributivo, que los pagos iban contra la nómina de los beneficiarios de las tarjetas, y que se trata de un instrumento retributivo habitual en banca.
Pues bien, la testifical de quien fue su 'número dos', uno de los cuatro consejeros que renunciaron a utilizar estas tarjetas echa por tierra todas y cada una de estas alegaciones.
Verdú ha explicado que Rato, personalmente, le dio una tarjeta opaca para "paliar la bajada retributiva" derivada de los límites legales impuestos a los sueldos de los directivos de las entidades rescatadas; que en absoluto se cargaban los pagos efectuados con ellas a nómina alguna; que para gastos de representación ya tenían una tarjeta; y que no sólo explicó al presidente de Bankia que no la utilizaría porque no formaba parte de su contrato, sino que le advirtió de que si él la usaba "saldría en los papeles". La reacción de Rodrigo Rato fue "enfadarse bastante", según ha explicado.
El testimonio de Verdú retrata a Rato como el repartidor consciente de una regalía injustificable e impropia de quien debió velar por los intereses de los accionistas de Bankia, en lugar de aprovecharse de ellos.