Miguel Ángel Revilla: “El origen de todos los atentados yihadistas en Europa es la foto de las Azores”
"La moción de censura de Pablo Iglesias es como las fiestas de los pueblos: fuegos artificiales y luego nada" / "Rajoy tenía que haber dimitido el mismo día que le envió el SMS a Bárcenas".
4 junio, 2017 02:38Noticias relacionadas
Miguel Ángel Revilla (Salcedo, 1943) es un paisano de España, de toda España. Revilla es presidente de Cantabria, showman, escritor, un labriego reconvertido en político e influencer. Cuenta que vio un racimo de plátanos por primera vez con once años y que lo bajaron en un camión de vacas a Santander porque había que ver a Franco. Ahora tiene más de medio millón de seguidores en Twitter y los vídeos que sube a Facebook superan las 200.000 reproducciones. Sorprende que su móvil sea un Nokia modelo ladrillo.
Aún no se ha descubierto la fórmula Revilla, esa que lo hace ir varias noches por semana a las televisiones y subir la audiencia ostensiblemente. La misma que crea colas en la Feria del Libro de Madrid para firmar su última publicación: Ser feliz no es caro. Quizá en esa fórmula esté el componente de la naturalidad, quizá el del populismo. Se muestra dispuesto a arreglar España y conseguimos un hito: no hablar de anchoas.
¿Qué opinión tiene de la Ley de Transitoriedad Jurídica de la Generalitat catalana?
Es una locura, pero te voy a decir una cosa: Mariano Rajoy nos ha llevado a esta situación que es ahora mismo el mayor problema que ha tenido España en Democracia. A mí ya no me preocupa Puigdemont, porque lo quitan a él y viene otro. A mí me preocupa que un 50% de los catalanes se quieran ir de España. Hace cuatro años eso no era así. Una parte de culpa la tienen Mariano Rajoy y el Partido Popular. Cuando hay un problema hay que buscar las razones por las que existe.
Si en un determinado momento se aprobó un Estatuto de Cataluña -que lo aprobaron los catalanes y el Parlamento español- y lo impugnó el Constitucional, se cabrearán, ¿no? Aquello no hablaba de independencia, hablaba de un trato, de blindar una serie de competencias. Pero cuando hay un Gobierno de España que no quiere hablar, todo nos lleva a esa situación.
Entonces, ¿el problema es que el PP no ha querido dialogar en los últimos años?
Ahora ya no hay diálogo posible, ahora esto es un choque de trenes. Esto va a acabar, ya te lo adelanto, en que este señor [Puigdemont] va a sacar las urnas y la Policía las va a quitar. Luego dirán que les han prohibido votar y convocará unas elecciones donde tendrá muchos más votos. El problema así no se arregla.
¿Qué debe hacer el Gobierno? ¿Aplicar directamente el 155?
En un momento determinado habrá que hacer una reforma de la Constitución. ¿El problema de Cataluña es que es una nación? ¡Pero si la Constitución dice que España es un conjunto de regiones y nacionalidades! Y una vez que se modifique se puede autorizar un referéndum en Cataluña. Además, se debe de hacer un estudio real de los flujos financieros que hay entre el Gobierno central y el catalán. Aunque se respete el principio de las regiones ricas, ellos tienen que aportar para la seguridad de las demás.
Estoy seguro de que Cataluña, con un trato normal -que no son tontos los catalanes-, no se van a ir nunca. Ahora se quieren ir porque ni el PP ni Rajoy han dialogado. Decir ‘no’ no es suficiente. Ellos tienen el derecho de convocar en tres meses, como lo puedo tener yo, unas elecciones catalanas. Nos vamos a encontrar con un 70% de gente que quiere el referéndum. ¿Cuánto puede durar un tira y afloja de un gobierno en contra de todo un pueblo? Poco.
¿Usted qué haría?
Sentar a gente sensata. No es por nada, pero si a mí me dejan este tema estoy seguro que Cataluña no se va de España nunca. Y menos en una votación seria y con unos porcentajes lógicos, porque a ellos les va bien estar en España y a nosotros nos va bien que Cataluña esté con nosotros. Pero hay que solucionar el problema de fondo porque el 74% de los catalanes en encuesta del CIS quieren un referéndum. Pactemos, pero modificando la Constitución. Eso sí, mientras no se modifique la Constitución (yo la respeto íntegramente) nadie puede plantear un referéndum que no englobe a todo el territorio de España.
En una supuesta consulta sobre Cataluña, ¿quién debería votar? ¿Sólo los catalanes? ¿Todos los los españoles? ¿Se daría una confrontación entre legitimidades?
Ahora todos. Pero en una modificación de la Constitución en la línea que yo he dicho votarían los catalanes con unas normas que dijeran: para que alguien se vaya de un sitio no basta el 51% de la población. ¿Tú crees que algún día el 70% de los votantes van a querer irse de España? Yo estoy seguro de que no, pero eso hay que explicarlo. Ahora cada día que habla el PP hace más independentistas, porque no dan ninguna alternativa, porque hay un problema que a lo mejor en Soria o en Cantabria no se entiende pero existe. Hay una identidad catalana, yo la veo cuando voy, y hay que respetarla.
España se ha construido sobre un conjunto de tierras muy dispares. Esto no es Norteamérica donde los de Kentucky, Wyoming o Alaska enseñan su bandera juntos. Esto no, aquí nos hemos peleado siempre: el Reino de Navarra con el de Asturias, el de Cantabria contra el de León y por medio Flandes y los franceses... ¿Cómo podemos estar juntos? Hablando, negociando y pactando.
¿Cómo cree que va a afectar el nuevo liderazgo del PSOE a la estabilidad política?
No lo sé, pero me he llevado una alegría porque alguien planificó todo eso y el resultado me ha hecho pensar que a lo mejor no lo tienen todo tan controlado, que el pueblo tiene algo que decir.
¿Le gusta a usted Pedro Sánchez?
No, no le conozco. No sé si es bueno o malo, pero no me gustó cómo se planificó. Cuando se reúnen cuatro o cinco una vez al mes se creen que pueden hacer lo que quieran. Como controlan periódicos, televisiones, radios, dicen: "Vamos a quitar a éste y poner a ésta". A mí me llamaron para que participara de eso, me dijeron que esto era un problema de Estado, un peligro. Pero yo a Sánchez no lo conozco. ¿Ha robado algo? No no lo sabemos. ¿Quién lo puso ahí? El PSOE. ¿Qué dijo en las elecciones? "No es no". ¿Lo ha cambiado? No. Y luego, cuando le dijeron abstención ¿qué hizo? Dimitir. No ha matado a nadie, ¿no? Pero ellos sí pensaban que le habían matado. Lo pensaba todo el mundo. Yo no he visto en España una unidad mayor.
¿Cómo valora la moción de censura de Podemos?
Eso en un fiesta. Tú sabes que en las fiestas de los pueblos primero hay una misa y después una procesión; en los pueblos de Castilla una capea y después fuegos artificiales, que en realidad no dicen nada, pero arman un poco de traca. Pues esto lo mismo. Estos son fuegos artificiales para hacer propaganda.
Yo he participado en dos mociones de censura en mi vida. Una se ganó y otra, donde yo iba de candidato, la perdí por un voto. La moción de censura es una cosa muy seria que hay que prepararla muy bien para que salga. Si yo voy a preparar una moción de censura me tiro un mes calladito hablando con uno y con otro, cuando la presento la tengo amarrada. Con esto Pablo va a tener un día de gloria. Propagandísticamente, lo utiliza un partido con todas sus artimañas para ser noticia. Pero debemos de tener el convencimiento de que una moción de censura seria no se hace así.
¿Hay suficientes motivos para hacerla?
No, hay 12.000 más de los que ha presentado. Un gobierno que ha amparado la corrupción no es admisible. Rajoy tenía que haber dimitido el mismo día que le mandó el SMS a Bárcenas de "sé fuerte, estamos contigo, mañana te llamo" [pone tono de burla]. Cuando a un delincuente se le manda eso hay que dimitir al día siguiente. Es como si Hoover, presidente de Estados Unidos en el 29, le hubiera mandado un telegrama a Al Capone: "Querido Al, estamos contigo, sé fuerte", y eso hubiera salido en el New York Times o en el Washington Post. ¿Cuánto hubiera durado Hoover? Pues Mariano ahí sigue. Razones para la moción de censura, todas, pero no se hacen las cosas así.
El autor del atentado de Mánchester era un inglés cuya familia había sido acogida en Europa. ¿Tenemos un problema con la integración de los inmigrantes?
Este tipo de atentados puede servir para que se den corrientes xenófobas. De primeras es importante decir que hay una cultura distinta a la nuestra que llega con ideas violentas. En esto se tienen que implicar todos los grupos musulmanes.
Yo tengo gente musulmana en Cantabria que está trabajando y que demuestra que esos comportamientos extremos son de una minoría. Aunque este tipo de acontecimientos puedan servir para hacer campañas de odio, tenemos que ser conscientes de que no podemos poner fronteras a un mundo donde hay hambre, guerras, donde la gente necesita vivir.
Voy a decir una cosa que la mantengo con seguridad absoluta: el origen de todo lo que está pasando ahora está en aquella operación que hicieron unas personas impresentables que fueron Aznar, Bush y Blair. Aquello fue un detonante que ha potenciado la inestabilidad en el mundo. No es por nada, pero yo en el año 2003 en el Parlamento de Cantabria hice una intervención donde parece que lo que dije se ha cumplido. Dije que eso iba a traer la inestabilidad global, un belicismo patrocinado por Estados Unidos y otras potencias, pero que esa no era la manera de solucionar las cosas.
Es verdad que lo de las Torres Gemelas fue anterior a lo de la Guerra de Irak pero yo creo que ni en Siria, ni en Irak ni en Libia había esos problemas. Ellos azuzaron un sentimiento contra ese mundo y estamos pagando las consecuencias. El problema no es que ahora esa gente venga, van a seguir viniendo, la gente tiene que buscarse un acomodo en la vida.
Ese belicismo que, según dice, se produce a raíz de la foto de las Azores ha conllevado que haya una corriente de odio hacia el mundo occidental. ¿Cómo combatimos la radicalización en Europa?
Muy fácil. España ha aprobado la Ley Mordaza, que impide que la gente se manifieste sin permiso, que se digan determinadas expresiones, que se grabe… No creo que sea tan difícil para un gobierno tener infiltrados, para eso están los servicios de Inteligencia. De la misma manera que estoy en contra de la xenofobia, soy partidario de que en el momento en que se detecte que en una mezquita se predican teorías contrarias a los valores occidentales de paz, democracia y convivencia, se cierre inmediatamente. En el momento en que un imán predique teorías contrarias al mundo civilizado hay que cerrarlas a cal y canto, en esto sí que no hay que tener tolerancia. Podemos ser tolerantes a que ellos sean de otra manera, que tengan otras costumbres, a que no coman jamón de jabugo -que yo creo que es un fallo que tienen-, pero hasta unos límites.
Cuando vas a un sitio tienes que acomodarte. Mi hija vive en Dubai y ella sabe que en un supermercado no puede hacer de una manera visible compra de una botella de whisky, ni puede comprar productos de los cerdos, y eso también se respeta.
La Constitución que yo voté ya dice que todos los españoles no somos iguales, eso se puede debatir o no, pero es una realidad
Existe un debate entre la libertad del individuo frente a la seguridad colectiva. ¿Es lícito que pinchen teléfonos, que vigilen redes sociales?
A mí no me importa que me pongan un vídeo en mi casa; claro que hay que controlar. Está bien que haya un respeto a la privacidad, pero al que viene de fuera y al de aquí también hay que vigilarlo. Si hubiera más control no habría tanto mangante en España y hubiéramos sido capaces de cumplir lo que se dijo en 2003 en las Naciones Unidas del control del enriquecimiento injustificado. Así se podrían haber detectado muchos de los fraudes que se han dado. A mí no me parece mal que haya control si queremos seguridad. Hoy en día la seguridad en los países desarrollados es fundamental.
No puede ser que haya un señor que parece que lleva un bulto y que no se le pueda cachear ¿Cómo que no? Si no tiene nada que ocultar que lo enseñe. No me gustan esos puristas de la libertad que hay ahora. Yo no tengo miedo de que me vigilen porque no tengo nada delictivo, el que tiene algo que temer no querrán que lo graben cuando habla por teléfono. A mí me encantaría que me grabasen todo.
¿Por?
Porque digo barbaridades. Y digo cosas que no diría en público del choriceo que hay en este país. A mí no me han grabado nunca, pero no tengo miedo a que lo hagan. A mí me parece increíble que haya habido juicios que se hayan anulado porque hay grabaciones del que paga y del que recibe y no hayan servido para nada.
¿Cuáles son los retos que nos quedan con los inmigrantes?
En España el que viene no puede llevar la cara tapada ni se puede poner a rezar en medio de una clase. Hay una cosa que tenemos que hacer sí o sí y que además si no se hace esto va a ser imparable: si durante una década todos los países del mundo desarrollado invirtieran sólo un 20% de lo que dedican a armamento a desarrollar democracias en África o en Oriente Medio esto se arreglaría. Nadie quiere irse de un sitio donde ha nacido. Yo, por ejemplo, no me iría de Cantabria a menos que pasase hambree.
En general, cualquier persona no quiere irse de donde ha nacido. Tiene ahí su arraigo físico, familiar... En vez de poner barreras a las pateras, a los que llegan, en vez de hacer murallas tipo Trump, tipo Melilla, tenemos que invertir en esos países. Además, eso redundaría en beneficios económicos porque esta gente empezaría a consumir ¡si es casi una inversión!
¿Esa idea no es utópica cuando precisamente en España no prima la solidaridad ni entre comunidades?
La Constitución española que yo voté ya dice que todos los españoles no somos iguales; eso se puede debatir o no, pero es una realidad. Yo, como he votado la Constitución, la respeto con los sistemas del concierto autonómico vasco y el concierto foral de Navarra, aunque eso es una situación desproporcionada respecto al resto de comunidades.
España lo que tiene que conseguir es que los recursos que recauda revierrtan a las comunidades autónomas y a los ciudadanos con un principio que no puede tachar nadie de no ser justo: en función del coste efectivo de los servicios, de los servicios imprescindibles para los ciudadanos. En función de cuánto cuesta la sanidad en un territorio, la educación, cuánto cuesta hacer carreteras...
España en un país donde no es igual mantener un sistema de salud en una ciudad como Madrid que en Cantabria, donde sólo en Liébana tengo 300 núcleos rurales y donde tengo que tener cerca de cada uno de ellos un médico. Eso es un principio que todo el mundo podría admitir… Lo que yo he visto estos días aquí [la negociación de los Presupuestos en el Parlamento], pues hombre, como persona solidaria y demócrata me causa un poco de tirria el chalaneo…
¿Qué quiere decir con chalaneo?
Pues que se ha convertido el Parlamento en un mercado persa. Vender votos a cambio de cosas. Cuando veo eso parece como que hay castigo a aquellos que somos leales a la Constitución y a la unidad de España. Eso me cabrea. Por ejemplo, yo el otro día escuché decir a Rajoy: "Estoy esperando que me llame Puigdemont para recibirle encantado mañana" Coño ¡que me reciba a mí, que no reniego de España y le llevo pidiendo una entrevista para que me explique por qué no me paga! ¿Tú crees que es normal?
Mariano pidiendo una entrevista a Puigdemont... "Pídeme una entrevista que te recibo [tono de recochineo], ven al Parlamento que te explico y te replico..." Oye, ¿y Revilla en Cantabria, que es un español que viene el Día de las Fuerzas Armadas y se muestra como un patriota -lo que es- y es leal con la Constitución, con las leyes?
Mariano nos castiga encima no pagando lo que está en los Presupuestos. En España no todos somos iguales, y a nivel de comunidades autónomas tampoco. ¿Qué pasa? Que en Cantabria somos 580.000 y ¿Cantabria? ¡Bah! ¿Qué va a hacer Cantabria? ¿Irse de España? Cómo son cuatro… No hombre, Mariano, españoles somos todos y debemos tener un trato igual.