Abel Matutes ha sido descendiente patricio, futbolista profesional en el RCD Espanyol -antes Español-, alcalde de Ibiza en tiempos de Franco, hacedor del régimen del 78, dirigente de AP, senador, europarlamentario, comisario europeo, ministro de Exteriores y protoempresario de hoteles, navieras y otras industrias. Su dilatada experiencia en situaciones y puestos clave durante la Transición, su conocimiento de la historia, la política y la realidad empresarial, y su vocación humanística -es lector empedernido de libros y periódicos y observador sagaz- lo convierten en un entrevistado de lujo.
Es afable, enérgico y se conduce con vitalidad contagiosa. Quedamos en el Only You de Atocha, su último hotel en Madrid. Me tiende la mano, se ofrece a ayudar a portar los bártulos a mi compañera Silvia P. Cabeza -que se niega- y, antes de darme opción a romper el hielo con comentarios amables sobre la decoración del establecimiento -un lugar muy acogedor, muy moderno, y con una carta gastronómica puloviana y asequible-, toma las riendas de la entrevista con una disertación sobre Europa y su lugar en el mundo.
“¿Qué tal si yo te explicara un poco mi visión de las cosas? Así puedes hacer luego las preguntas con más intencionalidad… Si me enrollo, tú me cortas, ¿eh?”.
Habla con voluntad pedagógica y pronuncia las uves con una dicción labiodental típica de las Baleares. Introduce recuerdos, anécdotas y noticias de la última semana. También cita a Lincoln y Fraga.
“Desde el Imperio Español, desde Carlos V y Felipe II, hasta que acaba la Segunda Guerra Mundial, Europa ha estado en una guerra civil permanente; que si Guerra de los 100 años, que si Guerra de los 30 años, la Gran Guerra... Con el Tratado del Carbón del Acero, germen del Tratado de Roma del 57 y, por tanto, de de la UE, Europa deja de luchar contra sí misma. Con la Unión Soviética y China comunistas se da lugar a la bipolaridad, que dura hasta la caída del Muro en el 89. Con el final de la URSS, el liderazgo de EEUU lleva al unilateralismo. Ahora, Rusia no está conforme con su escaso liderazgo y EEUU se cansa de ejercer de sheriff. Entonces gana Trump, EEUU se repliega y entramos en una época de multilateralismo fáctico en el que no hay ni liderazgo ni reglas y en el que la UE no ejerce un papel activo.”
“Las Naciones Unidas muestran su falta de capacidad, así que, señores, o creamos nuevas reglas y un organismo capaz de preservar la paz y el desarrollo o nos veremos abocados a la incertidumbre y a la inestabilidad. ¡Ese es el asunto pendiente en el que todos nos hemos de involucrar! Lo que está claro es que si Europa no logra reforzar su unidad, no podrá ser más que un espectador pasivo".
¿Y qué debe o puede hacer Europa?
Pues una de dos, o se comporta como Alemania o se comporta como Italia. Eso es lo que tiene que decidir también España. El primer caso (reedición de una gran coalición) es un ejemplo clarísimo de lo que es positivo y tiene porvenir. Y lo que ha pasado en Italia (triunfo de populistas, extremistas y euroescépticos) es todo lo contrario. España debe decidir si prima la estabilidad o los particularismos.
Lleva 18 años dedicado en exclusiva a sus empresas. ¿Ha echado de menos la política?
Sinceramente, no. Mi paso por la política se reducía a colaborar, como uno más, a lograr un a Transición que pusiera a los españoles en paz consigo mismos. Y eso se consiguió con la Constitución del 78. Todo lo que vino después no entraba en mis cálculos. La primera Legislatura y estuve en el Senado; y ahí había abogados del Estado, notarios, médicos notables, ingenieros, grandes hombres militares… y vivíamos en un ambiente de tolerancia y logramos una Constitución muy abierta, que da mucho margen a muchas reformas y muchas políticas. Esa Constitución fue votada sin oposición por el 80 y pico por ciento de los españoles.
"Han rebrotado sentimientos particularistas que empobrecen el futuro del país y que nos ponen en riesgo"
¿Cómo ha evolucionado el debate político?
Por un lado, la política ha ido perdiendo activos importantes; personas que dejaron de estar. En este aspecto, se empobreció un poco. Y por otro, han rebrotado sentimientos particularistas que empobrecen el futuro de nuestro país y que nos ponen en riesgo de enfrentamientos no sólo territoriales, sino también sociales y en el seno de una misma familia. En ese sentido, parece que volvemos a tropezar en la misma piedra con la que hemos tropezado históricamente: la del cainismo. Fomentar ese particularimo exacerbado, que exalta singularidades regionales en demérito y en perjuicio del conjunto, supone retomar una senda muy peligrosa. Eso conduce al empobrecimiento del país, que en esas condiciones no puede seguir haciendo las reformas necesarias para seguir siendo un ejemplo de crecimiento y de convivencia, que es como nos reconocían nuestros socios en Europa; y se lo digo por larga experiencia como comisario europeo, como europarlamentario y, luego, como ministro de Exteriores.
¿Se puede solucionar el problema territorial?
Naturalmente. No olvidemos que, cuando aprobamos la Constitución, el tema del derecho de autodeterminación estuvo presente desde el primer día hasta la aprobación de la Carta. Y todos los partidos sin excepción aceptamos las reglas de juego. Todos aceptamos el principio de que España era una; que el titular de la soberanía era el conjunto del pueblo español; y que esa soberanía era indivisible. Sólo hubo una reserva por parte del PNV, que dijo que quería conservar un principio de derecho de autodeterminación y, como no se le concedió, se abstuvo. La Constitución fue aprobada por el 80 y pico por ciento del pueblo español, incluido el 80 y pico por ciento del pueblo vasco. Lo que hay que recordar es que esa Constitución es mejorable y reformable, pero dentro de los cauces legalmente previstos.
¿En qué sentido se podría reformar la Constitución para garantizar otros 40 años de convivencia pacífica y desarrollo?
No es a mí a quien corresponde decir cómo habría que reformar la Constitución. Pero el otro día leí una ponencia de Miguel Roca, un ponente cualificado de la Constitución, en la que dejaba muy claro que muchísimas de las peticiones de las fuerzas secesionistas tienen cabida sin reformar la Constitución. Por lo tanto, en lugar de exaltar los particularimos e intentar restablecer los reinos de taifas, que fueron la clave del derrumbe de la dominación musulmana, sigamos los cauces de la ley e introduzcamos las reformas pertinentes. Pero no olvidemos que se necesita el consenso de, como mínimo, el 70% o el 80% de los españoles. De lo contrario, siempre estaremos instalados en este debate.
¿En el origen del ‘procés’ que han pesado más: las concesiones sucesivas a Pujol de González y Aznar o el cerco judicial a la corrupción de CiU y los Pujol?
No estoy capacitado para dar una respuesta tajante, pero sí le puedo asegurar que tanto Felipe González como José María Aznar lo que siempre intentaron fue hacer más confortable la posición de las fuerzas nacionalistas. E hicieron concesiones buscando estabilidad, pero el nacionalismo es un animal de apetito permanente, cuando no creciente. Pero, repito, la Constitución es reformable siempre que haya un consenso parecido al que tuvo cuando se aprobó. Otra cuestión es la ley electoral.
Hay que corregir la sobrerrepresentación de los nacionalistas en el Congreso reformando la LOREG
¿Cómo reformaría la ley electoral?
Los alemanes lo resolvieron bien y tienen un estado federal en el que los Länder, con una autonomía no tan potente como la de nuestras Comunidades, están cohesionados en el conjunto de la nación. ¿Cómo conformaron esa cohesión territorial? Pues exigiendo para las decisiones federales un mínimo de apoyo a nivel nacional. Eso, en España, habría corregido quizá las posiciones de abuso en que incurrieron a veces las fuerzas nacionalistas. Un Gobierno central tiene que gobernar y sacar adelante el país, no estar permanentemente atorado por falta de apoyos. Es decir, además de reformar la Constitución, hay que modificar la ley electoral.
¿Para corregir la sobrerrepresentación en el Congreso de los partidos nacionalistas?
Efectivamente.
¿Se equivocó el Gobierno al aplicar un 155 exprés con convocatoria inmediata de elecciones?
Eso el tiempo lo dirá.
Bueno, el resultado electoral está ahí.
Sí, pero no el resultado definitivo. Es muy difícil adivinar lo que pudiera haber sido y no fue. Quizá un 155 más duro, con más tiempo para las elecciones, habría exacerbado el sentimiento de agravio, el victimismo. Si se hubiera hecho así también se habría criticado al Gobierno por manifestar una concepción del poder no muy democrática. De todas formas, no se han agotado todas las posibilidades que da la Constitución con el 155.
¿La victoria de Cs anticipa un cambio en la hegemonía del centro derecha español?
No lo sé.
Los partidos que arman sus candidaturas con gente de aluvión se pueden encontrar con problemas de corrupción
Las encuestas refuerzan las expectativas del partido de Albert Rivera.
Es verdad que Cs ha desarrollado un papel importante y valiente en Cataluña y ha tenido su premio en las elecciones. Ahora veremos en los comicios locales de 2009, si no hay adelanto electoral, cuál es la implantación de Cs y del resto de partidos. Pero, ojo, los partidos que en muy poco tiempo se ven obligados a armar sus candidaturas con gente de aluvión se pueden encontrar con el problema por el que ya han pasado los partidos con muchos años de trayectoria. Hablo de la posibilidad de que se cuelen corruptos. Cs está muy implantado en Cataluña, pero aún no en el resto de España, así que habrá que ver.
Le cito a cuatro personalidades de su ex partido y me dice qué le parecen, ¿de acuerdo? Manuel Fraga.
Un hombre de Estado, un hombre generoso, que siempre antepuso los intereses generales y colectivos en sus decisiones, un gran líder.
José María Aznar.
Colega, nunca rival; nunca competimos en nada. Un hombre de gran firmeza, de ideas claras. España dio un gran salto adelante, saneó la economía, nos puso en condiciones de entrar en el euro. Tuve y conservo una magnífica relación con él. Tengo el mejor de los conceptos tanto de él como de su esposa; como esposa y como política fiel, disciplinada y capaz, y creo que hizo una labor magnífica en el Ayuntamiento de Madrid.
Hay mucho Mariano: quienes quieran menospreciarle, que se aten los machos
Mariano Rajoy.
Un político que administra los tiempos con generosidad, pero también con sabiduría. Muchas veces, y esto es una frase de Fraga, que no parecía un hombre muy paciente, “es urgente esperar”. Esa política la ha aplicado Mariano Rajoy, hasta ahora, con buenos resultados. Hay mucho Mariano y quienes quieran menospreciarle convendría que se atasen antes los machos.
Jorge Vestrynge.
Bueno, le conocí como secretario general de AP y, en aquel momento, tuvimos una buena relación. Decían algunos que él procedía de las filas de la derecha dura. Lo cierto es que fue un secretario general competente y que conmigo siempre tuvo una actitud noble, leal y franca. Su deriva le ha llevado por otros caminos: yo siempre respeto los sentimientos y las ideas de los demás. Todo el mundo tiene derecho a cambiar.
¿Le han sorprendido los casos de corrupción en su partido?
Mucho, mucho. Todos sabemos que en unas elecciones siempre te encuentras con la tentación de una ayuda, de alguien que quiere aportar al partido y que prefiere no figurar por temor al cainismo. Pero nunca, nunca, pude concebir ni imaginar que se llegara a esos extremos y que afectara aparentemente a tanta gente. Hay que esperar a que la Justicia haga su trabajo. Ese problema está en todos los partidos. Esperemos que la respuestas de la Justicia sea dura.
¿Y la respuesta que ha dado el PP le parece adecuada?
Como observador, todos desearíamos que se fuese más rápido y más contundente. Pero también tengo que decir que hay que dejar trabajar a la Justicia porque ya ha habido casos en los que, sin haber corrupción, algunos han pagado con la vida por culpa de la persecución a la que han sido objeto. Yo conocí a fondo a Rita Barberá y era, además de una gran líder, una persona honestísima, que vivía en un piso de alquiler, que tenía una vida austera y honrada; y mire en qué circunstancias perdió la vida. En el tiempo en el que yo estuve nunca hubo dinero B porque ni siquiera había dinero A.
En alguna ocasión tuvo usted que avalar con su patrimonio gastos de campaña.
Eso fue porque me lo pidió Fraga, porque un banco nos perdía un aval y necesitábamos un préstamo para pagar las nóminas. Le dije que bien, pero que no más porque no quería poner en riesgo el patrimonio de mis hijos, y así andábamos.
En ningún país serio se quita a nadie el derecho a usar la lengua nacional del país cuando está trabajando
¿Cómo ha afectado el ‘procés’ catalán a Baleares?
Bueno, de momento el Gobierno balear está tomando algunas decisiones exageradas, por no decir estrambóticas. Eso de pedir, cuando hacen falta médicos, que presenten títulos de catalán, habiendo vacantes que no se cubren precisamente por ese requisito, pues me parece lamentable. En ningún país serio se quita a nadie el derecho a usar la lengua nacional del país cuando está trabajando.
¿Hay peligro de contagio del ‘procés’ en Baleares?
Yo creo que no. Se ha producido una reacción sana por parte del cuerpo sanitario. Espero que esas actitudes acaben aquí.
El turismo en Cataluña creció un 5% en pleno 'procés'. ¿Se exageran los perjuicios para la economía por interés político?
Las consecuencias económicas son evidentemente negativas. Nosotros tenemos hoteles allá y ha bajado la ocupación. La pregunta es cuánto hubiéramos crecido si hubiera plena estabilidad. Las manifestaciones violentas han sido muy pocas y no han afectado directamente al turismo. Pero mire, una autonomía que no tiene bancos porque se le han ido; donde las grandes empresas, que son las que tiran de las pequeñas y las que reparten empleo y bienestar, también deciden marcharse; que no tiene administración tributaria; que tiene un déficit público desbordado… Con esos materiales no se puede construir un Estado. Eso no tiene absolutamente ninguna viabilidad. El separatismo perjudica y perjudica más a los más débiles.
¿Un modelo económico basado en el turismo y el ladrillo es sostenible?
El modelo económico español no está basado sólo en el turismo. Y el turismo no está basado sólo en el ladrillo, sino en un saber hacer, en una tecnología y en unas condiciones naturales y ambientales que hacen que España sean una gran potencia en turismo. Los gobiernos autonómicos deberían tener cuidado. El turismo representa casi un 13% del PIB, un 14% del empleo directo y, en los últimos cinco años, ha incrementado sus aportaciones al Tesoro en un 100%. Se pasó de un IVA reducido del 7% al IVA del 10%; la base sobre la que se ha aplicado ese IVA se ha incrementado mucho; se ha subido mucho el impuesto sobre beneficios de las sociedades y empresas… Además, el sector ha generado 80.000 millones de euros al año en divisas. Sin el turismo España no habría salido de la crisis. De cada euro que se gasta un turista en España en hoteles, aviones, restaurantes, etecé, produce dos euros más en el conjunto de la economía.
¿Cuál ha sido el secreto de la reconversión?
No se ha basado en ladrillo, eso lo quiero dejar muy claro. Lo que ha hecho el sector ha sido proceder a una reconversión total. Los clásicos hoteles de los 70 para familias modestas, de dos o tres estrellas, se han convertido en hoteles con un mayor valor añadido, con menor oferta de camas y con un 250% más de empleados. El Ushuaia Tower tenía 512 habitaciones y ahora tiene 300 suites, y ha pasado de tener 104 empleados a 350; y ahí no ha habido más ladrillo que el de los tabiques que hemos tirado. Ahí fuimos pioneros, fue mi hijo, yo era reticente. Por tanto, España ha hecho un milagro y eso hay que cuidarlo porque países a los que se les cayó el turismo por razones de seguridad, como Egipto, Túnez o Turquía, ya se están recuperando. El turismo no puede ser la vaca que todas las administraciones quieren ordeñar. Si se hunde el sector, la crisis sería dramática para todo el país. Recordemos que la ecotasa generó la mayor crisis turística de la Historia, y ni siquiera ha revertido en medio ambiente, sólo sirvió para crear nuevos enchufados.
¿Qué puede hacer el sector frente a la gran competencia de Airbnb y los pisos turísticos?
Eso es una salvajada, que acaba deteriorando la imagen de las ciudades, generando problemas de convivencia y que supone una amenaza para la seguridad. Tenga en cuenta que cuando un huésped se registra en un hotel, sus datos van inmediatamente a las bases de datos de la Policía. Que normalicen su actividad y paguen sus impuestos, a partir de ahí, nada que decir, leal competencia.
La diferencia entre contratos fijos y eventuales no tiene sentido, es antigua
La salida de la crisis está llevando aparejada una precarización del empleo, con menos salarios y más temporalidad. ¿Esta es la recuperación que podemos esperar?
Bueno, desde el primero de mis directivos al último de los botones de nuestra compañía les gustaría ganar más. A mí también me gustaría ganar más y pagar menos impuestos. Nuestro modelo laboral está un poco anquilosado. Esa diferencia entre empleado fijo y empleado eventual no tiene sentido, es antigua, debería existir una única categoría de empleado. Ese proceso hay que llevarlo a cabo. No olvidemos que el país en este aspecto más liberal, que son los EEUU, es la potencia económica número uno. EEUU, con un régimen laboral de empleo automático, algo inconcebible en Europa, tiene sólo un 2% de desempleo. Todos queremos ganar más, pero hay que ser competitivos. En el sector turístico hemos logrado mejorar la calidad y la remuneración de nuestros empleados.
¿Cómo?
En Baleares hemos firmado un convenio laboral para alcanzar, en los próximos tres años, incrementos medios del 20%. Hay paz social, es un sector en el que la lucha de clases no se percibe. A mí los empleados, los botones, los conserjes, los camareros me preguntan por la temporada, se interesan, los veo involucrados y veo que se identifican con la empresa, con el empleo y con la actividad. La legislación laboral rígida perjudica al trabajador y a la creación de empleo. La gente está contenta. A mí ese es un tema que me ha preocupado siempre. Eso sí, todos mis empleados saben que soy el último en acostarse y el primero en levantarse a trabajar.
El sistema público de pensiones no es viable: hay que complementarlo con seguros privados
El clima no es tan bueno entre los jubilados, como estamos viendo. ¿Es viable el sistema público de pensiones?
A mi juicio, no. Sin reformas sustantivas no es viable. Crear empleo supone una dimensión del problema, pero no es suficiente. Ni creando los tres millones de puestos de trabajo previstos para los próximos tres años. No olvidemos que la esperanza de vida ha aumentado diez años y que los nacimientos disminuyen dramáticamente. Ese tema hay que encararlo cuanto antes. Cuanto más tardemos, más dura será la solución. Hay modelos en el mundo. Hay que combinar el sistema público con los seguros privados y tener en cuenta que a los 65 años una persona está en lo mejor de su vida. Yo tengo 66 y me levanto todos los días a las seis menos cuarto de la mañana y hago una hora de gimnasia antes de ponerme a trabajar diez horas.