Dimas Gimeno, ya expresidente de El Corte Inglés, lleva semanas haciendo excesivo ruido. Se le llena la boca repitiendo a todo aquel que quiera escucharle que fue el elegido de su tío, Isidoro Álvarez, para gobernar y modernizar los grandes almacenes de España. Sin embargo, cualquiera que conociese a su predecesor sabe que, si algo detestaba Isidoro Álvarez, era el ruido.
La mítica discreción de una compañía que jamás aireó sus trapos sucios en público y de un gestor sobresaliente que sólo quería cuidar de “la tienda”, ha saltado por los aires por culpa de un hombre que, si bien fue el elegido por Álvarez para llevar las riendas del imperio, con el tiempo se ha convertido en uno de sus pocos errores. Es difícil imaginar, por ejemplo, que el tío de Dimas hubiera tolerado las insinuaciones y comentarios vertidos por el entorno de Gimeno contra sus propias hijas, Marta y Cristina.
Un hombre respetado en la casa
Y frente a este error del pasado, un acierto para alcanzar el futuro. Frente a aquellos que clamaban interesadamente que la expulsión de Dimas Gimeno no era sino una forma de aupar a una ambiciosa Marta Álvarez a la presidencia del grupo, el consejo de la compañía ha hecho algo muy distinto. En una decisión consensuada ha optado por la profesionalización de la gestión al elegir a un hombre de la casa que, sin embargo, por primera vez en la historia de la compañía, no tiene vínculos familiares con la propiedad.
Jesús Nuño de la Rosa es un ejecutivo respetado y querido en la casa que convirtió la división de viajes de El Corte Inglés en un éxito sin precedentes y que ha demostrado que puede trabajar con Víctor del Pozo, que se mantiene como consejero delegado. Frente a la guerra imprudente de Gimeno, que parece dispuesto a acabar con la compañía si no puede controlarla, llega a la presidencia un profesional reconocido pero que jamás ha levantado la voz y que sí encarna el legado de discreción de Álvarez.
100.000 trabajadores
El Corte Inglés, con sus cerca de 100.000 trabajadores, es una empresa que, en muchos aspectos, vertebra una España en crecimiento y que tiene sus propios retos. Como por ejemplo, responder a la amenaza de Amazon, una multinacional cuyas prácticas laborales están últimamente en el disparadero y que tiene a su favor una ventaja fiscal que le hace jugar siempre con cartas marcadas. ¿Cómo afrontar este reto y, al mismo tiempo, luchar contra un rebelde que parece capaz de terminar vistiéndose de Superman como hizo en su día José María Ruiz Mateos?
Afortunadamente, el día a día de El Corte Inglés no depende de un culebrón que sólo alimenta Gimeno, sino del buen hacer de sus profesionales. A Jesús Nuño de la Rosa le toca ahora enderezar el rumbo, recuperar los viejos principios, olvidar las distracciones, y dejar a otros la lucha en los tribunales.