Ángel Víctor Torres (Arucas, Gran Canaria, 1966), llegó a la presidencia del Gobierno de Canarias y se enfrentó al peor incendio que se recuerda en la comunidad, que devoró en torno a 10.000 hectáreas y obligó a desalojar a miles de personas. Se produjo en la isla de Gran Canaria, de la que es este profesor de Lengua y Literatura que acabó con 26 años de presidencia de Coalición Canaria.
Líder del PSOE desde 2017 y en sintonía con Pedro Sánchez, anhela un Gobierno cuanto antes para acompasar los esfuerzos insulares y los de Madrid. En su comunidad fue capaz de poner a cuatro partidos muy diferentes de acuerdo en el Gobierno y esta semana el Parlamento regional ha aprobado los Presupuestos. La política canaria es compleja y a menudo convulsa, pero Torres ha conseguido que, de momento, haya una cierta estabilidad. Según él, puede servir como "laboratorio" para el conjunto del país.
¿Cree que la sentencia del TJUE sobre Junqueras o la inhabilitacion de Torra complican la investidura?
La sentencia se esperaba y ha sido conocida estos días. Ahora, lo que hay que esperar es que hable la Abogacía del Estado. En cualquier caso, si hablamos de política, no debe alterar que las formaciones que quieran ese pacto mayoritario puedan sacarlo adelante, porque esa alianza se hará dentro de la Constitución y respetando la legalidad.
¿Debería la Abogacía del Estado hacer un gesto con Junqueras, tal y como reclama ERC, para facilitar la investidura?
La Abogacía del Estado tiene que realizar su trabajo con absoluta independencia. Una cosa son los poderes políticos y otra los jurídicos. Malo sería si se influyese de un lado o de otro. Además, estoy convencido de que no hará su dictamen teniendo en cuenta ninguna posición política.
¿Habrá Gobierno?
Creo que sí y que pronto tendremos información de que hay más votos favorables que negativos para la investidura de Pedro Sánchez. Sánchez va a intentar que sea antes de que acabe el año, con lo que tenemos que estar muy atentos.
La aritmética que se contempla pasa por ERC. ¿Teme los términos de un acuerdo que puedan perjudicar a otras partes de España, entre ellas Canarias?
No me preocupa. Lo fundamental es entender qué opciones tiene el Gobierno de España de constituirse. El mismo día 10 de noviembre, Pablo Casado ya decía que no iba a facilitar la investidura de Pedro Sánchez, que era el que había ganado las elecciones. Al dimitir Albert Rivera a las pocas horas, quedó en saco roto aquello de que Ciudadanos facilitaría que gobernase el que había ganado. Yo he demandado esta misma semana máxima responsabilidad del PP y Ciudadanos y que permitan la investidura. En esa obligación, el PSOE tiene que buscar la mayoría, dentro de un pacto constitucionalista y unas líneas programáticas que van a ser de público conocimiento para que tengamos Gobierno y Presupuestos en 2020. Sería llamativo que no sea así.
PP y Ciudadanos dicen que jamás apoyarán un Gobierno en el que esté Podemos. ¿Se apresuró Pedro Sánchez al anunciar en menos de 48 su preacuerdo con Iglesias? ¿No debería haber intentado una vía que no dependiese de los independentistas?
Ha hecho lo correcto. Tenía que haber posibilidades de alianza cuanto antes y en la misma noche electoral Pablo Casado dijo que no iba a facilitar la investidura, ni siquiera con su abstención. Ciudadanos se ha desdicho de lo que decía en campaña electoral. Sánchez está haciendo confluir a los partidos desde una óptica progresista basada en la agenda social y a los Presupuestos que fracasaron en 2019. Esas cuentas fracasaron porque PP, Ciudadanos y Coalición Canaria votaron en contra. No permitieron siquiera que hubiera debate.
¿Puede ser estable una legislatura que depende del líder de un partido que está en la cárcel y de una número dos huída de la Justicia española en Suiza? ¿Se puede construir un país con aquellos que se prometen destruirlo o dividirlo?
No lo sabemos. Lo que es evidente es que si no hay una posibilidad de investidura, iremos a nuevas elecciones. Hay otros partidos que no han querido sumarse. Los que pasaron de 57 escaños a 10 no han corregido su posición y los que lideran la oposición no se abstienen. Lo importante es que en las negociaciones quede bien claro hasta dónde se llega. Este Gobierno tiene retos complicados, pero ¿más que los de 1976 y 1977? Yo creo que no. Entonces hubo organizaciones políticas que tuvieron criterios de Estado. Se produjeron sacrificios para que el Gobierno hiciera caminar al país a través de la Transición hasta y hasta el siglo XXI, la modernidad y Europa, dejando atrás una dictadura. No es un momento peor que aquel, pero hacen falta personas que tengan criterios de Estado.
Habla usted de los límites de la negociación. ¿Cuáles son? Si se resucitase la figura del relator, ¿qué diría?
Cuando se explicó, fue malinterpretada y utilizada. Aquello terminó alterando una propuesta que podría haber sido constructiva. Todo lo que entre dentro de la Constitución, que es un parámetro importante y amplio, con décadas de existencia, será permitido. Lo que no, el PSOE será el primero en impedirlo. Algunos hablan de defender la Constitución y hay que recordar que el PSOE no flaqueó en su apoyo. Otros, sí.
Si se va a esta investidura y no sale con ERC, ¿Sánchez debería plantearse la opción que promueve Inés Arrimadas de un acuerdo con PP y Ciudadanos?
Me hubiese gustado que fuera ahora y tuviésemos claro el 10, 11 y 12 de noviembre que el PP y Ciudadanos no querían ir a elecciones. Creo que no va a haber investidura fallida y si Pedro Sánchez va es porque tiene los números suficientes. Si no va Sánchez, se abrirán unos días de máximas reflexión. Otra cita electoral sería catastrófica. Imagínese una primavera de 2020 con el Brexit ya consolidado, la amenaza de perder fondos europeos para los años 2021-2027 para regiones ultraperiféricas como Canarias, la única en España, no tener convenios para nuestra tierra, depender de las interpretaciones de la Abogacía del Estado sobre unos Presupuestos prorrogados, con una Ley de Estabilidad Presupuestaria de 2012 que está absolutamente superada… Sería catastrófico. Todas ellas son razones más que suficientes para no ir a una nueva cita electoral. Apelo a la responsabilidad de los presidentes autonómicos del PP y los vicepresidentes de Ciudadanos.
Miquel Iceta ha contado las naciones de España y le sale Canarias entre ellas. ¿Está de acuerdo?
Me baso en el estatuto de autonomía de Canarias, recientemente aprobado en octubre de 2018, que dice exactamente aquello que la mayoría parlamentaria ha decidido. Casi no hubo votos en contra y fue un ejemplo de consenso y actualización de la Carta Magna de Canarias. Queremos más autogobierno y asumir nuevas competencias que están en ese Estatuto, con los fondos pertinentes. Somos una región alejada, la que más, que tiene su historia, su dialecto y su manera de hablar: el español de Canarias. Tenemos nuestra gastronomía y nos sentimos España, pero somos Canarias.
¿Es realista un pacto sobre la financiación autonómica y reactivar la Conferencia de Presidentes, como Sánchez ha propuesto esta semana?
Eso es lo primero que me trasladó el presidente en nuestra conversación telefónica. Sánchez va a convocar a los presidentes cada año y, por tanto, la Conferencia se activa. Creo que es bueno porque hay cuestiones políticas que tenemos que despejar en una misma mesa. Si estamos los 17, mucho mejor que a través de los medios de comunicación. La financiación autonómica es un compromiso de Sánchez y creo que es muy necesario.
¿Será posible una reforma de la Constitución?
Va a ser posible, se precisa y es necesario actualizarla, aunque no forme parte de las negociaciones actuales. Hay partidos que hablan de recentralizar y se olvidan de que las autonomías ya existían antes del Golpe de Estado de 1936. Antes ya había regiones, con su lengua, idiosincrasia, su acervo, su pasado y su futuro. Nada tiene que ver la Cataluña que siempre ha existido, con la Valencia, la Andalucía o la Canarias que siempre han existido, cada una con su manera de caminar en el mundo y en la Historia y formando parte de un país que se llama España. Eso está en la Constitución actual y estará en la del futuro, pero hay cuestiones de autogobierno que hay que actualizar.
En Canarias tardamos décadas en tener un Estatuto de autonomía. Fracasamos varias veces cuando estábamos a punto de conseguirlo y siempre por el mismo actor, Coalición Canaria, contraria a la reforma electoral. Si finalmente lo hemos logrado, con la práctica unanimidad de los partidos y cediendo todos, ¿por qué no somos capaces de hacerlo en el conjunto del país? La Constitución nació en 1978, ha crecido, se ha hecho mayor, le han salido arrugas y, por lo tanto, hay que hacerle una actualización en la era de internet. No existía internet en 1978, se fumaba en el Parlamento, la realidad plurilingüe era distinta, la financiación era otra y las competencias, también. Un gran paso para conseguir y consolidar la nueva España del siglo XXI es modificar la Constitución con el mayor consenso posible.
Vox propone restar poder a las autonomías. Si hay terceras elecciones, ¿ve usted un riesgo claro de que suba?
Indudablemente habrá menos participación ciudadana y será un caldo de cultivo para los antisistema. De esas situaciones siempre se benefician los movimientos ultra, y Vox lo es. Es muy malo introducir en el Parlamento un mensaje de odio entre los españoles, que pone en duda el derecho de las personas del mismo sexo a casarse y ser iguales que los heterosexuales o que duda de la violencia machista, que lamentablemente es real. Que haya un partido que intente retirar lo logrado durante décadas por las regiones es caminar hacia atrás.
Si hubiera una nueva cita electoral, los que más aplaudirían serían los de Vox. Eso debe hacer pensar a quienes votan al PP y no gustan de esos mensajes de ultraderecha, a los que son de izquierda y en otro momento pudieron facilitar una investidura y no lo hicieron y también a Ciudadanos, que pudo haber sido una gran bisagra constitucionalista en nuestro país y se ha convertido en un partido prácticamente anecdótico.
Si tuviera que elegir entre terceras elecciones o pacto con el PP, ¿Qué elegiría?
No quiero las terceras elecciones. Me gustaría que el PP estuviera en manos de estadistas que hubo en ese partido y que echo de menos, con sinceridad. Si me da a optar, no quiero terceras elecciones, con lo cual, la opción se la estoy planteando.
¿Puede aprender algo la política española de la canaria, también muy compleja?
Cuatro fuerzas políticas en poco más de cinco meses hemos sido capaces de sacar adelante un Presupuesto para todo el año 2020. Y no es fácil. Tenemos un partido de corte insular, como la Agrupación Socialista de la Gomera (ASG), uno nacionalista, progresista y constitucionalista de izquierdas, como Nueva Canarias, a Unidas Podemos y el que ha ganado las elecciones [el PSOE]. Hemos sabido hacer confluir los intereses de los cuatro renunciando todos a postulados iniciales. Así hemos sacado adelante unos Presupuestos presentados en campaña electoral para los que hemos tenido que tocar algunos impuestos.
Subirlos.
Y, sin embargo, el PSOE ha subido un punto [en las últimas elecciones] y Nueva Canarias ha conseguido un diputado. Podemos ha tenido un buen resultado y ASG, su senador. No ha habido un desgaste porque le hemos dicho a la ciudadanía qué es lo que hace falta para que dejemos de estar a la cola en todo y tengamos más empleo y una calidad de vida mejor de la que hemos heredado tras 26 años de presidencia de Coalición Canaria. Ellos han perdido un diputado. Cuando haces las cosas con rigor y eres capaz de llegar a acuerdos, la gente los termina aplaudiendo. Canarias puede ser un laboratorio de cómo cediendo todos podemos sacar adelante unos Presupuestos y un Gobierno estable.
¿Qué va a votar Coalición Canaria en la investidura de Sánchez?
No lo sé. Tengo la impresión de lo que quieren, pero deben votar que haya Gobierno para que, por primera vez, tengamos un Presupuesto, el de Canarias, que recoja junto al de España todo lo que conseguimos con el Estatuto de autonomía y el Régimen de Autonomía Fiscal aprobados a finales de 2018. A día de hoy, no hemos tenido ningún Presupuesto que recoja esos derechos. Sólo por eso merece la pena votar a favor de una investidura. Pero en Coalición Canaria hay demasiado tacticismo y debate interno. No terminan de deshojar la margarita y no se sabe hacia dónde quieren caminar. Están desubicados tras perder el poder en Canarias. No vamos a resolver los problemas sólo por tener Gobierno, pero sin él, van a empeorar.
Ana Oramas dice que es “un horror” que el Gobierno dependa de partidos a los que “les trae al pairo” España.
Y, sin pudor, Fernando Clavijo [presidente autonómico hasta esta legislatura, de Coalición Canaria] es capaz de acordar grupo parlamentario con los independentistas en el Senado. Y, sin pudor, la propia Ana Oramas no tendrá problema en poder compartir tiempo con Junts per Catalunya en el Congreso. La hipocresía, en política, tiene corto camino. Los ciudadanos acaban denunciando la incoherencia. Un partido que dice que defiende los intereses de Canarias debería pensar qué pierde y qué gana Canarias si no hay Gobierno. Parece que no están en ese debate sino en equilibrar su poder interno.
¿En qué se nota el cambio en Canarias, si tuviera que poner dos o tres ejemplos?
Nos hemos enfrentado a los problemas y los hemos podido resolver. Y no lo hemos tenido fácil. Nada más llegar tuvimos el incendio más voraz que se recuerda en Canarias y se hizo una buena gestión. También hubo un apagón energético en la isla de Tenerife y antes de que acabara el día ya estaban repuestas prácticamente todas las conexiones en la isla. Hemos tenido la quiebra de Thomas Cook y conseguimos que el Gobierno de España nos escuchara mucho más de lo que inicialmente quiso, respondiendo a peticiones concretas como 15 millones de euros en conectividad con el continente europeo, algo fundamental para la economía canaria. También hemos tenido problemas de infraestructuras viarias que hemos resuelto en tiempo récord. La gente ha percibido que este Gobierno responde a los problemas y desatasca los heredados, como el anillo insular en Tenerife o la playa de Valleseco. Hemos sacado adelante un Presupuesto que aumenta en un 12% el gasto social.
Hay claros síntomas de desaceleración económica. ¿Qué impacto puede tener en España en general y en Canarias en particular?
Puede ser un impacto importante si no se toman medidas correctivas. Por eso es importante que tengamos estabilidad política en España. El Brexit está ahí, la desaceleración es evidente, el mercado alemán ya ha perdido más de 20 puntos de presencia en Canarias a través del turismo. La lucha contra el cambio climático es una necesidad, pero también una oportunidad económica por los recursos que pueden llegar a Canarias. Aspiramos a que nuestra comunidad sea el observatorio contra el cambio climático de nuestro país. Junto a todo eso necesitamos un Presupuesto que corrija la desaceleración, para que no la paguen los de siempre. No puede ser que en Canarias sean las clases más desfavorecida las que paguen siempre que hay una crisis.
En Canarias hay un 36% de hogares en riesgo de exclusión social.
Por eso hemos introducido una renta ciudadana en Canarias, que ya está abierta a aportaciones de la opinión pública.
Coalición Canaria llegó al Gobierno de Canarias con una moción de censura contra su socio de Gobierno, el PSOE. El actual vicepresidente, Román Rodríguez, es el líder de Nueva Canarias, una escisión de Coalición Canaria. Corre el rumor de alguna operación nacionalista que pueda poner en riesgo la estabilidad de su Gobierno. ¿Qué hay de cierto?
Hay voluntades externas que pretenden, de manera permanente, lanzar el mensaje de un Gobierno inestable. Pero lo importante no es lo que se diga desde fuera, por parte de algunos que intentan recuperar, sin autocrítica alguna, lo que han perdido. Lo importante es cómo funciona el Gobierno por dentro. Tengo absoluta seguridad sobre Nueva Canarias y Román Rodríguez, como la tengo sobre la Agrupación Socialista de La Gomera (ASG), Unidas Podemos y el PSOE. No me quitan el sueño ni un sólo día los mensajes externos. Me preocuparía que hubiera dificultades internas, de comunicación o para sacar adelante los proyectos. Estamos respondiendo a cualquier mensaje de inestabilidad con propuestas que salen adelante, con los Presupuestos, con leyes, solucionando los problemas. El problema lo tiene fundamentalmente Coalición Canaria.
Marruecos ha fijado sus fronteras marítimas esta semana. ¿Pretende anexionarse aguas que corresponden a España en Canarias? ¿Qué debe hacer el Gobierno para evitarlo?
El Gobierno de Canarias ha sido contundente. Ni un solo milímetro de las aguas canarias se toca. Así se lo hemos trasladado al Gobierno de España, que a su vez también ha sido contundente con la embajadora de Marruecos y con su Gobierno. Es una decisión unilateral y cambiar los límites de las aguas exige el visto bueno de los países limítrofes. Si se han tocado millas que no corresponden al reino de Marruecos no va a tener el visto bueno de España, así que tenemos que enviar un mensaje de tranquilidad.