"Resistiré" se ha convertido en el himno contra la pandemia. Esas estrofas, esa melodía... Tienen algo sencillo, alejado del ditirambo y las armonías complicadas, que permite a la canción conseguir su objetivo más noble: enlazar generaciones y encumbrarse como grito frente a la adversidad. Una especie de Yellow submarine pasado por el tamiz de lo castizo.
El Dúo Dinámico lleva seis décadas en activo. Ramón Arcusa (Barcelona, 1936) y Manuel de la Calva (Barcelona, 1937) se conocieron en una fábrica de motores de aviación. Echaron a volar con unos discos que inundaron de color la España gris del franquismo. La libertad palpitaba en la canción protesta, pero también en los bikinis y en las voces del Dúo.
Esta entrevista se ha realizado por tierra, mar y aire. Ramón vive en Miami; y Manuel, en Madrid. Ambos están aislados. A sus 83 años, forman parte del llamado "colectivo de riesgo". Ése que defenderá, hasta el final, que las canciones de amor hay que escribírselas a "Mari Carmen", y no a Becky G.
Dos llamadas de teléfono y el intercambio de varios correos electrónicos han alumbrado esta conversación, a sus ojos una de las más descarnadas de su trayectoria. "¡Oiga, que está usted consiguiendo una entrevista política!". Perfectamente sincronizados, Arcusa contesta en color azul y De la Calva en rojo. Puro baile de twist.
Antes de comenzar, piden que se incluya esta reflexión a modo de prólogo: "Cada noche, a las ocho, asistimos al concierto soñado. Millones de gargantas cantando 'Resistiré'... Es muy emocionante aplaudir a nuestras víctimas y a quienes se dejan la vida por salvarlas. Esa España solidaria es la que nos gusta".
Tanto uno como otro forman parte del llamado “colectivo de riesgo”. ¿Se encuentran bien? ¿Cómo se han aislado?
Ramón Arcusa -Pues como todo el mundo. Estamos felizmente confinados en casita. Manolo en Madrid; y yo, en Miami. De momento, bien. Nuestro Whatsapp echa humo. Estamos todo el día atendiendo a cantidad de mensajes y peticiones. Lo hacemos al alimón, como ahora. Salimos lo justo, siempre con mascarilla, donde yo vivo tenemos menos restricciones que en España.
Supongo que Manolo hará ejercicios en casa en vez de ir al gimnasio. Somos pragmáticos, no minimizamos lo del riesgo, ya que nos asaltarán las dudas si algún día tenemos que ir a un hospital, teniendo en cuenta lo que eufemísticamente llaman “ética de guerra”.
¿Cómo es posible cantar “Resistiré” durante treinta años y no cansarse?
Manuel de la Calva -Del mismo modo que Frank Sinatra cantaba “My Way”, igual que The Bee Gees entonaban el “Staying Alive” o Julio Iglesias el “Soy un truhan, soy un señor”. Así consiguieron sus Grammys.
Alguna vez, en tanto tiempo, la habrán tenido que cantar a regañadientes…
R -Nunca. Fíjate: la cantamos de entrada y salida en todos nuestros conciertos. Es -y lo ha sido siempre- épica. Levanta las emociones. Cuando vemos a la gente en pie, cantando con nosotros en un teatro lleno, ¿cómo nos vamos a “resistir”?
Se ha convertido en el himno contra la pandemia. ¿Cómo y cuándo se dieron cuenta?
R -No recuerdo el momento, pero desde siempre, desde hace más de tres décadas, nos la han pedido distintas asociaciones contra el cáncer, el alzhéimer, el parkinson… También desde algunos albergues juveniles que alojan a chavales con problemas. Sienten que la canción les ayuda a sobrellevar la situación. Con lo del coronavirus, era cuestión de días que se empleara para lo mismo. Estamos muy orgullosos.
M -Ahora nos la han pedido cantidad de grupos sociales con el mismo objetivo: realizar vídeos para dar fuerza y esperanza. Asociaciones, escuelas, la Comunidad de Madrid… ¡hoy mismo la Patrulla Aspa del Ejército del Aire! La cedemos con satisfacción, no podía ser de otra manera.
¿Qué creen que tiene la canción para haber resucitado con tal fuerza? Existen miles de letras que llaman a la lucha… a “resistir”.
M -Tiene muchos buenos detalles: está bien construida, es fácilmente adaptable a los problemas del día a día. La cantaron Antonio Banderas, Loles León y Victoria Abril en una película de Pedro Almodóvar, “Átame”. En el 2000, en Argentina, fue como aquí ahora, un himno nacional contra la recesión económica y el corralito. En Buenos Aires se produjo una serie de televisión llamada “Resistiré”, con el leit motiv de la canción. Hace tres años sirvió a los niños con cáncer como fondo musical de una campaña. ¡Ah! Y antes la había grabado El Dúo Dinámico con unas ventas nada desdeñables.
Creo que la idea surgió tras una frase que solía pronunciar Camilo José Cela: “El que resiste gana”.
R -Sí, eso me contó Manolo, cuyo mérito fue condensar aquello en una palabra: “Resistiré”, que tiene una fuerza... irresistible. Es un acto de defensa inmediata ante la adversidad, con mucha más fuerza que la frase de nuestro querido nobel. Manolo ya tenía escrito aquel lema: “Soy como el junco que se dobla, pero que siempre sigue en pie”…
La canción es un acto de defensa inmediata ante la adversidad
Todo eso, junto a una música vibrante, sirvió a Carlos Toro de gran inspiración para escribir una de las mejores letras que se han alumbrado. Cada frase tiene sentido: no hay paja. Dicho con el debido respeto a “Mediterráneo”, de Serrat, que es para nosotros la número uno.
Cuando todo esto acabe, ¿cuál será el primer escenario al que se suban para entonar el “Resistiré”?
M -Teníamos prevista, como cada verano, una gira de conciertos de junio a noviembre. Sería una gran noticia que pudiéramos llevarla a cabo. Una señal evidente de que este mal sueño habría terminado. Nuestro escenario favorito sería el Liceo de Barcelona, un escenario al que nos hemos subido cinco años seguidos, con las entradas casi agotadas. Ojalá la vida vuelva a la normalidad.
Las donaciones vienen arrastrando cierta polémica. ¿Cómo digieren que determinados políticos critiquen, por ejemplo, a Amancio Ortega por sus ayudas?
M -¡Pues que es una gran tontería!
R -Hay políticos que viven en un pasado nostálgico… con ideas del siglo XIX. Loados sean Amancio Ortega y su generosidad. Si no estoy equivocado, ha pagado una fortuna en impuestos, ha dado trabajo a millones de personas y ha ayudado con un montón de dinero en la compra de equipos médicos. Es un referente mundial. Ponerle en la picota cuando encarna tal ejemplo de honestidad y generosidad es muy mezquino. ¿Qué han hecho los que le critican para mejorar el mundo?
España no podía permitirse otro himno sin letra… ¿Les gusta el himno actual?
R -Es nuestro himno. La gente no lo sabe porque nunca se lo contaron ni lo estudiaron, pero data del reinado de Carlos III, de 1770 concretamente, y se utilizó siempre como himno nacional, excepto en dos cortos períodos políticos. Basta con mirar Wikipedia. ¡Y lo tachan de franquista! Aunque es cierto que la letra que nos hacían cantar de niños era obra de Pemán.
¿Son de aquellos que preferirían un himno con letra?
M -Yo ya estoy acostumbrado al himno sin letra y me gusta; ir ahora a contracorriente… Suelen obtenerse malos resultados. He escuchado alguna letra que no está mal, pero es muy difícil cambiar la mentalidad de la gente.
R -En cuanto a lo de una letra nueva… Hay un par de textos compuestos por Sabina y Jon Juaristi, cada uno por su lado, que están muy bien. Hace un par de años tuve la idea de reunir a todos los artistas que así lo quisieran para intentar grabarlo con letra nueva, haciendo un mix de ambas. Incluso nosotros tenemos escrita una letra bastante decente. No descartamos intentarlo cuando todo esto acabe. Quizá la sociedad esté ahora más preparada.
¿Tienen la sensación de que las medidas más contundentes contra el coronavirus llegaron tarde?
M -Creo que se han hecho cosas tarde y mal, y nunca con un criterio eficiente.
R -Las vacilaciones y los cambios de posicionamiento (mascarillas) cuando se afronta una guerra contra un enemigo incierto y letal… no ayudan. También es posible que nuestro sistema territorial, el Estado de las Autonomías, no haya ayudado debido a la duplicidad de cargos y responsables. No estábamos preparados –ningún país lo ha estado, excepto Corea del Sur–, pero a los políticos se les supone mejor informados que al resto. Esperábamos una reacción que quizá dilataron por otros motivos.
¿Qué les parece el aislamiento forzoso de los positivos asintomáticos?
R -La disyuntiva entre libertad y seguridad no está resuelta… ni lo estará. Puede ser una medida necesaria, pero ¿cómo van a hacer test a cuarenta millones de personas? Todos los números que nos dan, incluso los de fallecidos y curados, son dudosos.
Puede que este virus, como otros, se vaya con el calor, pero lo que no se irá... es el miedo a contagiarnos
En tiempo de guerra se toman medidas drásticas, pero conviene esperar a ver cómo evoluciona esta peste. Puede que se vaya con el calor, igual que otras gripes menores. Lo que no se irá es… el miedo. Ese miedo a contagiarnos… Puede que, a partir de ahora, miremos a nuestros amigos y familiares de otra manera, con recelo y distancia. Muchas cosas van a cambiar.
¿Sintieron bochorno, por ejemplo, cuando se descubrió que España había comprado 640.000 test defectuosos?
R -Eso demuestra descoordinación o ignorancia. Uno, sin saber mucho de esto, piensa que hay decenas de empresarios españoles en contacto permanente con China, y que conocen bien los mecanismos más eficientes para traer a tiempo mercancías, en este caso material médico. No sé si haber acudido a Zara, a Amazon o a otras muchas empresas españolas habría mejorado la eficiencia. Habrá que hacer examen de conciencia cuando todo termine, pero ahora es tiempo de salir de esta lo antes posible.
El otro día, en una entrevista con este periódico, el primer ministro de Sanidad de la democracia, Enrique Sánchez de León (UCD), se quejaba del triaje y clamaba contra quienes “dejan morir a los ancianos”. Dijo: “Yo y mi generación nos ciscamos en eso”. Tiene la misma edad que ustedes. ¿Lo comparten?
M -Lo del triaje en relación a los mayores es una conclusión siniestra y bajuna. ¿Cómo alguien puede estar a favor de esa opción? ¡Vaya sociedad que tenemos! No me vale ese triaje: la generación a la que condenan fue la que les puso ahí con su esfuerzo y trabajo. Y ahora qué… ¿a la basura?
¡Cómo ha cambiado el país desde aquel 1959 en el que nació El Dúo Dinámico! El éxito fue brutal. ¿Se colaron las canciones en el Palacio del Pardo?
R -1959 era aún un año gris, dictadura. En los sesenta, el régimen abrió la mano, las suecas pudieron llevar bikini en nuestras playas; y nosotros, sin pretenderlo, ayudamos con nuestras canciones a que España fuera más moderna. Nunca fuimos al Palacio del Pardo, tampoco fuimos invitados ni sabemos si allí se escuchaban nuestras canciones. La política entonces no era lo importante: lo era la supervivencia. Lo cuento todo en un libro que se publicará a primeros del próximo junio.
¿Tuvieron trato con algún presidente del Gobierno? Recuerdo, por ejemplo, aquella foto con Felipe González.
M -Sí, tuvimos el gusto de conocer a alguno de ellos. Felipe González fue un buen presidente, aunque ahora parecería casi de derechas.
¿Podrían describir a los que trataron?
R -Lo que cuenta Manolo con Felipe González fue casual: un encuentro con foto en la Moncloa, como parte de una serie de TVE sobre personajes nacidos en cada década. Ésa era la de los cuarenta. Allí estábamos nosotros, aunque en buena ley pertenezcamos a la anterior. Nos reunimos en Moncloa una cantidad de famosos… hoy sería impensable. No recuerdo que hayamos coincidido o estado cerca de otro presidente.
¿Les convence Pedro Sánchez como gestor de esta crisis?
M -Creo que su gestión es manifiestamente mejorable.
La gestión de Pedro Sánchez es manifiestamente mejorable
R -Es posible que Pedro Sánchez esté pensando cada noche en el preciso momento en que decidió montar la moción de censura contra Rajoy. Pero eso es la política, cada uno debe ser responsable de lo que hace. La Historia dictará sentencia, aunque antes lo harán las redes sociales.
¿Y como cantante? Una vez bailó en un escenario algo de Queen…
R -Sin comentarios…
Pablo Iglesias es otro estilo… Una especie de “cantante protesta”. ¿Les gusta cómo suena la música de Podemos en el Gobierno?
M -No, en absoluto; las hemerotecas le desmienten cada día y desafina por doquier. Luego, su vida personal difiere mucho de lo que predica.
R -Paulo Coelho apuntó: “Cuando un político dice que acabará con la pobreza, se refiere a la suya”. Esta frase parece clavada para nuestro personaje. Da la impresión de que quien marca la agenda del Gobierno es Pablo Iglesias. Señores, no se puede gobernar a base de tuits ni de consignas: “¡Es la gestión, estúpidos…!”, parafraseando a Bill Clinton.
Lo de Iglesias mandando un aplauso a quienes hacían cacerolas contra el Rey tiene un nombre que no voy a decir...
Resulta curioso. Iglesias estaba agazapado no se sabe dónde, y ha salido a la palestra en esta crisis, que yo recuerde, cuatro veces. ¡Para hacer su mini mitin sin quemarse, a pesar de que todo está ardiendo a su vera! Y con la que está cayendo, que mandase un aplauso a los que hacían caceroladas contra el Rey… Tiene un nombre que no quiero pronunciar porque puede haber menores que lean esta entrevista. No puede querer ser Gobierno y oposición al mismo tiempo.
¿Qué canción le cantarían al Gobierno si no pudieran elegir “Resistiré”?
R -Quizá “Quisiera ser”… ¡oposición! Otra de nuestras canciones.
¿Y la oposición afina?
M -Somos un país de reinos de taifas. ¿Recuerda alguien que, en la Primera República, Granada le declaró la guerra a Jaén?
R -Parece lógico que, si pide el apoyo de la oposición, Pedro Sánchez tenga que sentarse con Casado y Arrimadas para definir las políticas necesarias. En tiempos de guerra no hay que hacer mudanzas ni descubrir la pólvora, sino buscar, con lo que tenemos, lo mejor para todos los españoles.
Casi todos son nuevos en el escenario: Casado y Arrimadas tampoco habían publicado ningún disco antes.
R -Dudo que alguno de ellos hubiera puesto un filósofo al frente del Ministerio de Sanidad. Cuando diriges una empresa –y España es una Gran Empresa–, te has de rodear de los mejores y hay mucha, muchísima gente válida, capaz de gestionar temas complejos. Ni que decir tiene que somos enemigos de las cuotas. Si algún día me tienen que operar de algo serio, preferiría sin duda al mejor cirujano posible antes que a uno de cuota. ¿Quién no?
Los últimos en colarse en la lista de los “principales” fueron los 52 diputados de Vox. ¿Cómo vivieron aquel concierto?
M -No atiendo tanto a la política como para contestarle a esa pregunta.
R -Vox es la reacción natural al auge de Podemos. Es su adversario natural. Uno de los misterios más insondables de la política y los medios es el hecho de que llamen “extrema derecha” a Vox y no le endilguen el adjetivo propio a Unidas Podemos, que sería “extrema izquierda”. ¿Por qué?
¿El país necesita reeditar el gran consenso de 1977 con unos nuevos Pactos de la Moncloa?
R -Sin duda. Pero Pedro Sánchez no será libre para tomar decisiones mientras tenga a Podemos dentro. Como todo el mundo sabe, mirándolo con perspectiva histórica, los comunistas jamás se han entendido con los socialistas. Si pudiésemos hablar con él, recomendaríamos a Pedro Sánchez que se deshiciera de ese lastre político ahora que puede tener el apoyo real de la oposición.
Ustedes dos son catalanes. ¿Cómo vivieron, por ejemplo, que Torra mintiera en la BBC y acusara al Gobierno de impedir el confinamiento?
M -Sí, somos catalanes, nacimos en Barcelona. Vivo en Madrid porque es una ciudad donde nadie se siente extraño y todos tratan a cualquiera con deferencia, venga de donde venga. No sabía que el señor Torra mintió en la BBC, dice poco en su favor.
¿Qué les parece que algunos políticos separatistas criticaran el despliegue del Ejército en Cataluña y País Vasco?
M -El Ejército y la ministra Robles han dado muestras de saber lo que están haciendo, y lo han hecho muy bien allá donde les han dejado. De momento, Cataluña y el País Vasco siguen siendo parte de España. Sus presidentes no debieran hacer ninguna crítica cuando el Ejército va allí para ayudar. A veces parece otra pesadilla escuchar según qué cosas.
Torra y Urkullu no deberían hacer ninguna crítica a la presencia del Ejército en Cataluña y País Vasco
R -Ada Colau es el peor ejemplo. Negó a las Fuerzas Armadas la entrada en la Fira, como siempre habían hecho antes. Espero que haya cambiado de opinión. Viven en un mundo irreal. Es un despropósito. Nadie sabe cómo han contaminado o engañado a la mitad de la población. Sus decisiones son de las élites, no del poble, como presumen. Se trata de una cuestión de poder y de dinero, esos reinos de taifas que mencionaba Manolo. Faltan líderes que defiendan a los ciudadanos y sus libertades por encima de banderas y de leyendas infantiles.
¿Cuál será la última canción del último concierto del Dúo Dinámico?
R -Sin duda, RESISTIRÉ. Así lo hacemos ahora y lo seguiremos haciendo.