Ximo Puig (Morella, 1959) concede esta entrevista a EL ESPAÑOL a pocos días de celebrar un nuevo acto en Madrid. El presidente valenciano ha desplegado durante los últimos meses una provocadora agenda federalista contra la concentración de poder y recursos en la capital española. "Genera una macrocefalia que es negativa para España", asevera. Su principal propuesta para corregir las "asimetrías" que impiden "la cohesión territorial" es la reforma de la financiación autonómica que tiene atascada el Gobierno de España de su propio partido.
Para Puig, como para el grueso de los barones socialistas, los profundos cambios introducidos por Pedro Sánchez en su Ejecutivo han tenido consecuencias internas. El dirigente ve descabalgar a su principal rival interno, José Luis Ábalos, a quien augura "otro papel en el futuro" por ser "una persona valiosa". Por contra, irrumpe en el Gobierno Diana Morant, una alcaldesa afín al presidente valenciano convertida de pronto en un valor emergente al amparo de Sánchez. "Ojalá crezca", desea Puig, aunque templa la euforia y pide ir "partido a partido".
El presidente de la Generalitat Valenciana hace "autocrítica" y reconoce que no está "satisfecho" con su dimisión en 2016 para forzar la sonada caída de Pedro Sánchez, circunstancia que le alejó de él cuando este tomó primero el PSOE y, después, el Gobierno. "No estuvimos a la altura de las circunstancias", reconoce en la actualidad.
¿Le gustan los cambios realizados por Pedro Sánchez en el Gobierno?
Esta es una decisión que tiene que tomar el presidente del Gobierno. Tiene que tener la capacidad de nombrar al equipo con el que se sienta más a gusto para afrontar un tiempo determinado. Yo me siento cómodo al percibir que se trata de una remodelación para la recuperación. Tiene ese impulso que hace falta de vez en cuando tomar, pero también me sentía cómodo con el equipo nombrado en su día. Lo importante son las políticas, más allá de los ministros. En estos momentos yo creo que se trata de una señal a favor del relevo generacional, de una mayor presencia de la mujer y, sobre todo, de un anclaje municipalista que yo creo que es fundamental.
El cese fulminante de tantos pesos pesados ha desatado multitud de suspicacias. ¿Qué interpretación hace usted de esta crisis de Gobierno tan profunda?
Ya le digo que creo que es el presidente quien ha de interpretar en cada momento a quién necesita. No tengo otros datos, sería especular. Y no me dedico ni tengo intención de interpretar las decisiones del presidente. Creo que son personas valiosas que han tenido una trayectoria importante en la parte inicial de la legislatura, durante los dos primeros años, y hay un momento determinado en el que el presidente piensa que se deben introducir relevos.
Usted ha dicho que es "muy de Óscar López"…
No, bueno… Yo soy amigo de Óscar López. Le tengo aprecio y le tengo afecto. Pero anteriormente el presidente había decidido encomendar esta labor a otra persona (Iván Redondo) y tuvimos muy buena relación y ningún tipo de problema. Pero es cierto que, desde el punto de vista personal, hay un afecto.
¿Cuál es su relación con Diana Morant, la nueva ministra de Ciencia e Innovación?
Una relación magnífica desde hace muchísimos años. Es una persona valiosa. Creo además que estaba haciendo en estos momentos una acción de gobierno en Gandía muy interesante, con una aceptación social muy importante. Hay un proyecto de ciudad en Gandía extraordinario y que está también muy vinculado a la innovación. De hecho, vamos a situar en Gandía el ‘hub’ de innovación sanitaria dentro del Distrito Digital. Yo creo que ella es una persona valiosa también, que aportará conocimiento y, sobre todo, acción política, porque más allá de sus conocimientos técnicos, como decía, un Gobierno está para hacer política, para impulsar proyectos y ser capaz de conectar con la sociedad para acompañar los procesos políticos.
¿Se la recomendó usted a Pedro Sánchez o la escogió él por su cuenta? ¿Supo o intervino de algún modo en su nombramiento?
No. En absoluto. Son decisiones que toma directamente el presidente del Gobierno. Tiene la responsabilidad de hacerlo escuchando a mucha gente, pero al final es el presidente el que toma las decisiones. Yo creo que el presidente ha demostrado su capacidad de autonomía para tomar decisiones.
El futuro de Morant se verá ‘partido a partido’. Ojalá crezca políticamente, sería una buena noticia. Pero creo que no estamos en esa pantalla en estos momentos
¿Qué futuro le augura a Diana Morant? ¿Puede convertirse en su relevo en el PSOE valenciano?
Esto es ‘partido a partido’. Ojalá en el futuro crezca políticamente Diana Morant, creo que sería una buena noticia para nosotros. Pero creo que no estamos en esa pantalla en estos momentos. Ella ahora lo fundamental que tiene que hacer es llevar a cabo la encomienda que le ha hecho el presidente. La innovación es fundamental para este país. Nosotros tenemos un problema, y es que tenemos un modelo productivo asociado a la baja productividad. Y solo se puede superar a través de la formación de los recursos humanos y la implementación de políticas innovadoras.
En este tiempo, para las transiciones sostenibles, energéticas y la transición digital, lo fundamental es la innovación. Por tanto, yo creo que ahí tiene un trabajo muy importante, porque al final toda esta innovación tiene que ‘capilarizarse’ en todo el territorio, en todas las pymes. Tiene que llegar hasta la última terminal de nuestro sistema productivo. En el futuro, todo el mundo tiene sus opciones y vamos a ver. Pero creo que especular antes es como si especulamos ya en este momento sobre quién va a ganar la liga. No sé, ya veremos. Vamos a ver cómo va funcionando. En el futuro, a mí me gustaría que creciera, sin duda.
Se ha interpretado esta crisis de Gobierno como una apuesta de Sánchez por colocar sus propios peones en algunas autonomías ¿Lo ve usted así?
No, sinceramente. Yo creo que el presidente está intentando formar el equipo que considera el mejor para acabar esta legislatura y sentar las bases de esta década que es fundamental para España. Esta es una década de oportunidades extraordinarias. Vamos a tener recursos para abordar las transformaciones que ya estaban pendientes.
No se trata tanto de nuevos retos. El desafío de la transición energética o la transición digital ya lo teníamos. Y ahora de lo que se trata es de ver cómo implementamos los recursos para ver cómo, gracias al plan Next Generation EU y a la atmósfera favorable europea, somos capaces de impulsarlo. Esta es una década en la que nos jugamos muchísimo y, por lo tanto, la principal obsesión que creo que tiene el presidente del Gobierno, que es una obsesión compartida por mí y por el conjunto de la sociedad española, es que no podemos perder esta oportunidad.
Yo he hecho autocrítica y no estoy satisfecho de lo que hice con Pedro Sánchez en 2016. Creo que no estuvimos a la altura de las circunstancias
¿Le ha perdonado Pedro Sánchez por ser uno de los 17 líderes socialistas que dimitió para forzar su caída en 2016? ¿Han hablado abiertamente de aquel asunto?
Mire, esto no se trata de un perdón, ni de un indulto, no estamos hablando de esto. Desde luego, yo creo que hay que hacer un análisis autocrítico de lo que pasó en estos años en el partido socialista. Yo lo he hecho, y he reiterado en distintas ocasiones que creo que se hicieron las cosas muy mal. Bastante mejorables en muchos aspectos. Y, desde luego, en la parte que a mí me corresponde, yo he hecho esta parte de autocrítica y no estoy satisfecho de lo que hice en ese momento. Del comportamiento en general. Yo creo que no estuvimos a la altura de las circunstancias. Eso pasa en la vida.
Ahora, también digo, esto es visto con perspectiva. Yo creo que, en cada momento, hay que ser honesto con uno mismo y hacer aquello que uno piensa que hay que plantear. Pero creo que eran posiciones políticas que no eran confortables y que se tomaron decisiones que, con la información que tenemos ahora, desde luego, no se habrían tenido que tomar. Pero al final la historia está jalonada de hechos, y esos hechos son como han sido y hay que asumirlos con normalidad.
Yo, desde luego, siempre he tenido una cultura favorable a la defensa de la cohesión del partido y a la unidad desde la diversidad y desde la aceptación democrática de los resultados. Cuando en el partido ha ganado el líder que yo defendía o cuando ha perdido, yo siempre he defendido al día siguiente a quien está en la dirección del partido. Y eso es lo que debe ser. Comportamiento democrático en todo caso. Y también aprender de la historia. Yo, desde luego, trato de aprender de los errores cometidos.
La cohesión territorial de España requiere igualdad entre ciudadanos y singularidad entre territorios. Y en este momento hay asimetrías que la hacen imposible
¿Guarda esperanzas de que el Gobierno reforme la financiación esta legislatura y acabe con el maltrato a autonomías como la valenciana?
Por supuesto. Es que es una urgencia para la cohesión territorial de España. No es posible aplazar indefinidamente esta cuestión. La cohesión territorial de España pasa por que haya igualdad entre ciudadanos y singularidad entre territorios. Y en este momento hay unas asimetrías que hacen imposible esa cohesión.
Por tanto, es exigible que haya un nuevo modelo que garantice dos cuestiones. Primero la suficiencia financiera, y en eso creo que el conjunto de las comunidades autónomas estamos de acuerdo, porque hay una insuficiencia general del sistema de financiación autonómica. Necesitamos más recursos para la Sanidad, para la Educación, para los Servicios Sociales. Lo hemos visto ahora. El mantenimiento del Estado del Bienestar necesita mayor respaldo económico. Algunos cifran en 16.000 millones de euros ese déficit global.
Y después, aparte de esa aportación general, se necesita reorientar, desde la justicia y desde la equidad, el reparto de los recursos. Esta es una cuestión elemental. Ahora hay unas diferencias que no son razonables. Sé de la complicación que entraña, y es cierto que debe haber un gran acuerdo y que en ese acuerdo tiene que participar el Partido Popular, indudablemente, y tienen que participar también otros partidos. Pero lo que está claro es que no podemos eternizar esta cuestión, porque al final genera desafección.
Esto hay que analizarlo en función de las consecuencias, y las consecuencias son que el ascensor territorial se ha parado, el ascensor de convergencia se ha parado. Y en estos momentos no solo la Comunidad Valenciana, también otras comunidades como Andalucía, como no avanzan hacia la convergencia de rentas sino que se separa la convergencia de rentas. Hay más divergencia de rentas. Y eso es una cuestión que no puede ser aceptada, porque tiene consecuencias para los ciudadanos.
No puede ser que la Comunidad Valenciana, con la capacidad de emprendimiento que tiene, con la referencia que es en exportaciones, con toda la actividad económica que genera, tenga una renta per cápita 12 puntos por debajo de la media española. Es que no es razonable.
¿Peligra el grado de inversión en la Comunidad Valenciana con la salida de un valenciano como José Luis Ábalos en Transportes?
Yo creo que José Luis Ábalos ha hecho una política muy importante para la Comunidad Valenciana, desde la liberación de la AP-7 a cuestiones como desatascar grandes proyectos como el Corredor Mediterráneo o infraestructuras muy importantes para la ciudad de Valencia y el conjunto de la comunidad. Pero, más allá de que el ministro sea valenciano, destinar a la Comunidad Valenciana el 10% de las inversiones es un compromiso del Gobierno de España. Es un compromiso del presidente del Gobierno de España, que es quien lo ha impulsado. Por tanto, yo creo que esa línea que se ha traspasado hacia la justicia y la redistribución de los recursos de una manera equitativa no va a tener marcha atrás.
Ábalos es un activo dentro del PSOE que en este momento no tendrá ese papel protagonista que ha tenido en los últimos tiempos, pero que tendrá otro papel en el futuro
¿Qué claves maneja usted sobre la repentina salida de Ábalos del ministerio y del partido?
No tengo ningún tipo de información y no voy a especular. Creo que, en cada momento, cada persona tiene un papel. Y yo, desde luego, creo que José Luis Ábalos es un activo dentro del PSOE y que, en este momento, no tendrá ese papel protagonista que ha tenido en los últimos tiempos pero yo estoy convencido de que tendrá otro papel en el futuro. Creo que es una persona valiosa.
Ábalos es su máximo adversario en el PSOE valenciano ¿Siente alivio a nivel interno con su marcha?
Yo es que no lo he sentido nunca como adversario. Yo creo que hay distintas miradas, y eso es lógico en una organización que tiene en estos momentos más de 16.000 militantes. Sería absurdo pensar que hay un pensamiento único. No lo hay. Yo lo que quiero es que haya debates sobre ideas, eso es lo fundamental. No tanto sobre protagonismos personales. Que eso también tiene una parte que hay que calibrar. Que, efectivamente, también los liderazgos, las personas, son muy importantes.
Pero lo que echo en falta, no solo en la política valenciana, sino en la política española, es un debate más profundo sobre la realidad. Un debate sobre qué hacer en momentos determinados. Y, en el caso del socialismo, de la socialdemocracia, el PSOE, en estos momentos, tiene una gran responsabilidad, porque es el partido que gobierna en estos momentos la nación socialdemócrata más importante de Europa.
Tenemos una gran responsabilidad, y por eso el 40 Congreso del PSOE, que se va a celebrar en octubre en Valencia, va a ser muy importante. Europa va a estar mirando a este congreso de Valencia, a las ideas que se van a transmitir para, de alguna manera, revolucionar la socialdemocracia europea. Es fundamental en este momento, porque están avanzando las ideas socialdemócratas en la respuesta política a la crisis, pero no avanza en términos políticos la socialdemocracia.
¿Cambia esto su decisión de optar a una tercera legislatura? Su entorno le pidió que siguiera cuatro años más para competir con Ábalos…
No cambia nada. Mire, yo he tenido siempre una visión integradora en este partido, y así lo he demostrado. Y así va a continuar siendo. Una vocación de diálogo permanente con el conjunto del partido pero, sobre todo, con la sociedad. Para mí lo más importante en este momento es que el Partido Socialista en la Comunidad Valenciana tiene una gran responsabilidad. Y eso es lo que tenemos que priorizar. La gran prioridad nuestra es cómo gestionamos adecuadamente la salida de la crisis, la superación de la pandemia y la reactivación económica. Y esa es nuestra obligación fundamental. Ahí es donde yo dedico el 98% de toda mi actividad.
Aparte, es cierto que hay que ver en cada momento la decisión que hay que abordar. Desde luego, yo ya dije hace un tiempo que pensaba que era razonable que el presidente de la Generalitat tuviera el liderazgo del partido. Es bastante lógico que si se tiene el liderazgo institucional, que se tenga el liderazgo del partido. Esa bicefalia que a veces se ha planteado, en nuestra historia reciente no ha sido positiva, y la propia cultura partidaria lo aconseja.
No hay ningún motivo en estos momentos para adelantar las elecciones. A mí me parece de una gran irresponsabilidad convocar en medio de una pandemia
¿Descarta adelantar las elecciones en la Comunidad Valenciana?
En este momento, sí. Desde luego, no hay ningún motivo en estos momentos para adelantar las elecciones. Es lógico que tengamos toda la cabeza centrada en la superación de la pandemia. A mí me parece de una gran irresponsabilidad, en medio de una pandemia, convocar unas elecciones. Creo que no tiene ningún tipo de sentido. En otro momento puede haber otras consideraciones. Pero, desde luego, en este momento, en estas condiciones y hasta que no se supere la pandemia, no quiero hablar de nada que no sea superación de la pandemia y reactivación económica y social.
No nos asegura que vayan a ser en 2023…
En mi conciencia, en estos momentos, está que van a ser en 2023. Porque es la lógica democrática, intentar agotar al máximo la legislatura.
¿Teme un PP más fuerte con Carlos Mazón al frente, plenamente respaldado por Génova?
Yo lo que creo es que, al final, lo importante es la confianza en el propio proyecto. Si el proyecto alternativo tiende a sumar y a dialogar, me parecería muy positivo. Pero hay señales muy contradictorias al respecto. Parece que se quieren volver a vincular a los temas del pasado. En cualquier caso, yo respeto las decisiones de los otros partidos. Siempre lo he hecho. A mí lo que me preocupa es el proyecto político que pueda consolidar una Comunidad Valenciana con las máximas oportunidades. Y ahí voy a dedicar toda mi labor en positivo. No en la confrontación estéril, no en el enfrentamiento personal, que son cuestiones que creo que no le interesan a la ciudadanía. Ese ruido no le interesa para nada a la ciudadanía.
Las fricciones con Compromís son constantes desde que adelantó elecciones en 2019 ¿Cree que la vicepresidenta Mónica Oltra ha perdido la confianza en usted?
Bueno, eso lo deberá contestar ella. En cualquier caso, yo no veo que existan confrontaciones constantes. Lo que existe es un gobierno diverso. Y es así, y eso es lo que han querido los ciudadanos. Nosotros tenemos que gestionar adecuadamente la diversidad. Y yo creo que este es un gobierno muy estable.
Mire: somos de las pocas comunidades autónomas, por no decir casi la única, que ha aprobado en los últimos 6 años todos los presupuestos en tiempo y forma. Que ha ido aprobando leyes con mayoría suficiente y más allá de la mayoría del propio Gobierno. Lo que hemos conseguido entre todos es estabilidad. Y esa marca de ‘estabilidad Comunidad Valenciana’ ha sido muy positiva para la atracción de empresas. Casi mil empresas han venido de Cataluña. Y grandes sedes de bancos. Esto genera un intangible muy positivo. El valor de la convivencia solo se tiene en cuenta cuando desaparece.
¿Están los socialistas en campaña permanente contra la Comunidad de Madrid, como defiende el PP?
En absoluto. Nosotros no estamos contra ninguna comunidad. Lo que es cierto es que en estos momentos existe una gran asimetría en España, y es cierto, porque está demostrado con informes solventes y rigurosos, que Madrid funciona como una aspiradora. No es un problema de la Comunidad de Madrid ni es un problema de los madrileños, es una realidad política y social que es negativa, a nuestro parecer, para el funcionamiento de España.
Y no lo decimos solo nosotros, lo dicen muchas periferias, que estamos viendo cómo mientras la renta per cápita de la Comunidad de Madrid va subiendo, muchos estamos estancados. Y eso es porque hay una aportación excesiva de recursos para una zona determinada del territorio. Ejemplo: ¿Es razonable que haya en Madrid más funcionarios de la administración general del estado, 150.000, que afiliados a la seguridad social -de todos los sectores- en más de 22 provincias españolas? Esto no es razonable, hay que buscar un reequilibrio en España, desde lo institucional y, también, desde lo económico.
No es razonable que más del 60% de los contratos públicos se adjudiquen a empresas residenciadas en Madrid. Genera una macrocefalia que es negativa para España
No es razonable, por ejemplo, que más del 60% de los contratos públicos acaben adjudicándose a empresas residenciadas en Madrid. Es que esto finalmente genera una macrocefalia que es negativa para España. España no es Madrid. Y nosotros no estamos en campaña contra Madrid. Nosotros estamos en campaña contra un sistema que es negativo para España. Un sistema que disocia, que es disolvente, que es la falta de equidad, la falta de igualdad.
La Comunidad Valenciana ha sido la región europea con menor incidencia de la pandemia, pero también registró los peores datos en Navidad y lideró los sanitarios contagiados. ¿Qué balance hace?
Cuando hagamos el balance general se verá con perspectiva cómo se ha funcionado en cada comunidad autónoma, en cada territorio, en cada país. Nosotros siempre hemos puesto por delante la seguridad y la salud. Y nos hemos podido equivocar en ocasiones porque nadie tenía un manual de instrucciones para una pandemia de estas características. Lo que hemos intentado es actuar con honestidad e intentando salvar personas, salvar vidas. Eso es lo que hemos hecho a través de restricciones muy duras que han conseguido grandes resultados.
Durante tres meses y medio la Comunidad Valenciana fue la región europea con menos incidencia, unos resultados muy positivos. Ahora, desgraciadamente, esta quinta ola también nos ha afectado con los jóvenes. Es cierto que tiene menos traslado en las hospitalizaciones y, sobre todo, en la letalidad. Aunque es también muy preocupante. Pero yo nunca he pensado que había que hacer confrontación política de una pandemia. Si no hay una acción unitaria en una situación tan grave ¿cuándo va a haber una concertación?
En general yo no he tenido la percepción de que haya habido un enfrentamiento en la Comunidad Valenciana como el de otras comunidades autónomas. Parece que últimamente haya una búsqueda de nicho electoral en esta cuestión, y me parece absurdo. Cuando nosotros cerramos el ocio nocturno es porque, evidentemente, hay una evidencia de carácter científico de que en los sitios cerrados existe una gran capacidad de propagación del virus. No lo hacemos por ningún tipo de criminalización de nadie.
¿La mayor exigencia del valenciano sitúa a la Comunidad Valenciana en la senda de Cataluña?
Es absolutamente falso que se hagan políticas discriminatorias. En la Comunidad Valenciana el modelo y el objetivo lingüístico es que todos los niños y niñas, cuando acaben su periodo escolar obligatorio, tengan el mayor conocimiento posible del español -el castellano-, del valenciano y del inglés. Esa es la concepción lingüística de esta comunidad autónoma. Lo que queremos es garantizar la igualdad de los ciudadanos, también en el ámbito lingüístico. En eso se está avanzando.
Aquí no se persigue a nadie por hablar en castellano. Es increíble que se hagan esas afirmaciones. Que me digan de algún niño o niña que no sabe castellano
Aquí no se persigue a nadie por hablar en castellano. Es tan increíble que se hagan afirmaciones de esas características… A mí me gustaría que alguien me dijera de algún niño o niña que no sabe castellano. Eso no es así, en absoluto. Y es una batalla del pasado. Por eso a mí me parece que el PP se equivoca muchísimo intentando abrir lo que el propio PP y nosotros en su momento ya cerramos. Es no entender nada. Es volver a la intrahistoria del enfrentamiento. No les va a acompañar la sociedad valenciana.
Azud, un nuevo caso vinculado al PP pero con tres socialistas implicados, copa la actualidad valenciana ¿Logrará esta autonomía borrar algún día la mancha de la corrupción?
Esto es corrupción que viene del pasado. En estos seis años no ha habido ningún caso de corrupción en la Comunidad Valenciana. Aunque puede haberlo. Lo que no va a haber, y de eso estoy seguro, es la corrupción sistémica que provocó el PP en la Comunidad Valenciana. Estamos hablando de un caso del pasado y cada uno deberá asumir sus responsabilidades. Si en algún caso hay alguna persona vinculada al PSOE o a quien sea, la respuesta es evidente: igualdad de los ciudadanos ante la ley. Siempre. Hay que ver cómo evoluciona. Es un caso que está bajo secreto de sumario y no sabemos lo que va a pasar.
El PP aireó esta semana requerimientos de la Guardia Civil a las empresas de su hermano Francis y sus socios ¿Ve usted proporcionales los 2 millones en ayudas públicas recibidos por estas firmas audiovisuales?
Yo no tengo ni idea de las subvenciones que ha recibido una empresa en la que trabaja mi hermano. Esto es… no sé ni cómo definirlo. Es evidente que de lo que se trata es, simplemente, de erosionar al presidente de la Comunidad Valenciana. No tiene ningún otro sentido. Yo lo he dicho desde el principio: si esa empresa en la que trabaja mi hermano o cualquier otra no ha justificado adecuadamente algún tipo de subvención, que se le requiera. Y si se ha hecho alguna cosa que incurra en algún tipo de ilícito, que se actúe, por supuesto, faltaría más.
Pero de eso a hacer un caso político como está haciendo el PP, va un trecho grande. En estos momentos es una cuestión en la que, al parecer, el juez aún no ha llamado a declarar a nadie, por lo menos de entre los imputados. Como digo, es una pequeña empresa en la que trabaja mi hermano y en la que hay más de cien accionistas, en un pueblo de 3.000 habitantes entre los que hay además militantes del PP. De verdad, es una extradimensión a la que únicamente da recorrido la cuestión familiar. Yo ya le digo: sea mi familiar o familiar de quien sea, aquí no hay ninguna impunidad para nadie.
¿Le ha ganado la mano García-Page en la negociación del trasvase Tajo-Segura?
No. Y creo que plantear esta cuestión en términos bélicos, demagógicos o identitarios es un inmenso error. Quien lo haga, donde lo haga, se equivoca profundamente. Esto es una cuestión de superar las guerras del agua y avanzar para tener agua para siempre, para garantizar que la huerta de Europa, que está residenciada en la Vega Baja -en una parte importante de la provincia de Alicante- y también en Murcia y en Almería, se salve y tenga la capacidad de seguir ofreciendo estos productos de alta calidad y sirviendo una gran cantidad de divisas a España.
Para eso hay que garantizar agua para siempre. Hay que garantizar que no tengamos que estar pendientes solo del trasvase, que también es fundamental e irrenunciable. Debemos tener al mismo tiempo un mix de recursos que garanticen esa agua, como son la desalación o el reaprovechamiento de las aguas depuradas. Hasta que no tengamos ese mix garantizado no puede haber una disminución de agua del trasvase, y todos tenemos que tener en cuenta que estamos en una situación de cambio climático y que el agua es un activo fundamental para el país. Hay que preservarlo y garantizar su suficiencia, pero actuando con inteligencia, sin visceralismos.
¿Contempla prorrogar a Ribera Salud la gestión privada en el hospital de Torrevieja tras la sentencia del Supremo que exige exhaustivos informes económicos para revertir las concesiones?
La empresa ha perdido en el Supremo. Primera constatación. La empresa pensaba que en el Supremo iba a tumbar la decisión que democráticamente había tomado el Gobierno valenciano de hacer público lo que para nosotros es fundamental que sea público, que es la sanidad. Nosotros pensamos que es muy importante que exista también la sanidad privada, que algunos servicios puedan arbitrarse a través de la cooperación público privada. Pero tiene que arbitrarse, tiene que haber transparencia, tienen que darse unas situaciones determinadas que no se han dado en este caso.
El modelo Alzira fracasó por esto, porque realmente ya se produjo un primer rescate por parte del Gobierno del PP para volver a darle a la misma empresa con más dinero la misma concesión. Lo que ha dicho el Tribunal Supremo es que, evidentemente, un gobierno democrático puede tomar una decisión que en este caso es fortalecer el sistema público de salud y, por otra parte, lo que también dice es que, para el futuro, hay que garantizar también los informes económicos. Por supuesto que sí. Pero la decisión democrática del gobierno debe tener su traslación, y nosotros pensamos que el sistema público debe robustecerse.
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