Isabel Rodríguez García (1981, Abenójar, Ciudad Real) es portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial desde hace un año. Cada martes explica los acuerdos del Consejo de Ministros y ha desarrollado la capacidad para sortear los asuntos que quiere sortear.
Un día tuvo que responder en una de esas ruedas de prensa sobre el Festival de Eurovisión, y todos los días que comparece tiene que conocerse la actualidad al detalle en previsión de las preguntas imprevistas.
Ha sido senadora, diputada, concejal y alcaldesa de Puertollano, y portavoz de la Junta de Castilla-La Mancha. José Luis Rodríguez Zapatero la incluyó en la Ejecutiva del PSOE y coincidió en el Grupo Socialista del Congreso con Pedro Sánchez, pero no le apoyó en las dos primarias para liderar el partido.
En la nueva estrategia de Sánchez, basada en volcarse en explicar lo que hace el Gobierno, su puesto es fundamental. La tesis del presidente es que hay una especie de barrera entre el Gobierno y los ciudadanos, y la portavoz es una de las responsables de romper ese supuesto muro.
Persona del núcleo más estrecho de Sánchez, desarrolla la tesis de que el PP "no es un partido de Estado", y eso la lleva a justificar que no haya acuerdos con el principal partido de la oposición.
"Ningún jefe de Estado o presidente viaja en triciclo", asegura, para salir al paso de las críticas recurrentes a Sánchez por el uso del avión oficial. La entrevista se hizo el martes en su despacho del ministerio y en la Plaza de Colón de Madrid, por eso de tomar también la temperatura de la calle.
¿Ha estudiado a otros portavoces del Gobierno anteriores?
Bueno, más que estudiado he podido conversar con algunos de ellos. Creo que ver cómo afrontaron la misma responsabilidad que una tiene hoy, en otros momentos de la historia de nuestro país, es enriquecedor. Lo he hecho con personas de distinto signo político.
Deme nombres de algunos que le guste cómo lo hacían.
Pues he confesado en alguna ocasión que en mi niñez observaba a Rosa Conde, quizás porque entonces no era habitual ver a mujeres en política. Sin duda fue un acierto del presidente González que la voz de su Gobierno la tuviera una mujer. Me llamaba la atención y yo, que era muy preguntona, era acusada de ser Rosa Conde por parte de mi abuelo.
¿Y de otro partido?
Yo creo que la vicepresidenta Soraya Sáenz Santamaría hacía muy buen papel como portavoz. La valoraba desde nuestra discrepancia política. Josep Piqué también me parecía muy buen portavoz.
¿Cómo ha aprendido a eludir los temas que quiere eludir en las ruedas de prensa?
No los eludo. Creo que es importante que hagamos un esfuerzo, no solamente los gobernantes, también los medios de comunicación, para hacer llegar aquellas cuestiones que tienen un interés para la ciudadanía. Si hacemos un esfuerzo en becas o en los bonos para el transporte público y no conseguimos que aquellos que pueden beneficiarse de esas medidas hayan escuchado esa información estamos errando todos.
El papel de los medios de comunicación es imprescindible en democracia, y en ocasiones hay demasiadas interferencias. En algunos casos, también interferencias políticas. Ruido ensordecedor que intenta que una buena acción de gobierno no llegue a su destinatario. Y mi obligación es que las buenas acciones de este Gobierno, que son muchas, lleguen a la inmensa mayoría de la ciudadanía.
Hay una queja habitual en una parte del Ejecutivo, incluso el propio presidente lo dijo, y es algo así como que "este Gobierno hace muchas cosas, pero no se traslada a los medios". ¿Qué responsabilidades tienen el Gobierno y los medios sobre eso?
Bueno, sin duda la primera responsabilidad y la primera autocrítica tiene que ser la nuestra. Hablaba del ruido. El ruido no hace bien y el bien no hace ruido. Y por eso tenemos que intentar buscar la emisión del Gobierno, del primer Gobierno en coalición de la historia democrática reciente de nuestro país.
Tenemos que hablar con una sola voz, dar cuenta de todo aquello que nos une, que es mucho más que aquellas cuestiones en las que podamos discrepar. Creo que ese es un ejercicio en el que tenemos que profundizar en los próximos meses.
Y después es cierto que hay un ruido en la anécdota, incluso con informaciones de dudosa veracidad que hay que combatir...
Explíquese.
Yo reivindico los medios de comunicación que creen en su profesión y que emiten una información veraz. La comunicación ha cambiado. Tenemos muchos más canales, muchas más vías, y yo reivindicó el buen periodismo y los medios de comunicación como garantes de ese derecho a la información que prescribe la Constitución.
Hubo un muy buen ejercicio de ese tipo de información, que era tan necesaria, en un momento singular, en la pandemia, donde todos esperábamos el BOE, donde los políticos tratábamos de traducirlo, implementarlo en todas las administraciones... y los medios de comunicación hicieron un ejercicio impecable.
El Gobierno y el propio presidente han transmitido que son víctimas de una especie de conspiración de empresarios y medios.
Siempre han existido poderes distintos al poder del Gobierno y desde luego han existido gobiernos que defienden distintos poderes. Este es un Gobierno que defiende el poder de la gente; de aquellos que ha decidido que quiere para su país un Gobierno progresista, como así lo manifestó en las urnas.
Y este es un Gobierno que ha de dirigirse a esa inmensa mayoría de españoles que necesitan de nuestra acción para, en un momento de especial dificultad, tener una respuesta justa a estas circunstancias. Hay otros poderes que velan por su propio interés legítimo, pero el interés de esos poderes no puede ser el interés del Gobierno.
¿A qué se refiere?
El interés de unos beneficios económicos, el interés de una rentabilidad para sus negocios... no es el interés del autónomo, no es el interés del estudiante, no es el interés del trabajador o la trabajadora. Y éste es un Gobierno que se dirige a los trabajadores, a las trabajadoras, a las familias que tienen necesidades y también a las rentas medias, a los profesionales que en momentos de dificultad necesitan tener tranquilidad, certeza.
Este es un Gobierno de mayorías y esa es nuestra responsabilidad. Y entendemos que en algunos casos, cuando tenemos que anteponer el interés general con el interés particular, se produzcan esas confrontaciones. Pero vamos a seguir ejerciendo el poder que nos ha dado la ciudadanía.
"Este Gobierno está dispuesto a asumir todas las avalanchas de críticas que provengan de aquellos que están velando por otros intereses"
¿Es positivo y conveniente que se den nombres concretos de empresarios que se oponen a ese Gobierno?
Si se dan nombres se critica que se den nombres, y si no se dan, se critica que se acusa sin dar los nombres.
Este Gobierno es fuerte y estamos dispuestos a asumir todas las avalanchas de críticas que provengan de aquellos que están velando por otros intereses. Porque nuestra fortaleza está en dar respuesta en un momento muy singular a una parte de la población que nos necesita.
Nuestra fortaleza está en saber que si en estas circunstancias, en lugar de estar al frente un presidente socialista, hubiera estado cualquier responsable del Partido Popular, en lugar de estar hablando de que los beneficios de la banca han de ser redistribuidos para dar posibilidades a las familias y a sus hijos, para que puedan proseguir con sus estudios o facilitar el transporte de trabajadores y trabajadoras cada mañana con el abono que acabamos de aprobar, hoy se estaría haciendo lo contrario, y es, con el dinero de todos, dárselo a la protección a la banca. Ya lo hicieron. Y no hace tanto.
Además de pedir gestos a las empresas energéticas y los bancos, ¿el Gobierno no podría hacer también algunos gestos, reduciendo ministerios o gasto corriente?
Mire, el Gobierno está haciendo un esfuerzo de, nada más y nada menos, que 30.000 millones de euros. 30.000 millones de euros del Presupuesto para amortiguar el coste de las consecuencias de la guerra. Lo hicimos también durante la pandemia.
Irse a la anécdota es evitar la categoría. Es que no se sepa que este Gobierno es un Gobierno comprometido con la mayoría y por tanto, se busca en esa anécdota el intentar criticar a este Gobierno.
¿Entonces?
Lo que no va a hacer este Gobierno nunca es utilizar los medios del Estado a título partidista, como hicieron los gobiernos del Partido Popular de Rajoy, que todavía no he visto criticarlo al señor Feijóo. Los medios del Estado están al servicio de la gente, y el Estado y la democracia tienen un coste, pero el coste sería mucho mayor si no tuviéramos esos resortes que protegen a la inmensa mayoría de la ciudadanía.
Por ir a acusaciones concretas, se habla del uso del Falcon, de que este Gobierno tiene más ministerios que ningún otro. ¿Se podría hacer algo? ¿Es imprescindible?
Mire, yo no conozco a ningún jefe del Estado en este país que haya viajado en triciclo.
Presidente del Gobierno.
Presidentes del Gobierno, perdón, que estaba pensando también en jefes de Estado de otros países. Yo no vi a Rajoy viajar en triciclo. Es cierto que viajaba menos que el presidente del Gobierno, porque el presidente tiene una intensa agenda. Una agenda que implica desplazamientos en corto periodo de tiempo y repercute en un prestigio de España a nivel mundial como no habíamos tenido hasta ahora. Un prestigio que se traduce, por ejemplo, en un liderazgo en las políticas energéticas de la Unión Europea, o en que España está teniendo un papel relevante en la Alianza Atlántica y en la respuesta a la guerra de Putin.
El mensaje del Gobierno de cara al otoño es ¿optimista o pesimista?
Realista. Si por algo se ha caracterizado este Gobierno es por el realismo. Realismo que implica que estamos ante escenarios inciertos,pero que también lanza un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía.
Este Gobierno ya ha demostrado que ante circunstancias adversas se han tomado decisiones extraordinarias que han dado tranquilidad y estabilidad. Pienso en los ERTE que permitieron la tranquilidad de tres millones y medio de trabajadores y un millón y medio de autónomos en la pandemia.
Y pienso ahora en todas las medidas que en el ámbito energético estamos implementando con ayudas a esas empresas, a esos autónomos que van a tener que adoptarlas. Por tanto, un Gobierno realista, un Gobierno pragmático y un Gobierno que no deja a nadie al lado.
¿Podrán mantener ese esfuerzo?
Lo hicimos con los empresarios, lo hemos hecho con los trabajadores y lo seguiremos haciendo. Frente a esto lamento el catastrofismo de la oposición, que, por cierto, se aleja mucho de las posiciones europeas.
Lamento que el principal partido de la oposición y quien hoy lo dirige se despache con expresiones como "forrarse" o "los pufos" que demuestran una insolvencia que yo desde luego no esperaba de alguien que ha tenido la responsabilidad de gobernar una comunidad autónoma.
¿Y qué le parece, en esa línea, que la presidenta de la Comunidad de Madrid diga que no va a cumplir las medidas de ahorro energético?
Bueno, seguramente busca un titular y un momento de aparición pública. Yo lo que espero es que el señor Feijóo la corrija y que nos diga si está del lado del egoísmo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que creo que no representa la solidaridad del pueblo madrileño, o está del lado de los responsables europeos, de la presidenta de la Comisión, que pedía esfuerzos a todos los países. No creo que en esta ocasión el señor Feijóo pueda ponerse de perfil y tendrá que decidir si está del lado de Europa.
¿Cuál es su mensaje a los ciudadanos que pierden poder adquisitivo cada día? ¿Cuándo van a ver actualizados sus salarios? ¿Cuándo va a dejar de subir la inflación?
El mensaje es que hay un Gobierno sensible con la situación que están afrontando las familias. Un Gobierno que ya ha adoptado decisiones que, de no haber adoptado, se traduciría en un incremento de hasta tres puntos de ese porcentaje de inflación. Somos el tercer país de la Unión Europea que más recursos públicos está dirigiendo a paliar esta situación. Eso se traduce en decisiones para la mayoría.
¿Por ejemplo?
Haber bajado el 80% de los impuestos de la factura eléctrica que pagamos todos los españoles. Respuestas para la mayoría son también esos abonos para el uso del transporte público. Y atender a ese millón de familias con hijos, con becas, que van a tener ese refuerzo de 100 euros mensuales.
Por tanto, está esa tranquilidad de que el Estado está aquí para proteger, y que ante mayor adversidad, más Estado, más protección, más socialdemocracia, frente a aquellos que abusan del egoísmo o del populismo, como está siendo en este caso el mensaje del señor Feijóo.
La cifra del paro del mes de julio ha sido mala, ¿qué explicación tiene?
Sin duda, el mercado laboral ha cambiado a mejor en este último año. Son muchos los datos que lo avalan. Datos macro que se traducen en 400.000 nuevos contratos indefinidos firmados desde la entrada en vigor de la reforma laboral.
Hemos visto cómo se ha consolidado un empleo estable: hasta cuatro millones de empleos estables en nuestro país, frente a 1,1 de los últimos cuatro años, hasta el 2019. La cifra de desempleados en el ámbito de la juventud en nuestro país se ha reducido de forma exponencial.
¿Lo atribuye a la reforma laboral?
La reforma laboral ha sido transgresora, ha sido un elemento de estabilidad, de conformación, de nuevos empleos y de tranquilidad para muchas personas y para muchas familias que antes tenían incertidumbre en sus vidas. Esa incertidumbre que se trasladaba también a la hora de la firma de una hipoteca o de asumir cualquier decisión en el ámbito de los proyectos vitales.
Por tanto, las cifras y los datos puntuales del paro hay que mirarlos de forma distinta. Hemos visto cómo en los últimos meses, por ejemplo, en el ámbito de la hostelería y el turismo se han adelantado toda una serie de contratos que hasta ahora se producían de manera temporal en el mes de julio.
¿Ve un cambio de modelo?
Los datos del mes de julio hay que estudiarlos y analizarlos con absoluta prudencia, pero sí, creo que se deben a un cambio en el modelo de las relaciones laborales, que afortunadamente es un cambio a mejor en estabilidad y también en condiciones salariales.
Quiero recordar que la reforma laboral estuvo precedida de un alto incremento del salario mínimo interprofesional que ha permitido elevar los salarios. De manera que es verdad que ante un futuro más complejo, con los precios y la cesta de la compra más cara, podemos asumirlos con mejor condición de lo que lo hacíamos hace unos meses.
"No sé si existen precedentes en este país en que cada vez que se ha producido una cumbre de la OTAN se haya dado cuenta al jefe de la oposición"
Otro de los mantras de la agenda política es que hay una parte importante de los jueces que va contra los políticos de izquierda, ¿usted lo cree?
Yo creo que la Administración de Justicia en nuestro país es una Administración a la que hay que reforzar con recursos. Y hay que reforzar el acceso de las personas que pueden dedicarse a ejercer la Justicia en nuestro país, y ahí están algunas de las decisiones que ha adoptado el Gobierno.
Nosotros respetamos a la Administración de Justicia y, desde luego, vamos a trabajar por reforzarla con más medios, para que pueda ser esa Administración garante de los derechos y de la tutela judicial de todos los españoles y de todas las españolas.
¿Usted indultaría a José Antonio Griñán y a los condenados por los ERE de Andalucía?
Esta sentencia, que hemos de conocer en profundidad y analizar en profundidad, implica un cambio de doctrina con incidencia entre los gestores públicos. Soy de las que defienden la honradez en el ejercicio de las responsabilidades públicas y desde luego, lo que se evidencia en este caso es que el señor Griñán no se llevó para sí ni para su partido ni un solo euro. Ni un solo euro.
Pero...
Eso ha de ser tenido en cuenta en el análisis público, al margen del respeto absoluto y escrupuloso a las decisiones de la Justicia. Pero además, en este caso es una decisión no pacífica, porque en el tribunal ha habido posiciones discrepantes y porque hemos visto sentencias distintas con una base en los hechos parecida a la que analizamos aquí, en los que la falta de conocimiento y de implicación no ha llevado consigo la condena.
En esos votos particulares de dos magistradas del Supremo no se exculpa a Chávez y Griñán, sino que se pide que se les condene por otros delitos. No hay exculpación de ninguno de los dos.
No conocemos esos votos particulares. El hecho de que los haya, significa que no hay un criterio pacífico dentro del propio tribunal y, por tanto, que el Derecho, en ese margen de interpretación, ha tenido sus dudas a la hora de dictar esa sentencia.
Según su argumento parece que no se puede incurrir en corrupción sin llevarse un euro.
El Código Penal tipifica absolutamente los delitos y es un cambio de doctrina lo que se está viendo en la orientación de este fallo, que, como digo, tenemos que esperar a conocer por prudencia. Pero sin duda, la reprobación social no puede ser la misma ni la asunción de responsabilidades políticas cuando uno se ha llevado dinero público para sí, para su partido, como ha ocurrido en este país...
¿El Partido Socialista ha pedido o va a pedir disculpas por lo que se relata en esa sentencia?
El Partido Socialista, a diferencia de otros partidos políticos, asumió todas sus responsabilidades políticas antes, y por eso [los implicados] abandonaron todas sus responsabilidades y todos sus cargos.
Respecto a sus relaciones con el Partido Popular, ¿cómo se explica que un mes y pico después de acabar la cumbre de la OTAN el líder de la oposición no haya sido informado por el Gobierno de lo que se acordó y de las conclusiones?
Mire, en la cumbre de la OTAN, como siempre, han participado los Estados miembros con sus presidentes o jefes de Estado. No sé si existen precedentes en este país en que cada vez que se ha producido una cumbre de la OTAN se haya dado cuenta al jefe de la oposición...
Pero es un asunto de Estado en el que se supone que, además, el PP tiene que votar el incremento de efectivos estadounidenses en la base de Rota. ¿No hubiera sido conveniente transmitirle esa información?
Lo más conveniente es que para considerar al Partido Popular un partido de Estado empiece por hacer lo que hacen todos los españoles y todas las españolas, que es cumplir la ley y la Constitución. Hasta que el Partido Popular no cumpla la ley y la Constitución no puede presumir de ser un partido de Estado.
El PP es un partido en rebeldía que se niega a cumplir la ley, y eso desacredita a su líder, al señor Feijóo, y por tanto, no se puede esperar de él, ni él puede esperar recibir un tratamiento como un partido de Estado, porque no lo es, porque no cumplen las leyes, porque no cumple la Constitución.
Feijóo dice que ha remitido al presidente del Gobierno documentos sobre distintos temas, proponiendo acuerdos, y que no ha tenido respuesta siquiera.
Él puede decir misa, porque antes de recibir o de enviar esos documentos fue recibido por el presidente del Gobierno en la Moncloa y encima de la mesa hubo una sugerencia de acuerdos muy facilitos y de acuerdos básicos del tenor: el cumplimiento de la Constitución. Y eso no habría ni qué discutirlo ni que poner en un papel, porque eso es de cajón.
Todos los españoles estamos sometidos a la ley y a la Constitución, y el señor Feijóo también, y su partido también. Además de eso, que como digo, es de cajón, eran una serie de acuerdos básicos que se limitaban, por ejemplo, a pedirle al Partido Popular que asumiera lo que ha sido un consenso social con el colectivo de las personas con discapacidad.
Modificar la Constitución.
Sí, para cambiar el término disminuido por el término discapacitado. ¡Y después manda un papel diciendo que hay que cambiarlo! Perdona, si es que te lo hemos pedido. Lo pidió el Gobierno, se lo han pedido los colectivos al Partido Popular y se arroga él ahora la primicia de pedirlo.
No, no vale. Aquí ya no le vale, está en la política nacional y no le vale decir una cosa que no es cierta y que todos tengamos que asumirla como verdad. Le pido al señor Feijóo algo más de rigor y de solvencia cuando se dirige a los españoles.
Usted estuvo en la reunión de la mesa de diálogo con Cataluña, ¿en qué se ha avanzado en esa reunión?
Bueno, en algo muy importante que contrasta con lo que ocurría hasta ahora, y es que la relación entre distintas administraciones en el Estado español se gestiona desde el diálogo y desde el entendimiento, y en el marco de la ley.
Antes había quien se saltaba la ley de forma unilateral y había quien no respondía desde el diálogo y desde la política. Y ahora hay un acuerdo de que las relaciones entre ambas administraciones se enmarcan en la ley y se trabajan desde el diálogo. Y creo que eso es lo más relevante, sobre todo por las consecuencias sociales que tiene para la sociedad catalana y para el conjunto de España.
Hemos pasado de un escenario que no queremos ni recordar, a una relación de absoluta normalidad, donde de lo que estamos hablando ahora es del futuro de Cataluña en términos económicos, en materia de transportes, de becas, de crecimiento industrial... en definitiva, de las cosas de comer, que al igual que al resto de los españoles, es lo que importa a los catalanes.
Se dice que todo esto ha sido a costa de eludir la sentencia del castellano en Cataluña. ¿Cómo se justifica la posición del Gobierno, teniendo en cuenta la sentencia?
En absoluto. El Gobierno, a través de la Abogacía General del Estado, se ha dirigido al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña para decirle "oiga, siga usted adelante si es que así lo considera, con esa cuestión de constitucionalidad acerca del cumplimiento de la sentencia del 25% y de la propia ley que aprobó el Parlamento en Cataluña".
Nosotros lo que decimos es que la lengua forma parte de la riqueza de nuestro país y que no puede ser un arma electoral ni partidista. Lo que hay que hacer es promoverla para que, efectivamente, como dice la legislación nacional, los alumnos en Cataluña salgan con el pleno dominio de sus lenguas en catalán y en castellano. Por cierto, acuerdo al que llegamos en Cataluña en relación con las lenguas que vamos a implementar con todas las lenguas cooficiales del Estado, que son lenguas de nuestro país y que tienen ese reconocimiento constitucional.
Y en este acuerdo, ¿cómo se garantiza el respeto al castellano en los colegios, en todos los colegios de Cataluña?
Eso se garantiza en la ley nacional cuando se dice que los alumnos, al completar sus estudios, han de tener la capacidad de expresarse en ambas lenguas.
"Desde el PSOE le deseamos suerte a Yolanda Díaz: la sociedad española necesita reconocerse en algo más allá del PSOE en posiciones progresistas"
Otra de las medidas que anunció usted es que determinadas instituciones salieran de Madrid.
Es un proyecto muy bonito que tuvo ya algunos antecedentes en la etapa del Gobierno del presidente Zapatero y que ha impulsado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la idea de que este país, en su diversidad, ha de sentirse bien representado por las administraciones del Estado.
Bueno, realmente empezó Aznar cuando llevó la escuela Judicial a Barcelona.
Si es que además ese es uno de los temas donde el señor Feijóo tendrá que decir si está con Ayuso o con Moreno Bonilla. ¿Dónde está el PP?
Ahora lo que estamos haciendo es aprovechar todo el crecimiento que llega de la mano de los fondos de recuperación, donde vamos a hacer un esfuerzo en investigación en el ámbito de las industrias, para que efectivamente esos nuevos organismos tengan una implementación en todo el territorio. Lo que hemos hecho es protocolizarlo para darle una mayor garantía y que algo que es una convicción política quede asentado, institucionalizado para el futuro.
Me gusta que haya presidentes, como el presidente andaluz, que reclamaba para su comunidad autónoma algunos de estos organismos, que ya vamos a comenzar a trabajar
En los cambios del Gobierno y el PSOE, Sánchez ha ido apartando a los que le acompañaron en la travesía a Moncloa y también ha promocionado a otros, como usted, que estuvieron frente a él en los procesos internos del partido. ¿Esto tiene alguna explicación?
El Partido Socialista es un partido vivo, es un partido fuerte, es el partido con más anclaje en nuestro país. Es el único que ha sido capaz de gobernar todas las comunidades autónomas. Es un partido que es capaz de estar siempre preparado para dar la respuesta que España necesita en cada momento.
Lo hizo Felipe González con las grandes transformaciones económicas y la traída de la llegada de la democracia. El despliegue democrático en nuestro país lo hizo José Luis Rodríguez Zapatero avanzando y liderando, abanderando una España de libertades y de derechos. Y lo está haciendo Pedro Sánchez en una modernización transgresora para dar respuesta a los retos que tenemos, desde el cambio climático a la cohesión territorial, y acabar con la pobreza y la desigualdad en nuestro país.
Lo que hace el presidente es capitalizar todo ese talento, todo su esfuerzo para ponerlo al servicio de la ciudadanía. Y desde luego, cada vez que el Partido Socialista se reestructura, se refuerza. Lo hace pensando en el interés general, a diferencia de otros.
¿Quiere decir que...?
Hemos visto grandes cambios en muy poco tiempo en el principal partido de la oposición y lo hicieron no pensando en España ni pensando en los españoles, lo hicieron porque entonces [a Pablo Casado] se le ocurrió investigar si existía corrupción en su partido y sólo con intentar investigar si existía corrupción duró tres telediarios, sin diálogo, sin acuerdo, sin proyecto.
Han cambiado para que nada cambie. Nosotros siempre cambiamos para acompañar en los cambios y la transformación a España.
Usted estuvo en el grupo parlamentario con Pedro Sánchez hace unos cuantos años, ambos como diputados de a pie, ¿en qué ha cambiado? No se exceda en el elogio.
Me va a costar porque, realmente, creo que se le valorará mucho más cuando tengamos la perspectiva temporal. Le está aportando a nuestro país un liderazgo en el contexto europeo, que es donde nos estamos jugando el futuro del mundo y en el contexto internacional, como no había sucedido hasta ahora.
Tiene una capacidad de trabajo que cuesta seguirle el ritmo y, sobre todo, tiene la ambición de no bajar los brazos ante la adversidad, de tener claro cuál es la hoja de ruta. Por tanto, creo que es un presidente de Gobierno con una visión de Estado.
Es decir, que si entonces llega a saber todo esto le hubiera apoyado en las primarias del PSOE de 2014 y 2017.
Bueno, son momentos distintos y desde luego la única diferencia es cómo pensábamos en ayudar más a España. A diferencia de otros que solo piensan en ellos, en cómo utilizar el Estado para agredir a los suyos, para espiar a otros o para enriquecerse ellos. Este partido y todos sus dirigentes hemos pensado siempre en España.
¿Qué opina del proyecto de Yolanda Díaz?
Le deseo suerte.
¿Le gustaría verla en la lista del PSOE?
Creo que ella tiene un proyecto distinto al del Partido Socialista y el Partido Socialista tiene una capacidad de mayorías, una solvencia en la gestión que vamos a ver ahora en las elecciones autonómicas y municipales, una trayectoria distinta a lo que ella ahora ambiciona poner en marcha.
Pero sin duda, desde el Partido Socialista esperamos que tenga suerte en ese proyecto que inicia, porque llámese Sumar o llámese Unidas Podemos, la sociedad española necesita también reconocerse en algo más allá del Partido Socialista en posiciones progresistas.
Sobre todo porque necesitan que le vaya bien para poder sumar tras las generales.
Hay que sumar y hay que sumar en dos posiciones muy diferenciadas, la de la derecha muy alejada de los planteamientos de la derecha europea, o posiciones progresistas como la que representa mi partido, Yolanda Díaz o Unidas Podemos, que están dando una respuesta acorde a los tiempos que nos han tocado vivir.
La última pregunta tiene que ver con Ucrania. Estamos viendo que va a ser una guerra larga y que va a implicar sacrificios, ¿teme que una parte de la sociedad deje de entender la posición de España en ese conflicto?
Haremos pedagogía. Creo que además, el hacerlo juntos todos los Estados miembros de la Unión es importante. Estaría fenomenal, además, sentirnos acompañados por el principal partido de la oposición, y que en lugar de utilizar esos titulares grandilocuentes, presentara algo de solvencia.
Hay que asumir que esta guerra va a tener consecuencias económicas como dijo el presidente del Gobierno en el minuto uno, cuando compareció en el Congreso de los Diputados. Pero mucho más gravoso sería no haber estado en el lado correcto de la historia, que es con las democracias, que es con la Unión, que es con la Alianza Atlántica, para defender los valores de libertad, de democracia y nuestro modo de convivencia, que es, en definitiva, lo que está atacando Putin.
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