En 1972, Andy Warhol escogió un retrato icónico de Mao Zedong e hizo una serie de diez serigrafías pop. La solemne cabeza del Gran Timonel, repetida y relacionada en un juego cromático de tintas planas y contornos remarcados, se convirtió en un hito de la historia del arte y en un producto de masas de la sociedad capitalista. Algunos críticos quisieron ver en el estilo fotocopia la plasmación de “la alienación y la despersonalización” del consumismo: es una pulsión humana eso de buscarle explicaciones profundas a las cosas.
Estas fotografías de Íñigo Errejón y Pablo Iglesias, tomadas al descuido o inducidas alevosamente por sus protagonistas en el Congreso, también pasarán a los anales del periodismo gráfico como el retrato de la guerra en Podemos. La mítica composición de Warhol a propósito del artífice de la Revolución Cultural y estas fotografías son perfectamente equiparables. Hay diez razones para afirmar que Podemos es un producto pop:
1.- El pop art surgió como respuesta a la abstracción. Podemos nació como reacción a la deriva política indistinguible de la socialdemocracia y el liberalismo modernos.
2.- El pop supuso una bofetada insolente a un statu quo artístico dominado por el dadaísmo y el expresionismo abstracto. Podemos acabó con el sistema bipartidista, en el que PP y PSOE jugaban a la alternancia.
3.- El pop se opuso al elitismo en el arte. Podemos irrumpió como un movimiento popular depositario de la indignación de los ciudadanos frente a la casta.
4.- Los artistas pop desecharon las formulaciones teóricas clásicas. Podemos rechazó la vieja dialéctica entre izquierda y derecha.
5.- El pop convirtió en motivos artísticos elementos del consumo de masas. Podemos ha hecho de la razón populista el discurso dominante: soluciones fáciles frente a problemas o retos complejos
6.- El pop aprovechó las referencias culturales de la radio, la televisión, el cine y la publicidad. Podemos ha crecido igualmente gracias a la televisión, apoyándose en la redes sociales como nuevos mass media y haciendo teoría política de series como Juego de tronos o The Wire.
7.- El pop reivindicó el valor artístico de lo banal, de lo kitsch. Podemos eleva a categoría política la cursilería: el partido es una “máquina de amor”, la guerra entre Errejón e Iglesias es un “eje de confrontación” y Juan Carlos Monedero es un “dirigente líquido”.
8.- El pop tenía predilección por los grandes formatos. En Podemos están abonados a la grandilocuencia y, convencidos de que darían el sorpasso al PSOE, dieron oxígeno a Rajoy.
9.- El pop murió de éxito al ser parasitado por mil pésimos imitadores. A Podemos le salen confluencias hasta en su núcleo duro, como prueba el enfrentamiento entre Iglesias y Errejón.
10.- El artista pop más conocido, Andy Warhol, fue un divo irreductible, cuyo carácter contrastaba con el del tímido Roy Lichtenstein. La egolatría del macho alfa Iglesias contrasta con la imagen dulcificada que explota Errejón.