“Boy, you’re gonna carry that weight a long time”. Paul McCartney/John Lennon.
La demagogia del Gobierno y Podemos con sus socios de coalición de recesión con el salario mínimo interprofesional (SMI) esconde una subida de impuestos a todos los asalariados.
La subida del SMI a 900 euros es falsa. No solo rompe el pacto ya alcanzado entre agentes sociales y gobierno para subirlo de manera pactada, es una falacia populista indigna de un país serio. La subida se consumirá en su totalidad en nuevos impuestos anunciados. Además, supone un incremento de la base mínima de cotización hasta los 1.050 euros, desde los 865 actuales.
Es decir, una subida del SMI que solo afecta a un 3,5% de los trabajadores no solo se queda en nada, sino que supone una subida de impuestos a los demás.
El regalo de Navidad de PSOE y Podemos a todos los asalariados es menos renta disponible y una subida de impuestos encubierta bajo el subterfugio de la "solidaridad" con el dinero de los demás.
Esto supone 54 euros al mes o 650 euros al año adicionales a lo que ya están pagando. Sobre el salario bruto medio anual publicado por la Agencia Tributaria (AEAT) de 2017 (25.038 euros) supone una disminución de la renta disponible (incremento de la brecha fiscal) del 2,6%. Si lo hacemos sobre el salario bruto medio del sector privado (80% de los asalariados con un salario bruto medio de 22.933 euros) la disminución es del 2,8%.
La OCDE ya muestra que España tiene una de las brechas fiscales más altas. Brecha fiscal es la diferencia entre lo que cobramos en bruto y lo que percibimos en nuestra cuenta bancaria o bolsillo, en neto. No debería sorprendernos. España es el único país de los que yo analizo donde se habla constantemente sobre el sueldo neto, como si los impuestos que paga el empleador y el trabajador no fueran parte del salario. En un país donde un mileurista es casi un dos mileurista incluyendo impuestos.
La brecha fiscal en España, según la OCDE, es del 39,3% para un trabajador que cobre el salario medio. El 27,9% corresponde a las aportaciones a la Seguridad Social a cargo del empleado y del trabajador (23% y 4,9%, respectivamente). Tras este aumento de impuestos, estamos hablando de una brecha fiscal del 30,5% correspondiente a la Seguridad Social y del 41,95% para el conjunto de su nómina.
Es decir, que un salario español consumirá en impuestos casi el 42% del total. Supondría ser peor que en Grecia (40,8%) y Portugal (41,4%).
Además es profundamente regresivo, porque esa reducción de renta disponible hace mucho más daño a los trabajadores con salarios medios y bajos.
La coalición de la recesión podría haber bajado cuotas sociales y mantener la renta disponible de trabajadores y facilitar la contratación para que el salario mínimo subiera por crecimiento del empleo, como en los países que no lo tienen fijado por ley. Esos países nórdicos de los que tanto hablan para unas cosas y que tienen mercados de trabajo más flexibles y sin salario mínimo obligatorio.
Pero no se han quedado en eso. Además han decidido destruir el pacto social acordando eliminar elementos de la reforma laboral sin contar con los creadores de empleo.
Con las dos medidas, y sin el más mínimo respeto a trabajadores, empresas y autónomos, destruyen el consenso entre agentes sociales, suben los impuestos a los asalariados y ponen más escollos a la creación de empleo.
Cuando escuchen que el gobierno es buenísimo subiendo el salario mínimo interprofesional, recuerden que a la vez les están quitando un 2,8% de su sueldo neto anual.
Cuando vuelvan a hablarles de "políticas sociales", sepan que han implementado las dos medidas más antisociales que pueden anunciarse. Reducir el salario neto a la inmensa mayoría de la clase trabajadora y poner escollos a la creación de empleo.
El socialismo siempre hace lo mismo, perjudicar a los que finge proteger.