Punto de inflexión: se ha realizado una encuesta a más de 2.000 niñas estadounidenses como parte de un informe para un libro publicado en 2018, 'The Confidence Code For Girls', y se ha descubierto que los niveles de confianza caen en torno a un 30% en edades comprendidas entre los 8 y los 14 años; no se observa una caída similar en los niños.
En un vídeo que circula por redes sociales, una Venus Williams de 14 años habla con John McKenzie, reportero de ABC News que la está entrevistando, sobre lo segura que se siente respecto a vencer a una rival en la pista de tenis. "Sé que puedo ganar", le dice una sonriente Venus a McKenzie. "Estoy muy segura de mí misma".
McKenzie parece sorprendido ante su respuesta: "Lo dices sin dudar", le señala. "¿Por qué?" "Porque lo creo", contesta Venus.
Fue la primera tenista que ganó lo mismo que el campeón masculino de Wimbledon.
Este concepto de sí misma ha guiado a Williams toda su vida. Su confianza la ha impulsado a dominar el tenis profesional, y también resultó clave para que fuera elegida la mejor jugadora femenina del mundo. Pero el empoderamiento personal ha sido también fundamental en sus esfuerzos por promover la igualdad de género, como cuando dirigió una exitosa campaña pública para exigir que Wimbledon pagara a las mujeres un premio de idéntica cuantía a la de los hombres (cuando Williams ganó su cuarto Wimbledon en 2007, se convirtió en la primera mujer en obtener exactamente lo mismo que el campeón masculino, Roger Federer: 1,4 millones de dólares).
Esa confianza ha sido también decisiva en las iniciativas empresariales de Venus Williams, entre ellas su marca de ropa, EleVen, y V Starr Interiors, la empresa de diseño de interiores que fundó. Está en la base de muchos de sus logros, y ella sostiene que es un recurso que puede enseñarse y en el que se puede trabajar de forma constante.
"Considero que debo mi éxito a que creo en mí misma", señaló a Turning Point, "y me he dado cuenta de que esa seguridad puede aprenderse y desarrollarse. De hecho, mi autoconfianza es algo en lo que trabajo cada día, igual que voy al gimnasio o a entrenar a la pista".
Con esto en mente, le preguntamos a Venus Williams por su método para desarrollar y mantener esa seguridad en sí misma, especialmente en lo que respecta a las mujeres. "La cuestión es que igual que puedes entrenar físicamente, puedes entrenar tu mente para creer en tu propia valía".
Estas son las tres reglas fundamentales, según Venus Williams:
1. Sé sincero respecto a tus sentimientos.
Cuando algo no sale como yo quiero, me hago una pregunta, simple pero fundamental: "¿Por qué?" Creo que esa es la mejor forma de llegar a la raíz del problema.
Al esforzarte por conseguir tus objetivos, ten presente que debes ser sincero respecto a tus sentimientos. Más que intentar tapar las dudas que puedas tener, debes darte cuenta de en qué momento te sientes inseguro. Entonces recuerda que, aunque es posible que no te sientas seguro de ti mismo en este momento, debes seguir comprometido con tus metas, comprometido con hacer tu trabajo y comprometido con tomar decisiones difíciles.
Pensar que otros tienen más éxito porque son más listos, guapos o altos sólo servirá para minar tu propio éxito
Hagas lo que hagas, no tomes la salida fácil: eso sólo te proporciona satisfacción temporalmente.
Deja también de compararte con los demás. Pensar que otras personas tienen más éxito porque son más listas, más guapas o más altas, sólo te servirá para minar tu propio éxito. Recuerda, sin embargo, que es sumamente útil tener a alguien con quien hablar, sea tu entrenador, tu mentor o simplemente alguien a quien respetas, una persona que ha tenido éxito y que vive su vida de forma positiva.
Cuando eres sincero acerca de tus sentimientos, aceptar el hecho de dudar de uno mismo está bien, es una reacción perfectamente humana. La clave está en no dejarse llevar por las sensaciones de inseguridad. Durante los partidos, siempre me digo a mí misma que estar nerviosa está bien, pero no está bien que ese nerviosismo afecte a mi juego.
Muchas veces he observado cómo la gente a mi alrededor tomaba decisiones claramente equivocadas, y entonces me pregunto incrédula por qué lo hacen. En ese momento, sus decisiones me han parecido absurdas. Pero he llegado a la conclusión de que basaban sus elecciones en sentimientos de baja autoestima. Cuando esas decisiones acaban en resultados desafortunados, esto sólo potencia la idea de que no merecían la pena, lo cual refuerza un ciclo negativo.
Pero no tiene por qué ser así.
2. Traza un mapa del recorrido que vas a seguir para lograr tus objetivos.
Te mereces el éxito, la felicidad y la oportunidad de vivir tus sueños.
Si creer en todo eso te parece difícil, intenta decirte esto: "Merezco lo peor en la vida. Merezco el fracaso y la infelicidad". ¿Te suena bien? Por supuesto que no. Di lo contrario y a por ello.
Los partidos se ganan o se pierden mucho antes de que pises la pista
Un estudio de la Universidad de Ohio sostiene que la gente que se visualiza a sí misma logrando sus objetivos tiene más opciones de hacerlo. Una vez que eres capaz de visualizarte consiguiéndolos, debes crear un plan de acción para lograrlo.
Recuerda que los partidos se ganan o se pierden mucho antes de que pises la pista. Del mismo modo, los trabajos se consiguen o no antes de que te presentes a la primera entrevista, y los aumentos están concedidos o denegados antes de hablar con tu jefe. La clave está en contar con un camino trazado hacia la consecución de tus objetivos antes incluso de salir por la puerta.
3. Utiliza el fracaso en tu propio beneficio.
Tener seguridad en uno mismo es la base para una vida personal equilibrada y feliz, lo que, a su vez, puede contribuir a un mayor éxito en nuestra vida profesional. Eso se debe a que cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos, estamos motivados y centrados en el futuro, más que en simplemente apagar fuegos y lidiar con los problemas del día a día.
Y aún así, el fracaso es una parte inevitable de la vida. Siempre soy totalmente sincera conmigo misma acerca de mis fallos, una práctica que viene de ser deportista. En el deporte, definir el fracaso es muy sencillo: si no puedes corregirte, perderás.
Para mí, el fracaso simplemente significa que tengo que trabajar más. Rendirse no es nunca una opción. El fracaso te hacer más fuerte, más sabio y mejor. Mis mayores fracasos siempre han sido parte fundamental de mis mayores éxitos.
Todos nos enfrentamos a retos en algún momento de nuestra vida, pero tomar una decisión basada en una baja autoestima es un juego a corto plazo que no nos permite prosperar y llegar al máximo de nuestra capacidad. Cuanto más aprendemos a tomar decisiones basadas en la confianza en nosotros mismos, más nos empoderamos para seguir luchando por nuestros sueños. Para mí, esa es la verdadera definición del éxito.
Venus Williams, considerada una de las mejores tenistas del mundo, ha ganado siete Gran Slam y cuatro oros olímpicos. Es, además, CEO de V Starr Interiors y fundadora de la firma de moda EleVen. © 2018. The New York Times and Venus Williams.