¿Se imaginan que en un pueblo de Alemania, pongamos Starnberg en la Alta Baviera, hubiera una familia peleándose con las autoridades regionales para que su hijo de cinco años reciba por lo menos un 25 % de las clases en alemán ya que el resto son en bávaro?
¿Se imaginan que buena parte de los vecinos de esa familia se unen para acosar y hacer luz de gas al niño de cinco años y a su familia por ello? ¿Se imaginan que las autoridades del land negasen que existe problema lingüístico alguno, sólo que, comoquiera que el alemán ha sido una lengua impuesta, ahora hay que compensar y hacer de la lengua minorizada (el bávaro) lengua vehicular?
¿Se imaginan que a un extranjero allí, por ejemplo, un señor procedente de España, le exigieran para trabajar aprender el bávaro y no el alemán? ¿Se imaginan que el ministro-presidente de Baviera dijera, a la vez que niega que exista tal conflicto, que van a votar en un referéndum para separarse del resto porque Alemania "les roba"?
¿Se imaginan que el antecesor en el cargo de ese ministro-presidente hubiera manifestado que los alemanes son "bestias con forma humana" y que Baviera necesita la estructura de Estado para liberarse de ese lastre? ¿Se imaginan que los consejeros y vicecargos del ministro-presidente dijeran que la Polizei alemana es una fuerza de ocupación y que hay que retirarla de las calles de Múnich y del resto de ciudades, pueblos y localidades de Baviera?
¿Se imaginan que todo símbolo o emblema representativo oficial de Alemania, en los edificios administrativos de Baviera, fueran retirados cada dos por tres o, sencillamente, no izados o no expuestos porque representan a un país extranjero? ¿Se imaginan que la fiesta más importante de Baviera fuera la conmemoración de su derrota ante la invasión de Alemania?
¿Se imaginan que el antecesor del antecesor del actual ministro-presidente, tras organizar un referéndum para separarse de Alemania, estuviera ahora sentado en el Parlamento Europeo y protegido por las autoridades belgas? ¿Se imaginan que el ministro-presidente del land nunca asistiera, por regla, a los festejos del 3 de octubre, día nacional de Alemania, y los boicoteara sistemáticamente con su ausencia?
¿Se imaginan ahora que en un pueblo de Francia, pongamos Pau en la Gascuña (actuales Pirineos Atlánticos) hubiera una familia peleándose con las autoridades regionales para que su hijo de cinco años reciba por lo menos un 25 % de las clases en francés, ya que el resto son en gascón?
¿Se imaginan que buena parte de los vecinos de esa familia se unen para acosar y hacer luz de gas al niño de cinco años y a su familia por ello? ¿Se imaginan que las autoridades del departamento negasen que existe problema lingüístico alguno, sólo que, como quiera que el francés ha sido una lengua impuesta, ahora hay que compensar, y hacer de la lengua minorizada (el gascón) lengua vehicular?
¿Se imaginan que a un extranjero allí, por ejemplo, un señor procedente de España, le exigieran para trabajar aprender el gascón y no el francés? ¿Se imaginan que el presidente del Consejo de los Pirineos Atlánticos dijera, a la vez que niega que exista tal conflicto, que van a votar en un referéndum para separarse del resto porque Francia "les roba"?
¿Se imaginan que el antecesor en el cargo de ese presidente del Consejo hubiera manifestado que los franceses son "bestias con forma humana" y que los Pirineos Atlánticos necesitan la estructura de Estado para liberarse de ese lastre? ¿Se imaginan que los prefectos y vicecargos del presidente del Consejo dijeran que los gendarmes franceses son fuerzas de ocupación y que hay que retirarlos de las calles de Pau y del resto de localidades de los Pirineos Atlánticos?
¿Se imaginan que todo símbolo o emblema representativo oficial de Francia, en los edificios administrativos del departamento, fueran retirados cada dos por tres o, sencillamente, no izados o no expuestos porque representan a un país extranjero?
¿Se imaginan que la fiesta más importante de los Pirineos Atlánticos fuera la conmemoración de su derrota ante la invasión de Francia? ¿Se imaginan que el antecesor del antecesor del actual presidente del Consejo, tras organizar un referéndum para separarse de Francia, estuviera ahora sentado en el Parlamento Europeo y protegido por las autoridades belgas?
¿Se imaginan que el presidente del Consejo nunca asistiera a los festejos del 14 de julio, día nacional de Francia, y los boicoteara sistemáticamente con su ausencia?
Yo tampoco.