Chaves Nogales se equivocó porque no hay dos Españas, sino tres. No se explica de otra forma que haya tres Gobiernos distintos en la Moncloa y comparezcan los tres cada mañana que hay algo que anunciar. Tres Ejecutivos para un solo país porque España es así, nos gustan las duplicidades administrativas y los tríos gubernamentales.
No hay un Gobierno en la Moncloa, sino tres corralitos en los que cada uno se siente el rey. Por eso, viendo la valoración que hacía cada uno de los partidos del Ejecutivo ayer, diré que no han firmado un acuerdo para los Presupuestos Generales (PGE), sino más bien un divorcio a tres.
Uno es el del presidente, que vive tan pendiente de sí mismo que cree que en España sólo gobierna el PSOE. Después Yolanda Díaz, que llegó siendo ministra de Pablo Iglesias. De sus años en el Gobierno se lleva un nuevo partido político como quien se lleva un subvenir para no olvidarse de Moncloa. Y Ione Belarra, que es lo que queda de los restos del naufragio del populismo a la izquierda.
[Podemos 'traga' con el aumento en Defensa en los Presupuestos pero avisa: "Vigilaremos cada euro"]
Lo que acordaron ayer no son unos Presupuestos Generales, sino tres, para una España en profunda crisis económica, parada y desfondada. Tres ideas de España arrejuntadas todas en papel aprovechando que la celulosa lo sostiene todo, incluso tres gobiernos gastando alegremente, cada uno en sus prioridades que poco tienen que ver con las de los ciudadanos.
Y todo porque no tenemos un partido al frente del Ejecutivo, más bien una hidra de varias cabezas: exactamente tres.
Y así conviven todas ellas, ignorándose, obviándose en cada rueda de prensa, como cuando Belarra aseguraba ayer que todo lo arrancado al PSOE en la negociación era cosa de Podemos y a Yolanda Díaz ni la mencionó. Un bullying electoral de primero de primaria.
Tenemos tres Ejecutivos y sostenemos a pulso a los tres y ahora, previsiblemente, también sus PGE en medio de una deuda histórica de 1,47 billones de euros, que equivale a un 116% del PIB, y toda la solución que proponen es bajar los impuestos, pero no mucho porque hay que sangrar a “las clases medias trabajadores” para sostener el poder.
Dice Chapu Apaolaza que Españas hay dos, porque si hubiese tres la gente se haría un lío. No habrá tres Españas, pero ayer quedó claro que sí hay tres Ejecutivos. Tres eran tres, y ya se sabe que eso siempre es multitud.
Sobre todo cuando no queda dinero para más entre los intereses de la deuda, la inflación desbocada, las ocurrencias de Garzón y esta campaña electoral encubierta (revalorización de las pensiones, cheques bebé y aquel invento anunciado a bombo y platillo del que pocos volvieron a saber nada que es el Ingreso Mínimo Vital).
De quedar un euro sin endeudar en España nos saldría otra Moncloíta con su jefecillo al frente porque la izquierda es así: una hidra repleta de cabezas y todas gastando alegres sin ninguna responsabilidad.