Madonna Louise Veronica Ciccone acaba de cumplir 65 años. Si en vez de estrella del pop hubiera sido bibliotecaria en Bay City (Michigan) o abogada en un despacho de Detroit, hoy estaría preparando un retiro plácido. En lugar de eso anuncia su reaparición en los escenarios, abandonados temporalmente por algunos problemas de salud. Se sumaron a las críticas por retoques recientes de cirugía estética que resultó una contradicción en sus términos.
Llamar "superviviente" a Madonna está muy lejos de ser un tópico periodístico vacío de significado real. Hablamos de una estrella que publicó su primer LP hace exactamente cuatro décadas y que sigue girando en un planeta en el que hace años que ya no viven Michael Jackson, Prince y George Michael.
¿Cuántas certezas erigidas en 1983 siguen hoy en pie con esa fortaleza? En ese verano, la tripleta de porteros del Real Madrid estaba integrada por Miguel Ángel, García Remón y Agustín. El cine Carretas exhibía El fontanero, su mujer y otras cosas de meter. Un, dos tres y La clave competían por la audiencia de las noches de los viernes desde las dos cadenas de TVE, que entonces tenía el monopolio de las emisiones de televisión en el conjunto del estado. El Renault 9 era el "coche del año en España".
Javier Arenas Bocanegra nació unos meses antes que la diva. De modo que también tenía 25 años entonces. Aunque era el concejal más joven del Ayuntamiento de Sevilla, ya contaba en su bagaje, entre otros hitos, con haber dirigido las juventudes de la entonces recién extinta UCD.
La querencia de Arenas por el escaño rivaliza con la de Madonna por los escenarios. Mientras Ciccone paseaba Virgin (1985), Who’s that Girl (1987), Blonde Ambition (1990), The Girlie Show (1993), Drowned (2001), Re-Invention (2004), Confessions (2006), Sticky & Sweet (2008), MDNA (2012), Rebel Heart (2015) y Madame X (2019), el de Olvera transitaba por el consistorio sevillano, el Parlamento andaluz, el Congreso de los Diputados, los Ministerios de Trabajo y Asuntos Sociales, Administraciones públicas y Presidencia, la secretaría general del PP y el Senado. En varias de estas instituciones ha protagonizado etapas distintas.
Hace unos días hemos conocido que será el portavoz (temporal) de su partido en la cámara alta. Diseñar a propósito un remate irónico para la década de "nueva política" no hubiera resultado más divertido. Rivera, Iglesias, Arrimadas, Echenique, Montero… De todos ha visto un rápido auge y caída sin que sus posaderas abandonen el tapizado. Por no hablar de los de su propia parroquia. Génova es un ejército de eventuales en el que sólo él se demuestra fijo.
De las tertulias de Hermida a las declaraciones vía Twitter. Del ataque de risa colectivo en la cámara andaluza al ceño fruncido como rasgo característico de la vida parlamentaria. De la carrera por la sucesión de Aznar (de cuyo primer gobierno es único superviviente) a la defenestración exprés de Casado.
Entre enterrar UCD (1983) y recalar en el PP (1989), Arenas militó en el Partido Demócrata Popular de Óscar Alzaga. Fue dentro de esas filas en las que empezó la trayectoria como concejal en Sevilla con la que iniciábamos este recorrido. Entonces formaba la Coalición Popular junto a la AP de Fraga.
Cuando, en 1987, aspiró a la alcaldía (ya sólo con las siglas del PDP) se quedó sin ser edil. Se había presentado con el lema "Arenas es capaz". Según bromeó él mismo en una entrevista con Diario de Sevilla, alguna manipulación malévola lo convirtió en "Arenas Escapa". Nunca se sabe qué gracieta surgida de la mala baba puede acabar tornada en premonición.
Madonna actuará en noviembre en Barcelona. Nos preguntamos si ya tiene telonero.