La pregunta más recurrente y exasperante que me han hecho durante el último año es: "¿Cómo es posible que los demócratas no tengan un candidato mejor que Joe Biden?"

No hay escasez de políticos demócratas dispuestos a postularse a la presidencia. Sin embargo, Biden es un presidente en funciones. Los mandatarios en ejercicio cuentan con ventaja y, él fue el hombre que venció a Trump en 2020. A la mayoría de los demócratas sólo les importa tener un candidato que pueda repetir eso.

Esto conduce inevitablemente a la otra pregunta persistente: "¿No dijo Biden que sólo iba a cumplir un mandato?"

El presidente de EEUU, Joe Biden, durante una intervención realizada este martes en Washington.

El presidente de EEUU, Joe Biden, durante una intervención realizada este martes en Washington. Reuters

Astead Herndon, presentador del podcast The Run-Up, preguntó al exjefe de gabinete de Biden, Ron Klain, sobre esto. Klain insistió en que el presidente no hizo tal promesa. Pero Herndon ha realizado docenas de entrevistas con votantes que creían que Biden cumpliría un mandato, ya que se había referido a sí mismo como "un puente" hacia la próxima generación de líderes.

Incluso si se trata de una percepción errónea, está muy extendida y el equipo de Biden debe dejar de ignorarla. De hecho, creo que esto es precisamente lo que podría ayudar a persuadir a Biden.

Todos los presidentes quieren cumplir dos mandatos. Y, de hecho, a lo largo de los años ha ido aparejado a una cierta vergüenza ser un "presidente de un solo mandato". Sólo mandatarios débiles como Gerald Ford, Jimmy Carter y George H.W. Bush no lograron la reelección. Habría que añadir a Donald Trump a esa lista, incluso si nadie piensa en él como un cobarde.

Hubo dos ancianos con egos gigantescos en el plató del debate la semana pasada y ninguno quiere ser un candidato de un solo mandato. Es difícil sobreestimar la cantidad de ambición e incluso narcisismo que se requiere para contemplar la posibilidad de postularse para presidente.

A medida que supero mi propia frustración con el desempeño de Biden en el debate, y la indignación por cómo su familia lo ha alentado a continuar con su candidatura, pienso en cómo se puede persuadir a Biden para que se haga a un lado. Esta es una tarea difícil porque significa que tendría que unirse voluntariamente a las filas de los presidentes de un solo mandato.

Primero pensé en la táctica del miedo. El equipo de Biden debería pensar en cuál será su legado si se mantiene en la carrera y le entrega un segundo mandato a Trump. En lugar de cinco décadas de servicio público coronadas con la presidencia, será recordado como el viejo que antepuso su propio ego al bien del país.

Esto no resulta demasiado persuasivo, porque hay un claro contraargumento: ¿qué pasa si Biden abandona la carrera presidencial y otro candidato pierde ante Trump?

Se esperaba que las malas encuestas posteriores al debate ayudaran a persuadir a Biden de que renunciara, y la encuesta del New York Times-Sienna College fue tan mala como se esperaba. Trump le saca ahora seis puntos a Biden entre los posibles votantes. Esta es la mayor ventaja que Trump ha tenido en una encuesta de campaña.

Lo más demoledor es que el 74% de los posibles votantes creen que Biden es demasiado viejo para el puesto. Cinco puntos más que en las encuestas previas al debate.

Pero el hallazgo más interesante es que Trump lideraba entre los posibles votantes masculinos por 12 puntos porcentuales antes del debate y después, esa ventaja casi se duplicó a 23 puntos. De hecho, de aquí es de donde provienen las ganancias generales de Trump. No es de extrañar, dado que los discursos machistas están en el centro de la marca Trump.

No importa que soltara una sarta de mentiras, porque los debates son menos sobre el fondo y más sobre quién parece más presidencial. Biden parecía débil y disminuido en comparación.

Hacer que Biden se sienta débil y disminuido dañará cualquier esfuerzo para persuadirlo de que abandone la carrera. De hecho, es más probable que esta línea le incite a insistir en que puede recuperarse de esto.

Para persuadir a Biden, a su familia, a su círculo íntimo y a los principales demócratas harían bien en abrir lo que los expertos en persuasión llaman "la puerta dorada de la retirada".

La idea es permitir que alguien tenga el espacio y la compasión para cambiar de opinión con dignidad, ya sea durante una discusión o en algo tan grande y público como postularse para presidente. Le pedimos a un hombre que ha sobrevivido medio siglo en el mundo súpermachista de la política que ponga fin a su sueño de toda la vida de ser presidente, que siempre incluye un segundo mandato. Cualquier intento de forzarlo a abandonar se encontrará con el rechazo de Biden.

Sin embargo, recordarle cuántos votantes admiraban su oferta de ser un puente para la próxima generación de líderes y cuánto lo aprecian como el hombre que venció a Trump en 2020, podría permitirle un camino digno para dejarlo marchar.

Claro, los republicanos cargarán contra él, pero lo harán pase lo que pase. La parte importante es darle una razón, que no sea la de ser un anciano desconcertado, para hacerse a un lado.

Los demócratas han tenido la suerte de que en este delicado momento Trump haya permanecido callado. Esto ayuda, porque si Trump se estuviera dedicando a machacar a Biden, sólo lograría empujarlo a él y a su familia a redoblar sus esfuerzos para mantener el rumbo.

Según las últimas informaciones, Biden está hablando con personas fuera de su círculo íntimo y reconoce que debe tomar una decisión en los próximos días. Pero también dice públicamente que estaba muy cansado la noche del debate.

Es famoso por ser terco y orgulloso. Sólo una salida digna podría persuadirlo.